Historias de amor, enfrentamientos filósoficos y dilemas éticos son algunos de los temas que se relatan en los libros que la revista LECTURAS recomienda en el mes de septiembre.
El niño en la cima de la montañaJohn Boyne
Salamandra
$ 51.000
“No puedo hablar de mis amigos (judíos), no puedo usar mi propio nombre, dijo Pierrot, frustado. ¿Hay algo más que no pueda hacer?”. Tras este reclamo infantil, empieza a desaparecer la inocencia del protagonista, un niño franco-alemán que, después de quedar huérfano, acaba viviendo en las entrañas del nazismo.
En tono de fábula, el escritor irlandés John Boyne (reconocido por su obra El niño con el pijama de rayas) nos relata la transformación del niño, que amén del adoctrinamiento en el nacionalsocialismo y su tentación de poder, termina convertido en Pieter, un déspota e impositivo adolescente sin escrúpulos. Con Hitler como personaje de reparto, el libro nos lleva con sutileza hasta situaciones que conmueven, como el asesinato, y nos hace cuestionar qué es “elegir el bando adecuado”. “Nunca finjas que no sabías lo que estaba pasando aquí. Tienes ojos y oídos… Ese sería el peor crimen de todos”, sentencia contra Pieter otra cómplice del horror nazi, cuando ya la guerra se ha perdido. Y allí el personaje inicia su confrontación final en busca de redención. ¿Podrá alcanzarla? Bien vale la pena leerlo para descubrirlo.Felipe Motoa Franco
Oona y SalingerFréderic Beigbeder
Anagrama
$ 79.900
“Esto no es una ficción”. Esa es la advertencia que hace el autor de Oona y Salinger en la primera línea del libro. Porque al final todo lo que pasa en esta novela es cierto, o casi. Aunque el tema principal es la historia del amor fallido entre el autor de El guardián entre el centeno y Oona O’Neill, la Kim Kardashian de los cuarenta, la novela también es el retrato de una época, la Segunda Guerra Mundial.
El truco de Beigbeder para lograr esto es aprovecharse de los vacíos históricos. Por ejemplo, la primera ocasión en que Salinger conoció a Oona fue en el Stork Club de Nueva York en 1940, mientras que ella tomaba un martini con Truman Capote y las it girl del momento.
Hasta Orson Wells estaba allí ese día. Ese hecho ocurrió, pero Beigbeder da un paso más: se imagina qué dijeron los protagonistas, al punto que inventa los comentarios que Capote hizo sobre el aspecto físico de Salinger. Otro de los vacíos de los que se aprovecha es el de las cartas que Salinger escribió desde el frente de batalla a Oona, cartas que existen pero que los herederos de los Chaplin (O’Neill se casó Charles Chaplin en 1943) le negaron ver. ¿Qué hace él? Inventa su contenido y lo convierte en el hilo conductor de la novela.
Entre estos encuentros de ficción también hay un diálogo del protagonista con Hemingway en el Ritz de París, y podemos leer qué opinaba Chaplin sobre su película El gran dictador. Algo como Medianoche en París pero escrita con el rigor de un historiador.Felipe González Gómez
Autorretrato de otroCees Nooteboom, Max Neumann
Casa de Poesía Silva y Universidad de los Andes
$ 60.000
Este bello libro es el producto de una afortunada sinergia entre pintura y poesía; entre los dibujos del artista alemán Max Neumann y los textos que estos dibujos suscitaron en su amigo, el escritor Cees Nooteboom.
Treinta y tres pinturas que Cees repartió por las paredes de su casa en Menorca, para contemplarlas e inspirarse en ellas. Treinta y tres poemas en prosa (o fragmentos de prosa poética, según se mire) dialogan con esos extraños dibujos que cabe catalogar como expresionistas. Imágenes y palabras que representan la muerte o, cuando menos, la violencia y la degradación del ser humano. Todas las figuras, en las que el fondo siempre está en color rojo, sugieren animalización, deformidad, decrepitud y envilecimiento. Y en esa línea van también las descripciones poéticas.
El prólogo del libro es un original ensayo en forma de carta que el crítico argentino Alberto Mánguel le escribe a Nooteboom comentando con mucha agudeza prácticamente toda la obra de este holandés viajero impenitente (nacido en La Haya en 1933) que, merced a obras como La historia siguiente y El desvío a Santiago, es permanente candidato al Nobel.
