Uno de los lugares primigenios en la historia de la humanidad lo posee la Reserva Natural del Omo, en Etiopía. Allí, dicen los especialistas, se pueden encontrar los restos paleontológicos más antiguos del mundo que pueden dar pistas sobre el proceso evolutivo del hombre.
En este lugar habita una de las tribus más arraigadas al pasado. Culturalmente conservan tradiciones, vestimentas y rituales milenarios que no han tenido una influencia moderna u occidental considerable en sus costumbres.
En esta región habitan diversas comunidades originarias como: Los Hamer, Karo, Suri, Nyangatom Kwegu y Dassanech, que pueden entrar en confrontación por los diversos recursos que ofrece este país dividido por la selva y el desierto.
Sin duda todos sus pueblos llevarían a cualquier extranjero que quiera compartir con ellos a un viaje miles de años al pasado, pero entre todas ellas resalta la tribu de Los Mursi, los más extravagantes y sanguinarios de todo el continente africano.

Esta comunidad vive de la ganadería: cada cosa que comercializan es negociada con reses.
iStock
La Reserva del Omo no solo es patrimonio de la humanidad por los rezagos de los primeros homo sapiens que caminaron sobre la tierra, sino por la diversidad cultural tan típica como ancestral que se puede hallar en este maravilloso paraje.
Los Mursi controlan la mayor parte de la reserva con una población de 9 mil personas distribuidas en diferentes poblados a lo largo del territorio. Son asiduos guerreros que, hasta el día de hoy, luchan a muerte entre ellos y con otras tribus para conseguir lo que necesitan.
Tienen su propio idioma: el mursi, que es perteneciente a las lenguas Nilo- Saharianas, y tienen una religión que consta de una extensa mitología con una fuerte conexión entre los vivos y los muertos.
Ellos no necesitan de la tecnología, solo de las armas y de sus costumbres para sentirse a gusto en su territorio.
(Puede leer: Paciente con ELA sobre Martha Sepúlveda: 'el regalo más sagrado es la vida').
Los Mursi están fuertemente armados debido al rezago del colonialismo italiano que estuvo presente hasta 1941, cuando el último monarca de Etiopía, Haile Selassie, expulsó a las tropas de Mussolini con ayuda del ejército britanico durante el marco de la Segunda Guerra Mundial.
De ahí que toneladas de armamento quedaran distribuidas por el territorio.

Los Mursi se han armado debido al rezago de la guerra fría en Etiopía.
iStock
Por otro lado, la guerra civil de los años 70 para derrocar el imperialismo de Selassie y el conflicto de finales de los 80 y principios de los 90 contra el gobierno socialista de Mengistu provocó que Etiopía entrara a ser una de las naciones en disputa de la guerra fría.
Lo anterior hizo que el país se enfrascara en una pelea a muerte financiada por los soviéticos y los Estados Unidos.
El saldo: dos guerras civiles y un estimado de dos millones de muertos.
En este contexto, se encontraba la tribu de Los Mursi, que fueron influenciados por el uso de armamento para proteger sus territorios, sus mujeres y su ganado. Por ello es normal verlos con armas típicas de los años 80.
De igual forma, esta tribu ya se consideraba una de las comunidades ancestralmente guerreras.
Las comunidades se han adaptado al turismo y han empezado a adquirir una economía alternativa al cobrar a fotógrafos cierta cantidad de dinero por cada foto.
Sin embargo, a aquellos turistas que quieran ir a tomarse fotos con ellos se les advierte del riesgo que corren al entrar en su territorio, pues pueden ser asesinados si son considerados como una persona potencialmente peligrosa.
(Le puede interesar: ¡Pilas! Esta es una de las posiciones del kamasutra peligrosa para hombres).

Más de dos millones de personas murieron en las guerras civiles de Etiopía.
iStock
Un rezago perturbador del colonialismo histórico que ha vivido el África quedó al día de hoy en la comunidad Mursi: las mujeres modificaban su cuerpo para ser ‘feas’ ante los ojos del colonizador blanco y así impedir ser secuestradas para ser llevadas a Europa como sirvientas.
Es así como empezaron a utilizar discos de gran tamaño para malformar su labio inferior, algo así como una expansión de un piercing.
Ahora bien, después de que la colonia saliera del territorio, esta costumbre pasó a ser un ritual característico dentro de las mujeres de la comunidad, a tal punto que ahora es un signo de belleza muy buscado entre los hombres de la comunidad. Es decir, entre más grande el disco más atractivas son las mujeres.
Por otro lado, el Dunga, ‘deporte’ tradicional de este pueblo, consta de luchar en algunas ocasiones hasta la muerte.
En esta práctica pueden perder desde ojos hasta extremidades solo por demostrar jerarquía dentro del grupo.
El fin del ritual es golpear con palos de bambú modificados hasta que alguno de los dos caiga. Quien quede en pie podrá elegir una mujer.
Rubén Díez o 'Lethal Crysis', como es conocido en la plataforma de YouTube, estuvo con esta comunidad durante algunos días y retrató la interacción y la forma de vida de Los Mursi.
(También: El triste final del ‘Tarzán de la vida real’ tras rescate sin su voluntad).
Otra conducta violenta tiene que ver con el cuidado de sus reses. Esta es una comunidad netamente ganadera, por lo que la lucha por el territorio ha desencadenado batallas campales con otras tribus.
Todo lo que ellos comercializan lo hacen utilizando a las vacas como una moneda: mujeres, comida, territorio y hasta el agua son intercambiados dependiendo de las reses que puedan negociar.
También son nómadas, así que cada dos o tres años, dependiendo de las necesidades de su ganado, se trasladan a otro lugar.
Finalmente están las escarificaciones, una parte esencial de la tribu y una de las razones por las que son consideradas una de las más violentas y peligrosas. Esto tiene que ver con la modificación corporal mediante cicatrices para simbolizar la cantidad de personas que han asesinado.
En este orden de ideas, un individuo con la piel marcada denota respeto y valentía dentro de su poblado.
Por todo lo anterior es que a muchos extranjeros se les advierte del peligro de concurrir los territorios Mursi.
¿Cuánto dinero ganó Mia Khalifa haciendo contenido para adultos?
A una yegua embarazada le organizaron baby shower 'con bombos y platillos'
La 'queja' que dejó un ladrón en apartamento en que no halló qué robar
Tendencias EL TIEMPO