El ex vicepresidente de Zimbabue Emmerson Mnangagwa regresó este miércoles a su país y se reunió con altos cargos y responsables del partido en el poder, a dos dias de ser investido como nuevo presidente.
"Se reunió con el comité central del Zanu-PF en la base aérea de Manyame. Ya abandonó la residencia presidencial, donde fue informado de la situación actual. La investidura será el viernes" explicó uno de los asistentes, Larry Mavhima.
Exiliado desde su destitución el 6 de noviembre, Mnangagwa, de 75 años, sustituirá a Robert Mugabe, que dirigió el país con mano de hierro durante 37 años.
Bajo la presión del ejército -que tomo el control del país el 15 de noviembre de madrugada- y de las manifestaciones en la calle, Mugabe se resignó a dimitir.
Apodado el "cocodrilo" por su carácter implacable, Mnangagwa es un veterano del régimen, y cuenta con el apoyo del partido en el poder, el Zanu-PF.
Decenas de zimbabuenses celebran con pancartas la llegada del exvicepresidente expulsado Emmerson Mnangagwa, en la base aérea de Manyame
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Aron Ufumeli / EFE
Salvo algún golpe de efecto inesperado, Mnangagwa será investido presidente del país africano el viernes, tras su regreso al país.
El domingo, el partido Zanu-PF, que dirige el país desde su independencia en 1980, ya lo había elegido para sustituir a Mugabe, así como candidato para las elecciones presidenciales de 2018.
Al frente del Zanu-PF, está bien situado para dirigir la transición política después que Mugabe anunciase que deja las riendas del país. Toda una victoria para este fiel servidor del régimen, que desde hace años sueña con el poder.
Con la independencia de Zimbabue en 1980, Mugabe confió a Emmerson Mnangagwa importantes cargos y ministerios, como Defensa o Finanzas.
Hijo de un militante anticolonialista se unió en 1966 a las filas de la guerrilla independentista contra el poder colonial. Fue detenido y evitó la pena capital, aunque purgó una pena de diez años de prisión.
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