Millones de personas en China regresaban este lunes al trabajo después de unas vacaciones prolongadas por el gobierno para frenar la propagación del nuevo coronavirus, que causó al menos 1.016 muertos en el país y obligó al presidente Xi Jinping a mostrarse por primera vez en público con una máscara.
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Al menos 42.638 personas en China continental fueron infectadas por el virus, que se cree que surgió a finales de 2019 en un mercado de la capital de la provincia de Hubei, Wuhan. Este lunes, por primera vez, el presidente chino Xi Jinping apareció en público con una máscara de protección y dejándose tomar la temperatura, como hacen a diario millones de chinos.
Y aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que hay señales de que la epidemia se está estabilizando, su director general advirtió que puede haber más casos en el extranjero de personas que nunca han viajado a China.
Tedros Adhanom Ghebreyesus lo avisó justo cuando un equipo de expertos internacionales de la OMS, dirigido por Bruce Aylward, un veterano de emergencias sanitarias, partió el domingo por la noche a China.
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Miles de personas regresan a sus trabajos. Al ingreso, personal de seguridad les toma su temperatura corporal para evitar la propagación del virus.
EFE
En un intento por contener el virus, las ciudades de Hubei están confinadas y se cortaron las vías de transporte en el país para detener el movimiento de cientos de millones de personas que generalmente visitan a sus familiares durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar.
Oficialmente estas vacaciones se prolongaron solo tres días, pero muchas ciudades y provincias las alargaron hasta el 10 de febrero. Estas medidas sin precedentes convirtieron las ciudades en pueblos fantasmas. Pero algunas señales indican este lunes que el país vuelve a un amago de normalidad.
En las carreteras de Pekín y Shanghái hay mucho más tráfico que en los últimos días, aunque muchas tiendas siguen cerradas. La ciudad de Guangzhou (sur) informó que el transporte público se reanudará a partir del lunes.
Quienes regresan al trabajo tienen miedo. "Por supuesto que estamos preocupados", afirma un joven de 25 años apellidado Li en un centro de belleza de Pekín, que reabrió el lunes. "Cuando entran los clientes, primero les tomamos la temperatura, después usamos desinfectante y les pedimos que se laven las manos". explica.
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Muchas tiendas siguen cerradas en las ciudades de China ante el miedo al contagio del virus.
EFE
Sin embargo, decenas de millones de personas de la provincia de Hubei no regresan al trabajo porque, al ser el foco del brote, siguen confinadas. Y fuera de la provincia en cuarentena, muchas compañías limitan el personal.
El gobierno de Shanghái sugirió reducir las concentraciones de personas con horarios de trabajo escalonados, cortar los sistemas de aire acondicionado, evitar las comidas en grupo y respetar una distancia de al menos un metro entre los colegas de trabajo.
La plataforma de comunicación empresarial en línea DingTalk señaló en Weibo la semana pasada que casi 200 millones de personas la estaban usando para el teletrabajo.
Una encuesta realizada por la Cámara de Comercio estadounidense en Shanghái revela que el 60 por ciento de sus compañías prevé el teletrabajo.
Los medios de comunicación públicos informaron que el número de pasajeros en el metro de Pekín este lunes es aproximadamente un 50 por ciento inferior al de un día normal de trabajo. Varios centros comerciales en la capital estaban desiertos, y las tiendas vacías o cerradas.

El presidente chino Xi Jinping, durante su visita al al Hospital Ditan, en Beijing.
Xinhua
El empleado de un banco de Shanghai contó que iba a trabajar media jornada, y que otros irían por la tarde. El resto del día, el personal recibe instrucciones de trabajar desde casa. "Nos complica el trabajo porque necesitamos acceder a los sistemas en la oficina", comenta.
Otros, como el fabricante de automóviles Toyota, retrasaron la reincorporación laboral una semana más.
Los que vuelven al trabajo se enfrentan a dificultades de transporte. La ciudad de Wuxi (este) informó que quien entre en ella procedente de provincias con un gran número de casos se le instará a dar media vuelta, mientras que la de Suzhou, cerca del centro financiero de Shanghai, suspendió el transporte de pasajeros a los distritos circundantes.
"Lo acabo de comprobar y tardaría 18 horas en ir a trabajar en bicicleta", escribió un trabajador en Weibo. La industria turística sigue en la crisis, con varios países que prohíben las llegadas desde China, las principales aerolíneas que suspenden los vuelos y los grupos internacionales y nacionales en parón.

Trabajadores del metro deben desinfectar los vagones constantemente. Las estaciones en China lucen 50 por ciento más vacías que en una jornada habitual.
EFE
El número de fallecidos por el nuevo coronavirus sobrepasó las muertes en todo el mundo por la epidemia de SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) de 2002-2003, cuando se acusó a China de encubrir los casos.
Esta vez la OMS elogió las medidas tomadas, pero las cifras podrían "dispararse". "Tal vez solo estemos viendo la punta del iceberg", dijo.
En Hong Kong, los turistas confinados a bordo del crucero "World Dreams" durante cinco días fueron autorizados a desembarcar el domingo después de que los 1.800 tripulantes dieron negativo a las pruebas sobre el nuevo coronavirus.
AFP