Las ingenierías Mecatrónica y Biomédica son dos de las profesiones que han marcado tendencia y generado una alta demanda en tiempos de coronavirus. Según el Sistema de Información de la Educación Superior (Snies), ambas carreras presentaron un repunte del 11 por ciento respecto a las solicitudes y matriculados que tenían en periodos anteriores.
Universidades como la Javeriana, Nacional, Santo Tomás, Piloto, Simón Bolívar, Autónoma de Occidente, Ean, EIA y ECCI, entre otras, cuentan con uno o ambos pregrados, por lo que es posible concluir que la oferta se distribuye prácticamente en todo el país.
En cuanto a Ingeniería Biomédica, este programa tiene 21 carreras con su nombre y cuatro están acreditadas (20 por ciento). Cabe destacar que este programa es ofertado por instituciones como la Universidad Militar, la San Buenaventura, la Manuela Beltrán, la Universidad de Los Andes, la U. Tecnológica de Bolívar (UTB), CES y Antonio Nariño, entre otras.
Según Georffrey Acevedo, director del programa de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad EIA, esta profesión es clave y estratégica para un país que quiere y tiene el potencial de hacer bien las cosas.
“De nada nos sirve pensar en una transformación digital si no tenemos las máquinas, los procesos de automatización y de industria 4.0 donde se apliquen tecnologías como el Internet de las Cosas para generar y transmitir los datos para un futuro análisis y mejora de los procesos”, advierte.
Para Acevedo, todo este trabajo pasa primero por la formación de un profesional que debe hacer que las cosas sucedan: se trata del ingeniero mecatrónico, quien está capacitado para desenvolverse en el marco de la revolución tecnológica actual y en las revoluciones por venir que -se presumen- cada vez más rápidas y profundas.
De otra parte, Marco Calderón, director del programa de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad de Caldas, señala que la Ingeniería Mecatrónica es un programa global, innovador y con visión del futuro.
Esto se demuestra en el análisis de los diferentes contextos, dado que es una carrera internacional; a su vez, fue concebida desde su inicio como una solución educativa a problemas de orden social y cultural a través del uso y la investigación en tecnología y en la aplicación práctica de los desarrollos científicos, entre otros puntos a considerar.
Para Camilo Ernesto Torres, director del programa de Ingeniería Biomédica de la Universidad Autónoma de Occidente, esta carrera ha tomado gran relevancia a nivel local, regional, nacional e internacional, pues su campo de estudio coincide con las necesidades inmediatas y proyectadas del mundo y de la región.
“Los países desarrollados están diseñando nuevas tecnologías que permiten no solamente diagnosticar y dar tratamiento a enfermedades, sino también monitorear el comportamiento fisiológico de los seres humanos con la utilización de tecnologías no invasivas”, señala Torres.
Igualmente, Guillermo Andrés Cano, director del programa de Ingeniería Biomédica de la Universidad Ecci, afirma que los principales valores competitivos de esta profesión hoy giran en torno al servicio al cliente, en el relacionamiento interno y externo; en el análisis de riesgo, especialmente en los temas de alta gerencia; y en el área de estrategia de operaciones, concretamente en la transversalidad entre área asistencial y el sector económico.