Esta ciudad es habitada por más de 25 millones de personas.

La Oficina Central de Control de la Contaminación de Delhi (CPCB, en inglés) difundió este viernes los valores de las partículas PM10 (aquellas menores de 10 micrones) y PM 2,5 (inferiores a 2,5 micrones), que son tenidas en cuenta por su alta toxicidad para el ser humano.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la concentración de partículas en el aire por encima de 150 por metro cúbico genera daño a la población de riesgo como ancianos y niños, así como a personas con enfermedades respiratorias.

A los altos niveles de contaminación se suma la celebración del Diwali, una festividad hindú similar a la Navidad que marca el inicio del nuevo año, en la que el uso de pirotecnia es protagonista.

Los ciudadanos de Nueva Delhi no la tienen tan fácil este año para hacer explotar sus fuegos artificiales debido a una reciente sentencia del Tribunal Supremo que prohíbe su venta.

Quien no está tan contento como de costumbre es Sanjay Grover, un vendedor de petardos que ha tenido que cerrar su tienda por culpa de la prohibición, y que antes del Diwali se paseaba ocioso por las calles del casco antiguo de Delhi.

Pese a la prohibición, nadie duda de que el humo y el ruido ensordecedor hasta altas horas de la madrugada volverán a convertirse en los protagonistas de la celebración hasta cubrir por completo la noche de Diwali.

La festividad, que se rige por el calendario lunar, se celebró el año pasado el 30 de octubre.

Sin duda, el paisaje de esta ciudad se ve totalmente transformado por la nube de polución que la cubre de lado a lado.