De acuerdo con el último informe de Medicina Legal, entre el 2004 y el 2016 se tuvo una reducción considerable de los homicidios en el marco del conflicto armado, lo que muestra los efectos de las negociaciones de paz entre el Gobierno y los dos principales grupos armados: primero las Autodefensas Unidas de Colombia y ahora, las Farc.
De 2.713 homicidios en 2002 se pasó a 210 en 2016. Esto significa 92,2 por ciento menos muertes por el conflicto armado en Colombia. El informe destaca el descenso de las muertes en operaciones de la Fuerza Pública en contra de los grupos armados, que pasaron de 594 en 2004 a 117 casos en el 2015 y 51 en el 2016.
Así mismo, las estadísticas muestran que los campesinos ya no son el primer grupo poblacional afectado por el homicidio. Ahora, el primer perfil de víctimas de ese crimen es el de ‘consumidor de sustancias psicoactivas’, lo que refleja cómo la violencia está concentrándose más en las ciudades que en la periferia.
En el 2008, ya con las Auc desmovilizadas, la estadística estaba en 1.293 muertes. Y en el 2012, cuando se iniciaron las conversaciones de paz con las Farc, esa violencia dejó 881 muertes. Es decir, cuatro veces el total del año pasado.
Del mismo modo, las muertes producto de artefactos explosivos pasaron de 21 en el 2004 a cuatro en el 2016.
En total, entre 2004 y 2016, la guerra habría sido el marco de 16.014 muertes, lo que remarca la importancia de los acuerdos de paz alcanzados en las últimas dos décadas.
“La primera lección que nos entrega esta revisión a las cifras es que la paz deja grandes dividendos, por lo menos en vidas humanas, y aunque tiene sus costos económicos, bien vale la pena un sacrificio de todos los colombianos”, señala el informe, que alerta sobre riesgos en ciernes.
De un lado, “el velado pero sistemático incremento de asesinatos de líderes sociales y activistas”;, y por el otro, la lucha “por el control territorial de zonas ocupadas históricamente por las Farc”.
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