Pablo Escobarle declaró la guerra al Estado colombiano en la década de los 80, sembró el terror con la detonación de carros bomba, mandó asesinar a centenares de policías, paralelo a que llenó las calles de Estados Unidos de cocaína.
Su única debilidad: la familia, en especial sus dos hijos, Juan Pablo Escobar Henao, hoy de 44 años, y Manuela Escobar Henao, de 37.
Manuela Escobar Henao tenía 9 años cuando Escobar fue abatido por la Fuerza Pública en Medellín.
Tras la muerte del capo, su mamá, Victoria Henao, decidió radicarse en Argentina, donde llevaron una vida anónima y donde cambiaron sus identidades, en el caso de Manuela, asumió el nombre de Juana Manuela Marroquín Santos.
Juana Manuela quedó con un pequeño problema auditivo, a consecuencia del atentado que vivió en su niñez cuando el cartel de Cali atacó con explosivos el edificio Mónaco, ubicado en Medellín.
La mujer decidió permanecer en el anonimato, sin usar redes sociales y alejada de su pasado, por eso, es muy poco lo que se sabe de su vida, a excepción de que vive en Buenos Aires.
Es muy diferente la situación de su hermano, Juan Pablo, quien hoy se identifica como Juan Sebastián Marroquín, y quien ha llevado una vida abierta desde Argentina.
"Mi hermana no es una persona pública, disfruta de su privacidad y de tener el privilegio de llevar una vida normal. No le debe nada a nadie y vive tranquilamente alrededor nuestro y de los que la queremos. Nosotros respetamos su privacidad.", dijo su hermano en una publicación de Instagram.