En la actualidad los biocombustibles se mezclan con la gasolina tradicional y el Acpm, otorgando a estos derivados del petróleo un porcentaje de bioetanol de caña de azúcar o biodiesel de aceite de palma para generar biocombustibles, de esta manera, aportan a la canasta de los energéticos líquidos.
La caña y la palma al ser de origen vegetal son energéticos renovables que contribuyen de manera contundente a la diversificación de la canasta energética, disminuyendo la dependencia a los combustibles fósiles.
Actualmente el sector transporte cuenta en Colombia con una capacidad instalada que equivale a descubrir un campo de 420 millones de barriles de petróleo producibles cada 20 años, no declinables, aportando así a la seguridad energética.
La producción de biocombustibles en el país equivale a una producción diaria de más de 50.000 barriles, es decir que en términos de petróleo equivalente, están en el top 5 de los campos más importantes del país.
“El transporte en Colombia se caracteriza por ser el sector con la más alta ineficiencia energética, habida cuenta que solo aprovecha como energía útil el 18% de la energía que consume, debido fundamentalmente al rezago y a la obsolescencia tecnológica del parque automotor. Valga decir que en el país uno de cada cuatro carros supera los 16 años de antigüedad. Este sector concentra el 54% del total de las pérdidas de energía del país, con un costo aproximado a los US $3.000 millones anuales. Luego este es otro frente que no debe escapar de la transición energética y la movilidad sostenible, pues la eficiencia energética es la mayor y mejor contribución que puede hacer el sector transporte a la movilidad sostenible”, comentó Amylkar Acosta, ex ministro de Minas y Energía.
El país es un referente en América Latina gracias a los beneficios ambientales, técnicos y económicos que ofrece el Gas Natural Vehicular (GNV), más de 1.800 buses dedicados 100% a GNV ruedan por las principales del país, ofreciéndoles a sus operadores diversas ventajas, entre las que destacan economía en el combustible, óptimo desempeño técnico y una importante contribución al ambiente y a la salud de los colombianos.
“A los beneficios medioambientales y de salubridad, se suman la mejora de la calidad y eficiencia de los combustibles, los que redundan en un mejor desempeño del motor, los biocombustibles contribuyen a la seguridad energética del país, dado que el porcentaje de la mezcla reduce el volumen de gasolina y diésel – motor consumido en 54.667 barriles/día, aproximadamente, limitando sus importaciones”. agregó Amylkar Acosta.
Por su parte, Elkin Cortés Marín, miembro del departamento de Ingeniería Agrícola y Alimentos, Universidad Nacional de Colombia, manifestó que “Colombia posee un gran potencial, para construir una gran industria de los biocarburantes. Desarrollar esta industria le ofrece al país la oportunidad de aprovechar sus ventajas comparativas, como país tropical con vocación agrícola (producción de biomasa) y suelos aptos para su cultivo. Además, se constituye en un reto científico-tecnológico para que los grupos de investigación, mediante un trabajo mancomunado e interdisciplinario con los sectores público y privado, concentren sus esfuerzos en el logro de desarrollos tecnológicos propios”.
La Federación Nacional de Biocombustibles, también afirmó que la industria de biocombustibles podría llegar a generar 49.000 empleos para la reactivación económica, en los próximos 12 años en el país. Según la Fedebiocombustibles, se plantea que por cada 7,5 hectáreas de palma de aceite se genera un empleo directo y 2,5 indirectos, lo que repercute con fuerza en la economía donde los productores están trabajando como son los departamentos de Magdalena, Atlántico, Cesar, Santander, Antioquia, Cundinamarca, Meta, Risaralda y Cauca.
“Los biocombustibles representan la alternativa de más rápida implementación que puede elegir el sector transporte hacia la transición energética que necesita el país. Como sector, además de aportar una fuente de energía renovable basada en el agro, representamos una solución a la lucha contra el cambio climático y un apoyo para el cumplimiento de las metas fijadas desde el gobierno en esta materia”, indicó Jorge Bendeck, presidente de Fedebiocombustibles.
Desde el 2005 esta industria se ha venido desarrollando con un aporte del 3,4% del PIB agrícola en Colombia y entrega más de 90 mil puestos de trabajo.
Otro de los principales y más evidentes beneficios de los biocombustibles para Colombia ha sido la huella ambiental favorable que dejan este tipo de cultivos y la utilización de sus derivados como mecanismo para frenar el impacto del cambio climático.
Así mismo, Econometría hace una estimación en la que se ve una reducción en la productividad como efecto de la muerte prematuras de más de 11 mil personas como resultado de la mala calidad del aire gracias al establecimiento de nuevas mezclas de biocombustibles como el B12.
“Esta es una industria muy valiosa para el país por su capacidad para generar empleo, crecimiento económico, la reducción del presupuesto nacional en temas ambientales y de salud; el aumento de empleos y la mejoría de la calidad del aire en el país. En los últimos años se han hecho muchos esfuerzos valiosos para impulsar su producción y esto ha dado sus frutos”, explicó Jorge Bendeck.
Finalmente, se calcula que, desde el inicio del Programa Nacional de Biocombustibles en Colombia, las mezclas de los biocombustibles con los combustibles fósiles han dejado de emitir a la atmósfera alta más de 28 millones de toneladas de gases de efecto invernadero y más de 7 mil toneladas de material particulado, lo que equivale a retirar de circulación entre 400 mil y 1,5 millones de vehículos al año.