Contra todo pronóstico, y a pesar de la llegada del Covid-19, el 2020 fue el año estrella para el campo en Colombia pues fue uno de los sectores que aportó para la recuperación económica y social de las regiones. Precisamente, a la par con la construcción, registró el mayor crecimiento y contribución al PIB nacional.
Así lo dio a conocer Rodolfo Enrique Zea Navarro, ministro de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, en el primer foro Intersectorial: ‘Construcción y agricultura presentes en la recuperación económica y social desde las regiones’, organizado por la Federación Nacional de Departamentos (FND), un espacio que además de integrar a los sectores público y privado también incluyó a la academia con el fin de encontrar los ‘cuellos de botella’ y propiciar soluciones frente a temas como el uso de suelo, la brecha digital, la planeación y el mejoramiento en los pagos para los agricultores.
Cundinamarca, Boyacá, Santander y Norte de Santander, la región Centro Oriente, juegan hoy un papel determinante para la reactivación económica y social del país, ya que concentran gran parte de la zona rural colombiana. Abarcan una población de 7 millones de habitantes, similar a la de Hong Kong o Paraguay, y concentran el 16% del PIB nacional, lo que convierte a los cuatro departamentos en eslabones para la economía de Colombia.
“La región Centro Oriente concentra a cuatro de los diez departamentos más competitivos e innovadores. Reúne la mayor participación del turismo interno y cuenta con más de diez de las principales atracciones turísticas del país. Asimismo, es un corredor estratégico para transporte y comercialización de productos”, señaló Nicolás García, presidente de la FND y gobernador de Cundinamarca.
Precisamente, la construcción y la agricultura en Cundinamarca son los grandes generadores de empleo y de economía, ya que el departamento tiene el 97% de su territorio en la ruralidad y cuenta con municipios que, por naturaleza, propician un crecimiento en la construcción de vivienda.
Sin embargo, pese a que el agro contribuyó 6.8% al PIB nacional en 2020 y la cadena de agroalimentos del país fue la única que registró una dinámica positiva en sus exportaciones alcanzando los 7.856 millones de dólares, durante el foro intersectorial se hizo énfasis en la importancia de resolver uno de los mayores retos y problemas que aquejan al sector: la tercerización, donde el pago final no va para el campesino, que es quien produce, sino para el intermediario, situación que, según los panelistas, ha provocado que hoy los jóvenes no quieran estudiar temas relacionados con el trabajo y manejo del campo.
“La agricultura es la base de Cundinamarca y Boyacá, por eso el próximo 15 de julio se abrirá la Agencia Comercial de Cundinamarca, una entidad creada por ordenanza departamental cuyo fin es eliminar la intermediación y hacer que quien cultiva en su finca sea quien venda directamente en Bogotá, eliminando hasta ocho intermediarios que están dentro de la cadena de comercialización, generando que la plata no le quede al pequeño productor”, sostuvo García.
Con la apertura de esta nueva Agencia se espera realizar la entrega de 15.000 millones de pesos en tractores; 20.000 millones de pesos en insumos, semillas y fertilizaciones a pequeños productores y asociaciones; y para trabajo genético en ganadería, 16.000 millones de pesos a pequeñas asociaciones que hay en el departamento. Todo esto sumado a una inversión superior al billón de pesos en infraestructura y a un billón de pesos en saneamiento básico, para permitir una reactivación real.
Con la apertura de esta nueva Agencia se espera realizar la entrega de 15.000 millones de pesos en tractores; 20.000 millones de pesos en insumos, semillas y fertilizaciones
“Lo que nos dio seguridad alimentaria fue la labor de los campesinos y transportadores; ellos fueron los héroes. No obstante, como parte de la investigación nos hemos encontrado con que el agro sostiene tres debilidades: sigue existiendo el acaparamiento y la especulación, ya que no hay claridad de cómo llegar directamente del campo a la mesa. Segundo, el cambio climático, pues hay varios alimentos que hoy consumimos y que a largo plazo pueden dejar de existir. Tercero, la brecha digital, pues no tenemos comunicación total del territorio”, explicó Hernán Porras, rector de la Universidad Industrial de Santander.
Frente a dichas problemáticas, el ministro de Agricultura destacó el trabajo que desde el Gobierno Nacional se viene adelantando para dar solución a los pequeños y medianos productores.
“Para este año, el Gobierno tiene líneas especiales de créditos por 1.5 billones de pesos, de los cuales 500.000 millones ya se han desembolsado en su gran mayoría a pequeños y medianos productores. Frente a la comercialización, se viene avanzando a través de ‘Agricultura por Contrato’, un programa con 155.000 productores que ya registra ventas por más 1.3 billones de pesos. Se espera que para finales de año lleguemos a los 230.000 pequeños productores que puedan vender para cosechar con contratos estables y precios justos”, sostuvo Zea.
Asimismo, el Ministro enfatizó que avanza el trabajo con el ministerio de las TIC para mejorar la conectividad rural y así poder tener extensión agropecuaria o asistencia técnica de manera digital, que permita acortar la brecha de comunicación con las zonas rurales y sus pobladores.

El foro sobre agricultura e infraestructura se llevó a cabo en Mosquera, Cundinamarca.
