Un sismo con una magnitud de 7,5 grados sacudió el centro de Nueva Zelanda después de la medianoche del domingo, dijo el Servicio Geológico de Estados Unidos, lo que provocó amplios daños y un tsunami.
El primer ministro John Key dijo en una conferencia de prensa en la capital, Wellington, donde el terremoto también se sintió con intensidad, que dos personas habían muerto.
Miles de personas a lo largo de la costa este huyeron de sus casas y se trasladaron a terrenos más elevados, mientras los servicios de emergencia advertían de olas destructivas de hasta cinco metros. “Las primeras olas han llegado, pero sabemos que es muy pronto para decir cuál fue su impacto”, dijo Sarah Stuart-Black, controladora en el Ministerio de Defensa Civil. “Nuestra preocupación es lo que está viniendo. Las futuras olas que lleguen pueden ser mayores”.
El epicentro del sismo fue 91 kilómetros al nornoreste de Christchurch, en la Isla Sur, donde un terremoto de 6,3 acabó allí con la vida de 185 personas en febrero de 2011.
“Estamos empezando a recibir reportes de heridos en la zona del sismo, incluida el área de Culverden y Kaikoura”, dijo Dion Rosario, controladora de incidentes de St. John.
Tanto el sismo inicial como la serie posterior de réplicas fueron sentidos en casi todo el país. No hubo reportes inmediatos de muertes. “La casa entera se movió como una serpiente y algunas cosas se rompieron, la electricidad se cortó”, comentó una mujer llamada Elizabeth en Radio New Zealand desde su residencia en Takaka, en la zona superior de la Isla Sur.
Richard Maclean, un portavoz del Consejo Municipal de Wellington, señaló que hubo daños estructurales en varios edificios. “Tenemos reportes de cañerías rotas y muchas cosas caídas de escritorios y estantes”, comentó.
Otros residentes se refirieron a la caída de vidrios a las calles y que los hoteles y edificios de apartamentos fueron evacuados. Varias carreteras en la Isla Sur fueron cerradas y se informó también de daños en las líneas eléctricas y telefónicas.
En redes sociales se compartieron fotografías con carreteras dañadas, cristales rotos y productos caídos de las estanterías en tiendas de Wellington y en la zona superior de la Isla Sur.
REUTERS
Wellington
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