El inicio de clases siempre significa un dolor de cabeza para la mayoría de los padres de familia, ya que esto implica la compra de útiles escolares, los cuales representan un gasto de dinero. Sin embargo, no es un secreto que esta pandemia ha replanteado todas las diferentes actividades tanto a nivel social como individual, pero sobre todo la que más ha marcado la diferencia, es la del entorno profesional y académico, tanto así que no solo las instituciones de educación sino también las familias piensan como reducir costos, y por ende ser más competitivos.
Muchas familias están pensando, que el uso de las tecnologías puede en cierta manera apaciguar los altos costos en los útiles escolares, ya que en muchos casos no se requerirán de cuadernos y otros materiales educativos, que serán reemplazados por aplicativos o sistemas operativos que permiten registrar lo realizado en las aulas de clase. De igual forma, se podrán utilizar plataformas que no tienen costo alguno, ya sea porque el gobierno o algunas empresas privadas las facilitan de forma gratuita o por convenios, en donde existen muchos materiales como cartillas, textos, talleres, informes y vídeos, entre otros.
Como consecuencia de la nueva realidad que se vive, hasta las exigencias de los colegios han presentado variaciones. De acuerdo con Wilson Solano Rodríguez, docente y coordinador área económica de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad El Bosque, “años atrás, podría pensarse que útiles inútiles serían los tapabocas y gel desinfectante, pero con esta situación serán indispensables en medio de esta pandemia, pero no se podrán solicitar por los colegios es de forma desmedida (por 500 o más de 1000 unidades)”.
Solano, continúa exponiendo que “lo que sí parece absurdo, es que muchos colegios continúan pidiendo útiles inútiles como, guantes de cirugía, ya que se comprobó científicamente que no son necesarios en esta pandemia y que probablemente su inadecuada manipulación genera más inconvenientes.
Los expertos en el tema también hacen una lista de los materiales que definitivamente el estudiante no necesitará y que el no comprarlo no le presentará ninguna dificultad en el transcurso de su año escolar.
Dentro de la lista están: los marcadores, acuarelas, cartulinas, colores, borradores, tajalápiz, block de hojas, ya que según Solano, “estos deberán ser reemplazados en cierta medida, sin olvidar las manualidades y el arte entre otros, por el uso de las plataformas, en donde el estudiante a través de su equipo de cómputo podrá desarrollar mejores competencias tecnológicas”.
A su vez, el docente considera que muchas instituciones educativas continúan solicitando diferentes tipos de juegos físicos por cada estudiante, como; loterías, bingos, rompecabezas, monopolios, entre otros. Los cuales con el tiempo, también tendrán que reinventarse para una niñez y juventud con más apego a las tecnologías como los celulares y tablets.
Por su parte, Edgar Hernán Ávila Gil, director del Instituto de Posgrados FCE, de la Universidad Libre, considera que elementos como sellos con el nombre completo del estudiante, caja de bolsas ‘ziploc’, cajas organizadoras, pañitos húmedos, botas pantaneras, bolsas para la basura, platos y vasos de plástico, escobas, traperos y papel higiénico, son más para el uso del colegio y no del estudiante y es la institución educativa la que debe proveer los elementos de aseo”.
Con respecto a esto, María Fernanda Hernández Beltrán, directora de la Licenciatura en Educación Infantil y PIU Universidad de la Sabana, complementa que los padres no deben comprar elementos que no están acorde con la edad y momento de desarrollo de los niños. Por ejemplo, esferos o lápices para un niño de preescolar. Igualmente los materiales que son utilizados en las oficinas y que no sean utilizados en la actividad educativa como, tinta para impresora, grapadora, entre otros.
Solano asegura que, “actualmente los colegios están obligados a orientar a las familias sobre los materiales educativos (útiles, uniformes y textos escolares), tarifas de matrículas y pensiones, calendario y jornada escolar cada año, por disposición del Ministerio de Educación Nacional”.
Tanto así, que es importante que las familias participen en la aprobación de las listas de materiales educativos a través de sus representantes ante el Consejo Directivo, en donde se garantice que todos los materiales deben guardar relación con el currículo de cada grado.
Cabe resaltar que, “los útiles escolares son una necesidad y un derecho de los estudiantes, en ese sentido, los padres de familia deben proveerlos, aunque, no es obligatorio que los padres de familia entreguen todos los materiales solicitados a comienzo de año, pueden hacerlos llegar en el momento y cantidades que se requieran”, así lo recomienda Hernández.
Sin embargo, Ávila, asegura que “los padres están en el derecho de elegir la marca de los útiles, según se ajuste a su presupuesto y solicitar la devolución de los que no fueron utilizados durante el año escolar ya que aminora los gastos del siguiente año”.
Al momento de hacer las compras escolares, Ávila, aconseja “revisar útiles de años anteriores, decorarlos y reutilizarlos, comparar precios y marcas, para escoger la mejor opción costo y beneficio”.
Complementariamente Solano, “recomienda que las familias destinen parte de sus primas salariales tanto de mitad de año como la de fin año, para los diferentes gastos escolares, en donde el factor calidad sea el referente de los productos y servicios que van a tomar el estudiante durante todo el año. Caso específico en esta situación de pandemia, es la compra de un buen equipo de cómputo, que le permitirán de una forma u otra maximizar o utilizar mejor los diferentes programas y plataformas, ya que podrán además ser utilizados por varios años”.
Además de esto se sugiere consultar en la página web a cada uno de los proveedores tanto de las editoriales como de los diferentes materiales requeridos, ya que en algunos casos estos podrían salir un poco más económicos, y en especial detenerse a leer los comentarios de otros padres de familias sobre la calidad y servicios de estos.