Al menos 12 personas murieron ayer en un accidente aéreo en el sureste de Kazajistán, luego de que un avión operado por Bek Air cayó poco después del despegue y se estrelló contra un edificio. El avión Fokker 100 de doble turbohélice transportaba a 98 personas, incluidos cinco miembros de la tripulación, según informó el viceprimer ministro kazajo, Roman Sklyar, en una conferencia de prensa en Almaty.
Ocho personas, entre ellas el piloto del avión, Marat Muratbaiev, murieron en el acto; dos, después de ser transferidas al aeropuerto de Almaty, y otras dos fallecieron en el hospital. Entre las víctimas hay un general del ministerio del Interior, Rustem Kaidarov, de 79 años. Según la agencia de prensa Informburo.kz, una de sus periodistas, Dana Kruglova, también murió en el accidente.
El avión se estrelló en una zona habitada y destrozó una casa, pero las autoridades no dieron cuenta de ninguna víctima en tierra. Según el ministerio de Salud, 53 personas están hospitalizadas, entre ellas nueve niños. Diez adultos se encuentran en un estado de “extrema gravedad”. Entre los pasajeros había dos ciudadanos ucranianos, un kirguís y un chino.
El vuelo Z92100 despegó desde Almaty a las 7:05 a. m. en dirección hacia la capital, Nursultán, y a las 7:22 a. m. perdió altitud y se estrelló contra un edificio de dos pisos situado en la región de Almerek. Según el aeropuerto de Almaty, el aparato “golpeó la pista dos veces con la cola antes de despegar, después de lo cual se inclinó hacia la derecha, en un momento en el que el tren de aterrizaje estaba plegado”.
“Empezamos a perder altura y después comenzamos a tambalearnos: el ala izquierda; luego, el ala derecha. El avión empezó a temblar y a balancearse a la vez que ganaba altura. Después golpeó el suelo o un edifico”, relató a la agencia de prensa rusa Ria Novosti el pasajero Aslan Nazaraliev. “La mayoría de las personas muertas se encontraban en la parte delantera del aparato”, afirmó.
El viceprimer ministro confirmó que el avión había chocado con la pista en el despegue y que se pudo tratar de “un error del piloto o un problema técnico”. Las cajas negras fueron halladas, precisó Sklyar.
El ministerio del Interior anunció que se abrió una investigación por “infracción de las reglas de seguridad y de explotación de un medio de transporte aéreo”. Las imágenes publicadas por las autoridades permitían ver que el avión se partió prácticamente en dos partes.
Numerosos rescatistas, incluidos varios camiones de bomberos y ambulancias, así como la policía, se desplegaron en la nieve alrededor de las partes dañadas del fuselaje, cerca del área habitada. En un mensaje de condolencias publicado en Twitter, el presidente Kassym-Jomart Tokayev también aseguró que “los responsables serán castigados severamente de acuerdo con la ley”.
AFP