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África

Robert Mugabe, maestro de escuela, héroe nacional y tirano

Robert Mugabe.

Robert Mugabe.

Foto:EFE

El líder fue símbolo de la descolonización africana, pero fue presidente y dictador de Zimbabue.

Holman Rodríguez
Robert Mugabe fue un héroe de la independencia de Rodesia del Sur, país después llamado Zimbabue. En esa causa trabajó 20 años, la mitad de los cuales estuvo preso por ‘actividades anticolonialistas’.
Pero luego, durante 37 años, entre 1980 y 2017, manejó el país africano con mano de hierro como un dictador.
Por eso, tras su muerte, el viernes a los 95 años en Singapur, donde estaba hospitalizado desde abril, es probable que más personas lo recuerden como un dictador viejo, torpe y asesino que hundió la economía del país, que como un héroe revolucionario.
El sucesor de Mugabe, Emmerson Mnangagwa, que llegó al gobierno después de que los propios fieles de Mugabe lo echaron del poder en 2017, dijo que el exmandatario pasó a ser “héroe nacional”.

De educador a dictador

Mugabe recibió su educación primaria y secundaria en la escuela misionera Empandeni, de la que a los 17 años egresó como profesor de primaria, función que desempeñó en varias escuelas del país.
En 1948 viajó a Sudáfrica y allí se licenció en letras por la Universidad de Fort Hare en 1951, cuando comenzó a interesarse en la política, y continuó su carrera en escuelas cristianas.
Robert Mugabe y su esposa Grace en la celebración del día de la Independencia en Zimbabue, en 2017.

Robert Mugabe y su esposa Grace en la celebración del día de la Independencia en Zimbabue, en 2017.

Foto:AFP

En 1960 regresó a su país y se unió a las filas de la Unión Popular Africana de Zimbabue (Zapu), para luchar contra el régimen racista dominado por la minoría blanca (que era el 3 por ciento de la población total, pero dueña del 70 por ciento de las tierras), que había implantado el régimen del apartheid.
Fue arrestado dos veces: la primera, entre septiembre y diciembre de 1962, y otra entre marzo y abril de 1963, cuando logró fugarse hacia Tanzania, en donde, con el reverendo Ndabaningi Shitole, fundó la Unión Nacional Africana de Zimbabue (Zanu), en la que Mugabe ejerció como secretario general, y adquirió una postura más radical que la del Zapu.
Regresó al país de forma clandestina, pero fue arrestado y condenado a diez años de prisión. En ese lapso obtuvo su título de derecho en la Universidad de Londres, a través de un curso por correspondencia.
Mientras estuvo en prisión, Rodesia del Sur se independizó, pero quedó bajo un gobierno racista blanco, liderado por Ian Smith. Tras cumplir su condena, Mugabe se trasladó a Mozambique y asumió la presidencia del Zanu.
El ‘camarada Bob’, como lo llamaban, creó un brazo armado del partido, el Ejército de Liberación Nacional Africano de Zimbabue (Zanla), con el que se perpetraron acciones guerrilleras. En este periodo recibe apoyo militar de China y Corea del Norte.
Mugabe se dio a conocer entre sus compatriotas como alguien intransigente, pero a la vez como una persona inteligente y con gran devoción cristiana.
Un documento publicado este jueves por 115 organizaciones de la sociedad civil de Zimbabue pide al presidente Robert Mugabe que dimita y a los militares que mantienen intervenido el país que restauren el orden constitucional para que se lleve a cabo una transición democrática.

Un documento publicado este jueves por 115 organizaciones de la sociedad civil de Zimbabue pide al presidente Robert Mugabe que dimita y a los militares que mantienen intervenido el país que restauren el orden constitucional para que se lleve a cabo una transición democrática.

