Una epidemia de fiebre hemorrágica del Ébola se declaró en el noreste de la República Democrática del Congo, donde causó tres muertos desde el 22 de abril, anunció este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un comunicado.
El brote se produjo en una zona de bosque ecuatorial en la provincia de Bajo Uele, fronteriza con la República Centroafricana.
La última epidemia de ébola en la República Democrática del Congo se remonta a 2014, cuando dejó 49 muertos.
El brote se produjo en el noreste del país, en una zona de bosque ecuatorial en la provincia de Bajo Uele, fronteriza con la República Centroafricana, indicó la OMS en un comunicado. En una declaración por televisión, el ministro de Salud, Oly Ilunga, confirmó la epidemia y pidió a la población "no caer en el pánico".
El gobierno "acaba de tomar todas las medidas necesarias para responder con rapidez y eficacia a esta nueva epidemia", aseguró.
La OMS dijo que "trabaja en estrecha colaboración" con las autoridades congoleñas "para facilitar el despliegue de los materiales de protección y del personal para reforzar la vigilancia epidemiológica y controlar muy rápidamente la epidemia", que surgió en una zona de difícil de acceso.
El país ha sufrido siete epidemias de ébola, la última en 2014, declarada al mismo tiempo que la que afectó el oeste de África. La epidemia congoleña era diferente a la del oeste africano, la más grave que se haya declarado y que dejó más de 11.000 muertos en Guinea, Sierra Leona y Liberia entre 2013 y 2015.
En la RDC, la epidemia fue contenida más rápidamente y oficialmente dejó 49 muertos menos de tres meses después de que la autoridades declararan el brote. La ONU se felicitó entonces del "inmenso trabajo" de las autoridades de Kinshasa y de sus socios (OMS o Médicos Sin Fronteras) contra la enfermedad.
La epidemia de 2014 se había declarado en una región enclavada de la provincia de Ecuador (noroeste), en pleno bosque ecuatorial, en el distrito de Boende (800 km al noreste de Kinshasa).
Las autoridades sanitarias habían registrado entonces 66 casos confirmados en laboratorio o sospechosos, dejando así una tasa de mortalidad de
74,2%, según datos oficiales.
La epidemia de ébola declarada el viernes es la octava que afecta al país desde el hallazgo de este virus en territorio congoleño en 1976.
El tiempo de incubación del virus es de 21 días. Según la OMS los primeros equipos de especialistas de la lucha contra la enfermedad podrían llegar a la zona afectada dentro de las 48 horas. "La zona sanitaria de Likati (a unos 1.300 km de Kinshasa) es de difícil acceso pero el trabajo de seguimiento de los casos es crucial para contener la epidemia en su foco", indicó la OMS señalando que la RDC "dispone para ello de recursos humanos muy experimentados para la lucha".
Sin embargo, la OMS pidió la colaboración de otros socios "para una respuesta multisectorial coordinada y apropiada".

Nuevo brote de ébola en República Democrática del Congo. Van tres muertos, dice la OMS.
Efe
La organización médica Alima (Alliance For International Medical Action) anunció en un comunicado que su equipo de investigación se dirige a Likati "con material de protección y medicamentos para tratar los casos sospechosos y confirmados".
Y a ese grave problema de salud se le suma que unos 20.563 refugiados de la República Democrática del Congo (RDC) han huido a Angola desde principios de abril debido a la inseguridad y la violencia en la región de los Kasai, informó este viernes la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur).
En una rueda de prensa, el portavoz de Acnur Andrej Mahecic señaló que un flujo continuado de refugiados sigue cruzando a Dundo, capital de la provincia norteña de Luanda.
Solo en los últimos días más de 3.000 personas llegaron allí, indicó el portavoz.
El Ejército angoleño transporta a los refugiados recién llegados, entre los que hay personas gravemente heridas y con quemaduras, desde puntos fronterizos a dos centros de recepción en Cacanda y Moussunge o a un hospital local.
Ese hospital ya atiende a unas 70 personas con heridas graves y quemaduras, dijo el portavoz.
Acnur indicó que los centros de recepción en Angola ya no tienen capacidad para acoger a todas las personas que llegan a diario, por lo que la agencia de la ONU asesora a las autoridades para identificar un lugar adecuado a unos 50 kilómetros de la frontera, para reubicar a los refugiados desde instalaciones temporales.
Igualmente proporciona alimentos y material de primera necesidad a los congoleños recién llegados a Angola y levanta tiendas de campaña y distribuye lonas de plástico a los más vulnerables.
Hasta el momento Acnur y sus socios han podido registrar 11.000 refugiados, de los que el 70 % son mujeres y niños. Acnur y Unicef responden además a un cada vez mayor número de menores no acompañados y separados de sus padres que requieren atención inmediata.
La República Democrática del Congo sufrió una epidemia de ébola en el 2014, cuando el mal dejó 49 muertos
Para poder seguir atendiendo a los congoleños que huyen a Angola, Acnur pide 6,5 millones de dólares. Una ola de violencia a gran escala estalló en julio pasado en la provincia de Kasai Central y se expandió a las vecinas Kasai y Kasai Oriental, cuando el Gobierno no reconoció la autoridad del líder de la región, Kamuina Nsapu.
En agosto, Kamuina Nsapu murió a manos del Ejército y, ante la negativa de devolver el cuerpo de su líder, sus seguidores comenzaron a atacar a civiles, militares e instituciones estatales.
El Gobierno entregó en abril el cuerpo de Nsapu a su familia, que nombró a su sucesor, Kabeya Jacques Ntumba Mupala, en un intento de frenar la ola de violencia, pero ésta continúa.
KINSHASA (AFP-Efe)