Harvey es el huracán más potente en llegar a Estados Unidos desde el 2005 y a Texas desde 1961. A su paso dejó, al menos, ocho víctimas mortales y millonarios daños que llevará décadas en reparar.
El huracán tocó tierra en Rockport (30 millas al noreste de la ciudad de Corpus Christi) sobre las 10 a. m., hora local del sábado, con vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora.
La marejada ciclónica que trajo consigo Harvey hizo que en algunas zonas costeras se registrara un aumento del nivel del mar de hasta dos metros, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes. Los locales comerciales fueron las estructuras que más se vieron afectadas por el fenómeno natural.
Entre tanto, miles de residentes en Houston, Texas, se encuentran atrapados en sus casas por culpa de las “históricas inundaciones” que está provocando la ahora tormenta tropical Harvey, y esperan ser rescatados en las próximas horas, según informaron las autoridades locales.
Cerca de 2000 personas fueron ya rescatadas de sus viviendas inundadas durante la pasada madrugada de este lunes en esta ciudad texana, que está sufriendo inundaciones que superan el metro de altura en varias zonas, anunció su alcalde, Sylvester Turner.
La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (Fema) calcula que tendrán que alojar a más de 30.000 personas en los refugios, a causa de las inundaciones sin precedentes dejadas por el huracán Harvey, que ha afectado especialmente el área de esta gran metrópoli.
Según datos del Centro de Emergencia de Houston, 75.000 llamadas relacionadas con esta catástrofe natural fueron procesadas. “Tenemos recursos estatales y federales suficientes para afrontar la situación”, agregó el alcalde.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) pronosticó en un boletín que la cuarta ciudad más grande del país podría recibir hasta un metro y treinta centímetros de precipitaciones en algunas zonas, lo que sería la mayor cantidad jamás registrada en Texas.
Expertos y analistas, como la firma CoreLogic, afirmaron a medios estadounidenses que la tormenta acarrearía unos 40.000 millones de dólares en daños en la región. Si bien la tormenta se disipó, las autoridades dicen que las lluvias permanecerán en la zona, lo que podría aumentar el número de damnificados en lugares donde las crecidas llegaron a niveles extremos.
ELTIEMPO.COM*
*Con información de agencias
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