Foto:Philimon Bulawayo / Reuters

En 1976 se alía con el Frente Patriótico (PF), reconocido por llevar a cabo diversas misiones de sabotaje y atentados contra el régimen de Smith y su asesor, Abel Musorewa.
El 3 de marzo de 1978, Smith, Musorewa y un político moderado llamado Jeremiah Chirau firmaron el Acuerdo de Salisbury, consistente en que Smith transferiría el poder hacia la población negra, que representaba el 97 por ciento del total.
Sin embargo, Mugabe se opuso, puesto que el acuerdo también tenía las intenciones de debilitar su imagen, por lo que estableció relaciones con la Organización para la Unidad Africana y el Movimiento de Países No Alineados, con el fin de negociar una real independencia.
Los términos se discutieron en Lancaster House, Londres, el 10 de septiembre de 1979; allí se estableció el principio de que no habría ningún tipo de ventaja para la minoría blanca zimbabuense. Los acuerdos concluyeron el 12 de diciembre, poniendo fin al dominio blanco en el país y con la apertura a elecciones democráticas.
Pero estas no fueron del todo equitativas, porque se estableció que la quinta parte del Parlamento quedaría reservada para la minoría blanca.
Aun así, el partido de Mugabe logró apoderarse de 57 de los 80 escaños del Parlamento, y él fue elegido primer ministro, mientras que Canaan Banana asumió la presidencia del país.

‘Piel de oveja’

Desde el comienzo, Mugabe buscó establecer buenas relaciones con la minoría blanca, pues tenían formación técnica y profesional, y si se iban, podrían generar inestabilidad económica en el país, sobre todo en el terreno agrícola, una de las principales fuentes económicas del país.
A su vez, pactó con Londres la permanencia de un sistema parlamentario multipartidista que tendría una validez mínima de 10 años.
En la década de 1980 se aprobaron varias leyes para reducir las diferencias salariales. En 1988, la ley otorgó a las mujeres, al menos en teoría, los mismos derechos que a los hombres.
Mientras fortalecía las relaciones con la población blanca, Mugabe y sus partidarios instauraron una política de carácter tribalista para asegurar el poder de la población negra en el país, por lo que incitaron hostilidades étnicas.
El expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela y su homólogo de Zimbaue Robert Mugabe, durante una visita del primero en Harare, en 1998.

El expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela y su homólogo de Zimbaue Robert Mugabe, durante una visita del primero en Harare, en 1998.

Foto:Reuters

Las tensiones entre los diferentes partidos y sus militantes dio origen, en 1981, a una guerra civil que se prolongó hasta 1987 y en la cual se hicieron operaciones de limpieza étnica, ejecutadas por los militares.
Luego de suprimir la ley que reservaba una quinta parte del Parlamento para la minoría blanca, Mugabe cambió la Constitución y convirtió a Zimbabue en una república presidencialista.
En sus primeros años de gobierno buscó la cooperación con China y alentó a los granjeros de origen británico a permanecer en el país, con lo cual consiguió que Zimbabue se convirtiera en uno de los mayores productores agrícolas.
Redujo el analfabetismo hasta situarlo en menos del 10 por ciento y logró un alto crecimiento económico.
Pero, a finales de la década de 1990, la economía empezó a decaer y en febrero de 2000, antiguos combatientes zimbabuenses de la guerra contra el régimen racista ocuparon propiedades de granjeros blancos, dueños de la mayoría de las mejores tierras.
Mugabe afrontó un deterioro de la situación social e impulsó una reforma agraria que ocasionó un bloqueo económico de Estados Unidos y la Unión Europea.
En las elecciones de 2002 resultó elegido de nuevo, aunque los comicios fueron denunciados como fraudulentos.
Las elecciones de 2008 dieron otra vez como vencedor a Mugabe tras el retiro de la oposición, pero ese año la inflación se calculaba en un 10.000 por ciento anual, y meses después llegó al 50 millones por ciento y el desempleo subió al 80 por ciento. Se cerraron empresas, se encarcelaron empresarios, y en plena crisis, el Gobierno imprimió billetes de altísimas denominaciones (hasta de 100 billones de dólares de Zimbabue), lo que motivó el retorno al sistema de trueque.
En Zimbabue se tuvieron que imprimir billetes de altísimas denominaciones para afrontar la hiperinflación entre 2008 y 2009. Hubo hasta de 100 billones de dólares zimbabuenses.

En Zimbabue se tuvieron que imprimir billetes de altísimas denominaciones para afrontar la hiperinflación entre 2008 y 2009. Hubo hasta de 100 billones de dólares zimbabuenses.

Foto:AFP

Mugabe siempre se manifestó en contra de la comunidad LGBT y la homosexualidad en general, pero su vida política comenzó a decaer, por lo que aumentó la represión policial y militar.
En noviembre de 2017 renunció luego de que los militares tomaron el control del país y su propio partido lo amenazó con un juicio político.
INTERNACIONAL
* Con Bloomberg
Holman Rodríguez
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