El laboratorio espacial Tiangong-1, que se lanzó en el año 2011, aunque sigue recorriendo la órbita terrestre, los especialistas calculan que en 2017 se precipitará sobre la Tierra, según informó el diario británico 'The Independent'.
Las autoridades chinas han confirmado que el aparato caerá a finales del año 2017 pero han asegurado que esto no supondrá un peligro para la población. "Basándonos en nuestros análisis y cálculos, la mayor parte del laboratorio especial arderá durante el proceso de caída (y el contacto con la atmósfera)", comentó Wu Ping, subdirector de la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada, en declaraciones recogidas por el medio.
Una vez admitido que el Tiangong-1 se precipitará pronto sobre la Tierra, lo único que pueden hacer ahora las autoridades chinas es monitorear los movimientos de la nave para poder conocer con algo de antelación dónde caerá exactamente y poder así reaccionar.
De acuerdo con 'The Independent', el hecho de que la entrada en la atmósfera de la Tierra vaya a producirse de forma 'natural' indica que en realidad se ha perdido el control sobre el Tiangong-1, ya que de lo contrario se podría efectuar una entrada guiada que acabara con un impacto sobre el océano. El laboratorio se encuentra a casi 400 kilómetros de nuestro planeta, mide 10,4 metros de largo, 3,3 de diámetro y pesa 8,5 toneladas.
China consiguió el jueves 15 de septiembre lanzar, desde su base de Jiuquan, en el desierto de Gobi (noroeste), su segundo laboratorio espacial, llamado Tiangong-2.
Está previsto que dos astronautas se trasladen al laboratorio en una fecha todavía por determinar para llevar a cabo experiencias científicas.