Tanto el Congreso de EE. UU. como la administración del presidente Donald Trump dejaron claro el jueves que Venezuela es un tema de alta preocupación en el que Colombia tiene juego.
Durante la rueda de prensa ofrecida por Trump, al concluir su cita con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, el mandatario de EE. UU. expresó su alarma por la crisis humanitaria y dijo que trabajará “de la mano con Colombia” hasta lograr que la situación se corrija y regrese la democracia. “Es increíble que un país tan rico como Venezuela esté como está”, afirmó Trump tras indicar que el tema había sido central en su charla con Santos.
En el Congreso de EE. UU., no obstante, el tono fue mucho más duro. Un grupo de senadores que se reunieron con el presidente colombiano afirmaron tras el encuentro que le habían ofrecido apoyo militar en caso de que la situación se salga de control y Colombia termine involucrada.
“Le pregunté a Santos qué podíamos hacer para ayudar a las Fuerzas Armadas colombianas para que puedan disuadir una provocación de Venezuela (...) Creo que la mejor manera de disuadir es fortalecer las defensas de las Fuerzas Armadas colombianas. Voy a trabajar con el presidente para determinar qué es lo que se necesita para prevenir una guerra con disuasión y, si se presenta un conflicto, Colombia tenga cómo defenderse de los venezolanos”, dijo Graham, excandidato a la nominación del partido republicano.
El senador republicano Marco Rubio, a su vez, insistió en que la relación militar de EE. UU. y Colombia, ya de por sí sólida, debía “profundizarse” ante la amenaza que plantea la crisis humanitaria en Venezuela.
Bob Corker y John McCain, ambos republicanos, también confirmaron que era un tema del que se había hablado en la reunión. El ofrecimiento de los congresistas se presenta justo cuando el gobierno de Nicolás Maduro anunció la militarización del estado de Táchira, en la frontera con Colombia, para enfrentar las protestas.
Paralelamente, el Departamento del Tesoro de EE. UU. anunció el jueves sanciones económicas contra ocho magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, a los que acusa de decisiones judiciales que “usurparon” la autoridad de la opositora Asamblea Nacional.
El Tesoro informó que las medidas incluyen la congelación de fondos y que la decisión se tomó en coordinación con el Departamento de Estado.
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