Héctor Fabio Zamora / El Tiempo
La construcción se convirtió en el reto más grande para la reactivación económica. La pandemia cambió la forma de pensar, de trabajar y hasta las preferencias de los citadinos, quienes hoy por hoy ya están buscando vivir en zonas rurales. Durante el 2020 y lo corrido del 2021 se ha reportado un crecimiento del 35% en adquisición de vivienda VIS. De hecho, fue el primer sector en reactivarse con todos los protocolos de bioseguridad.
Adicionalmente, la construcción de vivienda representa entre el 3% y 5% del PIB a nivel nacional y, según el BBA Research, esta será la actividad que impulsará la recuperación económica. De hecho, para el 2021 se estima que pueda crecer en un 8% del PIB nacional.
“En la región Centro Oriente, la construcción genera 500.000 puestos de empleos directos y 700.000 indirectos, convirtiéndolo en un sector que encierra la reactivación. Cada colombiano que logra tener trabajo es un colombiano que lleva el sustento a su hogar. Ahora bien, por cada metro cuadrado que logremos construir en el país jalonamos 36 subsectores, es decir, el 54% del aparato productivo del país”, indicó Sandra Forero, presidenta de Camacol.
Tan solo en 2020, uno de los grandes logros del sector construcción en medio de la pandemia fue que 135.000 hogares en Colombia accedieran a una vivienda de interés social, en gran medida por la reinvención de las constructoras y el trabajo entre los sectores público y privado.
Un ejemplo de ello es lo expuesto por Roberto Moreno, presidente de la constructora Amarilo, quien durante el foro intersectorial señaló que la virtualidad obligó a innovar, no solo en la forma de dar a conocer los proyectos, sino que también en la implementación de sistemas constructivos y la disminución del impacto ambiental para buscar el equilibrio entre lo urbano y el medioambiente.
En la región Centro Oriente, la construcción genera 500.000 puestos de empleos directos y 700.000 indirectos, convirtiéndolo en un sector que encierra la reactivación.
“Nosotros creamos el programa 'Casa desde casa' el cual consistía en que cualquier miembro de la familia podía pasar por una sala de ventas y agendar una cita virtual desde la casa junto al resto del núcleo familiar para hacer un tour virtual por todo el proyecto”, puntualizó Moreno.
En febrero del 2020, constructora Amarilo registró ventas de 17.000 viviendas en Colombia, mientras que en abril solo lograron vender 5.000, aunque todas ellas de manera virtual, lo cual han denominado como un rotundo éxito.
Por su parte, Pablo Echeverri, presidente de la Constructora Capital, también enfatizó en que el crecimiento del sector de la construcción no habría sido posible de no ser por el dinamismo en el trabajo público-privado, facilitando el acceso y compra de vivienda a través de la entrega de subsidios y la reducción en las tasas de interés.
“Ahora, todos nuestros lanzamientos son virtuales. Se pueden atender a 1.500 familias diarias: 60 asesores atienden a 60 familias simultáneamente. En los últimos 12 meses se ha vendido 77.000 unidades de vivienda en Bogotá y Cundinamarca relacionadas con el modelo virtual, un equivalente al 38% de crecimiento con respecto a los 12 meses anteriores”, dijo Echeverri.
No obstante, aún siguen siendo varios los retos a corto, mediano y largo plazo. De acuerdo con Sandra Forero, algunas de las dificultades que enfrenta Colombia en materia de construcción son los Planes de Ordenamiento Territorial (POT); los trámites, que demandan mucho tiempo y, en algunas ocasiones, generan retrocesos por falta de acompañamiento; las licencias de construcción para poder atender la demanda; y la demora en la iniciación de las obras a causa del sobrecosto en materias primas como el acero.
“A Colombia le falta entender que el territorio se ordena con visión a largo plazo. Hay que ganarle la carrera a la informalidad, la construcción formal es uno de los caminos más importantes para proteger el medioambiente. En Colombia, 37 de cada 100 viviendas se hacen de manera informal y esos colombianos también tienen derecho a una vivienda digna. Por otro lado, el tema de trámites es tenaz. Es insólito que, en Colombia, para poner un ladrillo formal, toque sacar 64 trámites adelante”, sostuvo Forero.
Por esta razón, entre los panelistas coincidieron en la importancia del fortalecimiento institucional para la agilización de los trámites, el refuerzo y construcción de herramientas para los municipios y el acompañamiento constante para garantizar una óptima asesoría.
"Estamos acompañando a los municipios para que las constructoras pueden desarrollar sus proyectos, para esto nos aliamos con Camacol, llevando tranquilidad a los mandatarios locales, incrementando la vivienda y compensaciones ambientales. También hemos propuesto ajustes en el Plan de Ordenamiento Territorial para Bogotá, beneficiando al territorio”, manifestó el gobernador Nicolás García.
Finalmente, el equipo de panelistas de este primer foro, de los seis que se tienen proyectados durante el 2021, destacó la apertura de este espacio para avanzar en el desarrollo urbano, vivienda y la reactivación. Entre las conclusiones que quedaron sobre la mesa están: la importancia de fortalecer el acompañamiento de los municipios para el desarrollo de los territorios; el fortalecimiento del buen relacionamiento entre lo local y lo regional, contribuyendo a la formación y enriquecimiento del capital humano, natural y económico; y la articulación público-privada en beneficio de la información, nuevas oportunidades y gestión de recursos.
* +CONTENIDO, un proyecto de contenidos editoriales especiales, con el apoyo de la Federación Nacional de Departamentos.
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