Colombia es el primer país de Sudamérica en el que el Instituto Aspen, reconocido centro pensamiento y de debate de Estados Unidos, proyecta su sede número 12 en el mundo. Para su vicepresidente ejecutivo, Elliot Gerson, el momento que vive el país lo hace un terreno fértil para el diálogo que esa organización promueve hace 70 años.
Gerson, en charla con EL TIEMPO, dice que Aspen es un lugar propicio para “discutir los retos más importantes que afronta la sociedad” y en el caso de Colombia planea hacer seminarios relacionadas con el posconflicto, la reconciliación, la inmigración y refugiados, el medioambiente y la sostenibilidad, entre otros asuntos.
¿El Instituto Aspen puede también ayudar a reducir la polarización relacionada con el acuerdo de paz?
Colombia no está solo en este tipo de problema, que tal vez aquí es más intenso por la naturaleza de la división, pero miren los Estados Unidos hoy. Nunca habíamos estado tan divididos, pero hemos juntado a demócratas y republicanos para diversos temas. Pocas instituciones pueden hacer esto.
No puedo prometer ninguna solución mágica aquí. Juntar a la gente que desconfía e incluso se odia no es fácil, pero este Instituto tiene la habilidad para sacar el resentimiento y tratar de identificar qué nos pude mantener unidos.
¿Por qué decidieron venir a Colombia?
Respondemos al interés de colombianos que han vivido en Estados Unidos y tienen una gran afinidad con lo que es Aspen, una organización independiente y no partidista y con valores como la paz y la igualdad de oportunidades. Otro país en el que acabamos de empezar es Reino Unido, y mucha gente nos pregunta por qué hasta ahora, y la respuesta es por el brexit y la tremenda división que causó.
¿Cómo le pareció al presidente Iván Duque esta iniciativa para el país tras la charla que sostuvo con él?
Nos preguntó si Aspen puede ayudar a que Colombia tenga una posición de liderazgo en el mundo en temas de biodiversidad, si podía ayudar el sector tecnológico para que brinde mejor oportunidades, si podía ayudar a reducir la división entre quienes tienen un gran desacuerdo. Le dije que sí, absolutamente.
¿Quiénes son los colombianos que quisieron traer el Instituto Aspen al país?
Hay varios, y fueron los que trajeron el seminario Socrates que se hizo en Cartagena. Están Manuel Carvajal, Andrés Cadena, María Paz Gaviria, María Claudia Lacouture, y están buscando ser cada vez más. Queremos asegurarnos de que sea gente que represente al país, de diferentes puntos de vista, de regiones y sectores. No será solo gente de Bogotá, de un partido político. Este será un grupo diverso.
¿En qué consiste el programa Sócrates que trajeron a Colombia?
El programa Sócrates es uno delos 60 programas del Instituto. Es un seminario, esencialmente educativo, que junta a las personas durante tres días para explorar un asunto crítico, con un moderador que tiene experiencia. Es un grupo pequeño de 20 personas muy interesadas en el tema y relevantes para construir una sociedad mejor.
Esta fue la primera vez que hicimos el seminario Sócrates en Sudamérica y es una de las muchas cosas que el Instituto Aspen en Colombia puede ofrecer. Puede ofrecer programas de política pública, en conservación y biodiversidad, identidad y reconciliación en el posconflicto, pueden ser en arte, cultura, salud y nutrición, pueden ser sobre las relaciones de Colombia y Estados Unidos, comercio en Sudamérica. Y estas se pueden convertir en conferencias para el público, como en Estados Unidos, donde hacemos uno de los festivales más famosos. Esa puede ser una posibilidad en Colombia, también programas para líderes jóvenes. Pero eso lo decide quienes lideren en Colombia.
¿Cuáles cree son los grandes retos que tienen los líderes en Colombia, con el fin de reducir la polarización?
No soy experto en asuntos colombianos o latinoamericanos, pero creo que el tipo de diálogo que nosotros promovemos cuida espacios, con moderadores que entrenamos, y es maravilloso para reconstruir la confianza, en gente que no confía para nada, de manera lenta pero segura. Esto requiere esfuerzos y tiempo, respeto mutuo y en últimas un diálogo y una conversación y eso es lo que promovemos.
¿Cómo ve el país y su posición en la región?
Me intriga el hecho de que parece tener un mejor camino que otros países en la región. Siento una energía enorme para construir una economía más fuerte e inclusiva. Veo mucha emoción y orgullo de las generaciones jóvenes, que quieren construir un mejor país. Por eso es un gran país para que nosotros empecemos en la región.
¿Hay algún riesgo de que esta iniciativa se politice, a pesar de no ser partidista?
Eso es lo más importante que debemos salvaguardar. Algo que ha hecho exitoso instituto es no ser partidista. La gente tiene que sentir que es un espacio seguro con toda la responsabilidad sobre las posiciones políticas, sean de izquierda o de derecha. No puedo decir que es un espacio bueno para la extrema izquierda o extrema derecha, porque eso divide todavía más, pero estoy seguro que somos uno de los pocos espacios para juntar gente, no para que concuerden del todo, pero al menos para discutir con respeto e intentar encontrar algo en común para una mejor Colombia.
De todas formas trabajan con políticos...
A veces, pero la mayor parte de nuestro trabajo es con líderes de la sociedad civil, con líderes de compañías, de fundaciones, en universidades, en las artes y también de líderes de gobierno, pero no somos una institución política. Los políticos nos respetan como un lugar especial para reunirse. No es coincidencia de que nos reunimos con el presidente Iván Duque, que conoce Estados Unidos y Aspen, y estuvo muy emocionado sobre lo que Aspen puede hacer en Colombia y entiende que trabajará con gobiernos de cualquier partido.
¿Cómo ve los liderazgos en Colombia?
He visto un pequeño ejemplo, pero es una gran señal de un liderazgo más fuerte e inclusivo, para no retornar al pasado, para una mejor economía y propiciar un lugar donde la gente puede disentir con respeto.
¿Qué es lo más importante que ha logrado el Instituto Aspen en Estados Unidos?
Hay mucho en 70 años. Somos recordados como uno de los pocos lugares donde políticos republicanos y demócratas pueden venir a tener una conversación productiva. Hemos auspiciado muchas reformas en educación pública y educación superior, política energética y política exterior. En Europa estamos trabajando juntos en temas de migración y refugiados.
¿Cuáles son las expectativas en el país para los próximos años?
El Instituto Aspen no es una franquicia, todo dependerá de los líderes de Colombia. Pero espero en un año ofrecer más seminarios; en dos años, tener programas para los líderes jóvenes y asuntos críticos sobre reconciliación en el posconflicto y sostenibilidad, emprendimiento y un mejor manejo en el sector privado. Espero que en los próximos cuatro o cinco mantener todo ese tipo de cosas, pero no solo en Bogotá sino en otras ciudades.
¿En esos seminarios podrían participar excombatientes?
Depende de lo que decidan quienes lo lideren y qué tan lejos quieran llegar. Se puede llegar tan lejos como las personas respeten a las demás personas. Si no hay respeto, no será un espacio propicio para el diálogo.
JUAN CAMILO PEDRAZA
REDACCIÓN PAZ
@JCamiloPedrazaM
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