Un grupo islamista que lucha contra las fuerzas de seguridad en el sur de Filipinas secuestró a varias personas, entre ellas un cura católico, anunció este miércoles la Iglesia, después que el presidente Rodrigo Duterte decretase la ley marcial en la región.
El padre Chito Suganob y otras personas que estaban en una catedral fueron tomadas como rehenes por miembros del "grupo combatiente Maute", declaró en un comunicado el presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, Socrates Villegas.
"Amenazaron con matar a los secuestrados si no se retiraban las fuerzas gubernamentales", agregó.
Por su parte, Duterte aseguró que los combatientes islamistas decapitaron a un jefe de la policía local.
"El jefe de la policía de Malabang fue detenido cuando volvía a su casa en un control operado por terroristas y creo que le decapitaron en el lugar directamente", declaró.
El presidente Duterte había decretado la ley marcial el martes por la noche en la región meridional de Mindanao, donde viven cerca de 20 millones de personas.
En esta parte del país, los combatientes, que han prestado juramento a la organización yihadista Estado Islámico (EI), han saqueado la localidad de Marawi.
Los combates en esta ciudad de mayoría musulmana y con 200.000 habitantes, estallaron tras un ataque de las fuerzas de seguridad contra una casa que creyeron que era la guarida de Isnilon Hapilon, considerado el jefe del EI en Filipinas.
Comentar