Un video divulgado este miércoles muestra la espectacular huida a Corea del Sur de un soldado del Norte a través de la militarizada frontera y entre los disparos a corta distancia de sus compañeros norcoreanos, que con sus acciones violaron el alto el fuego entre los dos países.
La secuencia develada por el Comando de Naciones Unidas (UNC), que controla la franja sur de la frontera, fue tomada el 13 de noviembre por cámaras de seguridad y muestra al desertor llegando en un jeep hasta la demarcación que divide ambas Coreas y cruzándola después a la carrera mientras cuatro militares le disparan unas 40 veces.
El hecho de que uno de los soldados norcoreanos cruzara la línea durante unos segundos y que los disparos fueran efectuados en dirección al Sur supone una vulneración del alto el fuego que cerró la guerra de Corea (1950-1953). El soldado desertor, que recibió cinco o seis impactos de bala, sobrevivió y está ya fuera de peligro tras dos operaciones que evitaron su muerte en un hospital surcoreano.
Las imágenes, de unos 7 minutos de duración, arrancan en la parte norcoreana de la zona desmilitarizada (DMZ) que divide a los dos países, con el todoterreno del desertor cruzando el llamado ‘Puente de las 72 horas’ y dirigiéndose a la zona de seguridad conjunta (JSA).
El grueso de la acción transcurre en este punto, el único de la frontera en el que se ven cara a cara soldados de las dos Coreas (que siguen técnicamente en guerra desde hace casi 70 años).
Según las imágenes, el soldado trató de cruzar en el todoterreno la línea de demarcación militar que parte en dos la JSA, pero el vehículo queda atorado en una zanja a pocos metros de esta, mientras el ruido alerta a varios soldados norcoreanos, que corren hacia el carro.
El hombre baja del vehículo y cruza corriendo al Sur mientras cuatro militares armados con pistolas y fusiles de asalto AK-47 se le aproximan y le comienzan a disparar a apenas una decena de metros de distancia.
El UNC, la coalición de naciones lideradas por EE. UU. que tomaron parte en esa guerra para defender al Gobierno de Seúl, notificó de la violación al Ejército norcoreano y solicitó una reunión para exponer sus conclusiones sobre el hecho.
Sin embargo, los expertos lo consideran un intento vano, pues ambas partes llevan sin hablar desde 2009 y Corea del Norte declaró invalidado el armisticio en 2013, poco antes de su tercera prueba nuclear.
Otras imágenes tomadas por una cámara térmica muestran el rescate posterior del desertor, que buscó refugio detrás del Freedom House, el principal edificio controlado por el UNC, donde se desplomó.
Tres militares surcoreanos reptaron por el suelo para evitar ser alcanzados por nuevos disparos y lo llevaron a un lugar seguro desde donde fue evacuado al hospital.
El cirujano que dirigió las operaciones a las que ha sometido el joven dijo que este está consciente, estable y que su vida ya no corre peligro. El militar, de 24 años y apellidado Oh, tardará casi un mes en recuperarse y permanecerá varios días en la UCI hasta que se certifique que no sufrirá más infecciones.
Durante las cirugías para extraerle las balas al desertor, que padece además tuberculosis y hepatitis B, se le encontraron parásitos intestinales que contribuyeron a infectar órganos afectados por los disparos. Esto muestra las condiciones de vida que soportaba el militar y constituye un reflejo de la actual situación que vive la empobrecida Corea del Norte, golpeada por las sanciones internacionales por sus programas de armas.
El médico dijo que el desertor, que muestra síntomas de “estrés psicológico severo y depresión”, ha escuchado K-pop (música popular surcoreana) y ha visto películas y algunas series de Hollywood, productos culturales prohibidos en su país de origen.
Las deserciones a través de la JSA no son muy comunes –se cree que ha habido cuatro hasta la fecha– y la más sangrienta se vivió en 1984, cuando un estudiante soviético cruzó al Sur durante una visita turística, ocasionando un intercambio de disparos que causó la muerte de tres soldados norcoreanos y uno surcoreano.
En promedio, unos 1.000 norcoreanos huyen a Corea del Sur cada año, pero la mayoría lo hace a través de China, y las cifras han caído desde 2011, cuando Kim Jong-un llegó al poder. La última vez que un soldado norcoreano desertó por la JSA fue en 2007.
EFE y REUTERS
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