La oficina de la ONU en Bangladés cifró este jueves en 501.800 el número de miembros de la minoría musulmana rohinyá llegados al país en el último mes tras huir de la ola de violencia de Birmania (Myanmar), casi 22.000 más que los registrados hace dos días.
"Se han registrado 501.800 nuevas llegadas (...) Durante los últimos dos días, ha habido de nuevo un descenso en el movimiento en la frontera en el distrito de Cox's Bazar", indicó en el informe del Grupo de Coordinación Intersectorial de la ONU.
Además, señaló que los rohinyás llegados a territorio bangladeshí se están desplazando a la expansión del campamento de Kutupalong, donde "están construyendo nuevos refugios".

Cientos de personas participan en una protesta en contra de la violencia contra la etnia rohinyá en Birmania, en una movilización convocada en Karachi (Pakistán).
EFE / Kehan Khan
"Las agencias continúan centradas en entregar ayuda humanitaria donde la gente se ha asentado", añadió el informe, que detalló que en la actualidad 35 organizaciones, entre agencias de la ONU y ONG, se encuentran trabajando sobre el terreno y se espera la llegada de más entidades una vez que las autoridades bangladesíes lo aprueben.
Las agencias continúan centradas en entregar ayuda humanitaria donde la gente se ha asentado
Los refugiados que se alojan en asentamientos "espontáneos" se sitúan en 217.000 (16.000 más que el martes), mientras que unos 192.000 están en campamentos preexistentes (2.000 más) y otros 92.000 rohinyás (3.000 más) se encuentran en comunidades de acogida.
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El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados alertó esta semana de que la situación de los rohinyás instalados en territorio bangladeshí es "desesperada" y puede empeorar de no llegar más ayuda humanitaria a los asentamientos.
El inicio del éxodo de los rohinyás comenzó el pasado 25 de agosto, cuando se produjo un ataque por parte de un grupo insurgente de esta minoría musulmana contra puestos policiales y militares birmanos.
En respuesta, el Ejército birmano lanzó una campaña militar que ha sido tildada por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos como "limpieza étnica de manual".
Por su parte, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, pidió nuevamente este jueves a Birmania un "cese de las operaciones militares" en el oeste del país y "un acceso sin obstáculos para la ayuda humanitaria", especialmente dirigida a la minoría rohinyá.
Durante una comparecencia en el Consejo de Seguridad, reunido en una sesión pública poco habitual sobre Birmania, Guterres pidió también al gobierno birmano "asegurar el regreso en seguridad, voluntario, digno y durable" a sus regiones de origen de los refugiados que han huido a Bangladés.
EFE
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