Jorge Iván Parra
Mujer bajando una escaleraBernhard Schlink
Anagrama
$ 62.900
El escritor alemán Bernhard Schlink, que obtuvo el reconocimiento mundial con El lector –llevada al cine por el director Stephen Daldry– vuelve al thriller amoroso con el arte como telón de fondo. En medio de un viaje de negocios, un abogado veterano visita una galería de arte en la que ve expuesta una pintura que conocía de tiempo atrás.
A partir de ese momento, y mientras trata de ubicar al actual propietario de la obra, comienza a recordar la historia que lo relacionó con esa imagen cuatro décadas antes, cuando recién iniciaba su carrera. En esa época, siendo un novato en el derecho (y en la vida), tuvo que hacerse cargo de la defensa del pintor de aquel cuadro, que se enfrentaba a un multimillonario casado con la mujer que había servido de modelo. Esta mujer, Irene, será quien mueva los hilos de los protagonistas y de las tres partes en que se divide la novela. Como en los libros anteriores del alemán, lo que no queda dicho, los dilemas éticos, los límites que no son exactos, toman aquí importancia.
Mujer bajando una escalera vuelve a demostrar que Schlink es un maestro en narrar pasiones de forma sutil y en crear historias que se leen rápido pero quedan en la memoria.
María Paulina Ortiz
Mañana no te presentesMarta Orrantia
Random House
$ 37.000
Las primeras páginas de esta novela producen asfixia. La garganta se cierra; se sienten la agonía y el calor del Palacio de Justicia en llamas; dan ganas de toser, gritar, los ojos se llenan de lágrimas y de rabia. Y –por obra y gracia de la ficción– se vive otra vez uno de los episodios más trágicos de Colombia.
Marta Orrantia escogió un punto de vista inusual para su novela. Su protagonista no es una víctima ni un miembro de la Fuerza Pública. Es una guerrillera. Yolanda es una universitaria de clase media-alta; cree –como muchos jóvenes de su época– en unos “ideales románticos”. Se une al M-19 y es parte de una trama que no entiende. Su amante –un miembro de la guerrilla que antes de la toma desaparece– le pide que no se presente. Ella cree en el juicio revolucionario, en el poder simbólico de la toma, pero entre el humo, la sangre y las ejecuciones, se da cuenta de que algo no anda bien.
La gran maravilla de esta novela es que, más allá de la juiciosa reconstrucción histórica, Orrantia se mete en la piel de sus personajes; podemos sentir sus llagas, el espanto de sus ojos y experimentar lo que probablemente sintieron magistrados, empleados, guerrilleros y soldados: miedo; miedo a la muerte y a la traición. A morir quemados. A no saber nunca la verdad. Porque ese es el trasfondo de todo: las mentiras, el juego de espías en el que termina envuelta la protagonista. Su amante –el hombre que la traicionó– hace su aparición. Han pasado muchos años. Yolanda sobrevivió, es una mujer mayor que perdió un pezón en las torturas y ahora tiene que saber la verdad.
Fernando Gómez E.
El lado salvajeGloria Susana Esquivel
Cardumen
$ 30.000
El lado salvaje es un libro afortunado, extraño, imprescindible; es como un milagro. En siete poemas, Gloria Susana Esquivel charla con el poeta norteamericano Frank O’Hara y sus poemas para el almuerzo; charla con Nueva York por medio de imágenes que reverberan entre calles que recorren la ciudad de este a oeste, al ritmo de Lou Reed. También es una charla con ella misma, como escritora, como poeta: se busca en el lenguaje, en los contrastes, se define inesperadamente como vegetales, animales, “yo era esfera rosa de vitamina B potasio”, dice, y cada palabra se lee como una oración en busca de un interlocutor que vea lo que ella ve. Los poemas se complementan con ilustraciones de la artista Catalina Jaramillo: imágenes inesperadas de mujeres y animales salvajes que se abrazan en silencio. El lado salvaje es una publicación de Cardumen, una editorial pequeña que tiene en su catálogo tres libros de poesía ilustrados (incluyendo este) y a la que no hay que perder de vista.
Carolina Venegas K.