Luego de algunos aplazamientos que despertaron críticas, este martes, desde las 8 de la mañana, se lleva a cabo la audiencia de reconocimiento de los siete exjefes máximos de la extinta guerrilla de las Farc imputados por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por su rol en los secuestros.
(Puede leer: Secuestro: detalles de audiencia de ex-Farc en JEP y exigencias de víctimas)
Ante las víctimas, la justicia y la sociedad colombiana, deben reconocer o rechazar su responsabilidad por las órdenes que dieron de secuestrar a personas durante el conflicto armado, así como por su omisión de control de los malos tratos que padecieron las víctimas.
La diligencia se desarrollará el 21, 22 y 23 de junio en la biblioteca Virgilio Barco de Bogotá, y contará con la participación de las víctimas.

Rodrigo Londoño, Pablo Catatumbo, Julián Gallo, Pastor Alape, Jaime Parra, Joaquín Gómez y Rodrigo Granda, excomandantes imputados por secuestro.
EL TIEMPO
El coronel del Ejército Raimundo Malagón –quien pasó 10 años en cautiverio y fue liberado en la operación Jaque– y Angie Arandia –cuyo padre fue raptado en el 2000 y sigue desaparecido– hablaron con EL TIEMPO sobre sus expectativas de cara al reconocimiento (desde el lado de quienes sobrevivieron al secuestro, pero también de las personas cuyo paradero y suerte siguen siendo inciertas).
(Le puede interesar: Así funcionó la macabra máquina de los secuestros de las Farc)
El geólogo Gerardo Arandia Valentín fue secuestrado el 20 de julio de 2000 por las Farc en Puerto Rico, Caquetá, y sigue desaparecido. Su única hija, Angie Arandia –quien lleva dos décadas luchando junto con su madre, Martha Ospina, por saber la suerte y el paradero de Gerardo–, habló de lo que espera del reconocimiento de los ex-Farc.
(Puede leer: La vía que abrió JEP para cerrar heridas de la barbarie del secuestro)

La familia del geólogo Gerardo Arandia. Cuando fue secuestrado, su hija tenía apenas 7 años.
Archivo particular
¿Qué expectativas tiene de la audiencia?
Hay que tener en cuenta que esto es el secretariado. Muchos ni siquiera tuvieron la posibilidad de conocer a nuestros familiares que siguen desaparecidos ni a las personas que pudieron regresar del cautiverio. Por lo menos, lo que nos han mostrado hasta ahora es que están comprometidos con resarcir lo que hicieron. Espero gente, espero consciencia y que hagan un llamado a los mandos medios y bajos para que nos aporten información acerca de nuestros familiares. No nos pueden repetir versiones que ya fueron desmentidas, sino contribuir a que la cuestión investigativa avance.
¿Cuál es la importancia de la diligencia?
Mucha gente no es consciente de lo que estamos viviendo y, a pesar de que algunas personas no puedan recogerse dentro de esto, que yo tenga la posibilidad de compartir, de dialogar con personas que no solo se enfrentan a las víctimas y a Colombia, sino a sí mismas, que estén reconociendo su historia y que lo que hicieron no estuvo bien y estén dispuestos a generar un cambio, para mí significa sanar la herida histórica que tenemos como país. Es reconciliarme con mi historia, reconocerme y reconstruir tanto dolor y sufrimiento. Esta audiencia es demostrar que la reconciliación y el perdón son posibles.
(Además: Las duras verdades de militares en reconocimiento por 'falsos positivos')
¿Cómo está el ambiente entre las víctimas y
los ex-Farc?
Hemos tenido talleres de preparación, y la mayoría de quienes estábamos nos fuimos tranquilos. Hay quienes tienen expectativas muy altas, y nadie sabe qué va a suceder, pero haber tenido esos espacios previos, estas dos semanas para digerir todo, personalmente me ha dado mucha más calma para asimilar el estar ahí.
Si los ex-Farc aceptan la imputación, serían condenados. ¿Qué espera de las penas?
Nos han dicho que las víctimas estaremos en el centro, para determinar qué es lo que deben hacer. Espero que se garantice la búsqueda, no solo material (de restos o algo similar) sino de la construcción de memoria de nuestros familiares.
El coronel del Ejército Raimundo Malagón, quien pasó 10 años secuestrado por las Farc y fue liberado en la operación Jaque, ha sido uno de los críticos de la actitud de los ex-Farc en su comparecencia ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Luego de 12 años de la operación Jaque, en la que fue liberado, el teniente Malagón ascendió al grado de coronel.
Archivo particular
En conversación con este diario, dijo que espera que la audiencia no sea un formalismo por cumplir.
¿Qué significa esta audiencia?
Que de alguna manera la JEP está tratando de cumplir los mandatos del proceso de paz y que la extinta guerrilla está tratando de rendir sus testimonios y reconocimientos. Es más un formalismo que se está haciendo y cumpliendo.
¿Cuál es la actitud que espera de los ex-Farc?
Lo que espero es una actitud de sentimientos reales, de humanidad, de reconocimiento frente a los hechos victimizantes, pero también actitud de reparación. Yo creo que para una víctima poder solventar su actividad económica no es fácil, y no hablo por mí, sino por muchas víctimas que están en la miseria y nadie les presta atención. Eso es responsabilidad del otrora grupo rebelde de las Farc, ellos deberían reparar a quienes sufrieron sus actos atroces.
¿Y qué no puede pasar durante la diligencia?
Que se burlen de las víctimas, ni que sea un capítulo de solo formalismo en medio de ese reconocimiento de la verdad.
(Además: Secuestro: este es el documento completo en el que JEP 'imputa' a Farc)
La audiencia es clave en el proceso de imponer las condenas, ¿qué espera sobre eso?
Será la JEP la que tome esas decisiones. Retomando las palabras recientes de la doctora Ingrid Betancourt, también víctima de las Farc, creo que esas penas deberían incluir una privación de la libertad.
¿Qué opina sobre la imputación de los ex-Farc por esclavitud?
Si bien no se aplicó como lo que en su momento pasó con las comunidades afrodescendientes, yo diría que sí hubo esclavitud. El simple hecho de estar encadenados cargando los alimentos para los mismos guerrilleros en caminos agrestes es un acto demostrativo de que la hubo, así como en mi caso, que me tuvieron amarrado a un árbol, de cuello y manos, durante 20 meses, haciendo lo que querían.
La JEP ya citó a mandos medios, ¿qué espera?
El guerrillero de base hace lo que le ordenan. Efectivamente, la responsabilidad está entre el secretariado y los mandos medios. Esperamos que ellos, que se salieron de las normas, sean condenados por la JEP.
justicia@eltiempo.com