“Totalmente incomunicado. No tenía información de lo que estaba pasando afuera”. Así vivió los 62 días de su secuestro Herledy López, funcionario de Naciones Unidas que estaba en manos de la disidencia del primer frente de las Farc desde el pasado 3 de mayo en Miraflores, Guaviare, y quien regresó este miércoles a Bogotá con su familia.
“Ayer (martes) a las cinco de la tarde me avisan (de la liberación); dicen que me ponga mi uniforme porque voy a salir libre y empieza todo un proceso que dura hasta las 10 de la noche, cuando me subieron a una lancha”, narró López, de 49 años y padre de dos hijos, al llegar a la base de Antinarcóticos de Bogotá, donde se reunió con su familia y compañeros de la ONU.
La lancha navegó hasta la vereda Mocuare, en zona rural de San José del Guaviare, donde tuvo que pasar la noche y esperar a que abrieran un puesto de comunicaciones para poder llamar a su oficina y su casa.
Ellos se encargaron de avisar sobre su liberación, y al lugar fueron enviadas tropas de la Cuarta División del Ejército para trasladarlo al casco urbano, donde fue sometido a una primera valoración médica.
“Me tuvieron en campamentos, pero se sentía la presión del Ejército fuertemente. Todos los días había movimiento, cambio de sitio (...) Eso era camine y camine”, señaló López, quien reconoció que no sufrió malos tratos de sus captores.
A ellos los describió como hombres jóvenes que siempre se mantuvieron uniformados y no ocultaban sus rostros. Dijo que todo el tiempo lo custodiaron entre 9 y 15 hombres armados.
El funcionario de la ONU no traía mensaje alguno de la disidencia de las Farc, que en esa zona del país está empeñada en mantener el control sobre los cultivos de coca y las rutas del tráfico hacia Venezuela y Brasil.

López camino a su casa después de dos meses de secuestro por la disidencia en Guaviare
Policía Antinarcóticos
“Las personas que me cuidaban no podían hablar conmigo, solo con el comandante, y era lo que él me dijera”, afirmó este ingeniero de sistemas encargado de manejar la base de datos de cultivos ilícitos que lleva Naciones Unidas. Aseguró que nunca le dijeron por qué se lo llevaron y que tampoco logró saber la identidad del jefe del grupo: “Solo decían que eran del primer frente de las Farc”. Sus planes inmediatos son permanecer unos días con su familia y luego regresar al trabajo con Naciones Unidas, porque “hace patria” con su labor en contra de la coca.
“El día de mi secuestro nos hicieron identificar a cada uno y dijeron: ‘El señor de las Naciones Unidas se va con nosotros’ ”, relató sobre el momento en que se lo llevaron. De eso hace dos meses, y en todo este tiempo la Fuerza Pública rondó la zona donde se sabía que lo tenían, pero nunca intentó un rescate armado por petición expresa de la ONU.
El secuestro ocurrió al término de una jornada de socialización del programa de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos que se realizó en la vereda Barranquillita, municipio de Miraflores, donde siguen haciendo presencia las disidencias de la guerrilla.
Las investigaciones apuntaron como responsable del plagio a ‘Iván Mordisco’, uno de los jefes del grupo ilegal. “Nuestra misión a partir de este momento es mantener toda la inteligencia y operaciones para capturar a los secuestradores de este contratista de Naciones Unidas”, aseguró ayer el ministro de la Defensa, Luis Carlos Villegas.
Esa disidencia de las Farc, que es la más fuerte, ya ha sido blanco de dos acciones de la Fuerza Pública, entre ellas un bombardeo a sus campamentos.
JUSTICIA
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