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JEP Colombia

‘Márquez rebosó la copa al llamar a ex-Farc a arrepentirse de la paz’

Timochenko afirma que tuvo que hacer pública la carta en la que recrimina a Márquez porque no tienen comunicación con él.

Timochenko afirma que tuvo que hacer pública la carta en la que recrimina a Márquez porque no tienen comunicación con él.

Foto:Carlos Ortega. EL TIEMPO

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Timochenko, jefe del partido Farc, dice que fue un acierto firmar un acuerdo para acabar la guerra.

Al referirse a la inédita recriminación que le hizo esta semana a Iván Márquez de manera pública, el jefe del partido Farc, Rodrigo Londoño, Timochenko, afirma que lo hizo porque no hay canal de comunicación con él y porque frente a la paz “no puede haber medias tintas: se está o no se está”.
En esta entrevista con EL TIEMPO, Timochenko habla sobre el caso de Jesús Santrich, el “daño” que le ha hecho al partido el sobrino de Márquez, Marlon Marín, y lo que quiere plantearle al presidente Iván Duque para sacar adelante la paz.
¿Su dura carta de esta semana se podría interpretar como el fin de la convivencia incómoda que ha habido entre el ala conciliadora de las Farc, encabezada por usted, y el ala más radical, encabezada por Iván Márquez?
No comparto lo de las alas radicales y conciliadoras. No hay ruptura, e incluso mi intención es otra. Pensé mucho esa carta, si la hacía o no la hacía. Escribí varios borradores, y no la hice pensando en ninguna ruptura, sino todo lo contrario. Si usted ve, yo no insulto a nadie, no estoy calificando. Estoy razonando, tratando de que, a quienes va dirigida, mediten, porque sé que ellos son inteligentes.
¿A quiénes se refiere particularmente?
A quienes están diciendo que fue un error haber dejado las armas.
A Iván Márquez…
Sí. No fue un error, y lo argumento. Ojalá lean la carta sin apasionamiento, sin ninguna prevención, y razonen. En las Farc nos formamos siendo autocríticos, porque la guerra exige autocrítica y objetividad. No se pueden inventar cosas, se tienen que reconocer los errores y aprender, porque de lo contrario no se dura en la guerra.
Es la primera vez que usted le hace un llamado fuerte a Márquez con nombre propio. ¿Qué circunstancia y qué hecho le colmaron la paciencia?
La gota que rebosa la copa es el llamamiento que él hace a los ETCR (los espacios donde los exguerrilleros están haciendo su reincorporación) a arrepentirse. Yo, como presidente del partido, como la persona que estuvo al frente de la negociación con el Gobierno y refrendó los acuerdos, tenía la obligación política y moral de salirle al paso a ese llamamiento que él hizo a que nuestra gente se arrepienta. Con qué cara va uno a donde los muchachos en los espacios de reincorporación, donde están pasando dificultades y haciendo un esfuerzo grande por salir adelante, a decirles: ‘Fue una embarrada haber dejado las armas’.
¿Usted cree que Iván Márquez está llamando a la guerra otra vez?
Directamente no lo hace. Su mensaje (de Márquez) es muy ambiguo, y a esa ambigüedad es a la que hay que salirle al paso, porque aquí no puede haber medias tintas. O se está o no se está. Es lo que le digo a mi gente: ‘No nos equivocamos’. Puede que la historia después indique que nos equivocamos, pero a estas alturas, con todas las dificultades que hay, creo que firmar la paz fue un acierto. Hay que pensar en función del proyecto político.
En su carta, usted le dice a Márquez que le falta autocrítica y cuestiona su “extraña y peligrosa relación” con su sobrino Marlon Marín. ¿Por qué dijo esto?
Todo el mundo sabe que ese señor (Marlon Marín) es el que nos tiene enredados. Ninguno de nosotros sabe nada de él, y está dizque de testigo protegido de los Estados Unidos. Es el que se prestó para hacer el montaje y el entrampamiento a (Jesús) Santrich. Yo no habría querido hacer esto públicamente, pero Iván (Márquez) se ha ido retirando del partido. Yo no lo estoy expulsando, como están especulando, él solito se ha ido retirando, y al no haber ningún canal de comunicación para hacerle llegar esas opiniones, hice la carta.
Usted ha dicho que Marlon Marín es un pícaro. ¿Sabía que él andaba en delitos?
Yo a ese señor ni lo conozco. Tuve referencias de él, todavía en la guerra, de la misma gente que estaba en el bloque que conducía Iván (Márquez) en esa época, que era el de la zona Caribe. Hace poco estuve en Tierra Grata, Cesar, y les dije a los exguerrilleros que la referencia que tengo de Marlon Marín es que es un pícaro. Y un muchacho me dijo: ‘No señor, no es un pícaro, es un repícaro’.
¿Usted piensa que Marlon Marín le sirvió a la DEA para ponerle una trampa a Santrich y él mordió el anzuelo?
Eso lo explicará Santrich. Hay que dejar que llegue a los espacios naturales para responder a todas las acusaciones que hay. Estoy seguro de que él va a dar todas las explicaciones, y ahí sabremos la verdad.
Pero usted parece convencido de que hubo una trampa de la DEA a Santrich…
Yo no estoy convencido, son las evidencias. Hay que desmarcarnos de Marlon Marín porque ese señor no era de las Farc, no era del partido. Y cuando ocurrió todo (lo de Santrich), los de la dirección quedamos sorprendidos.
¿Santrich conoció a Marlon Marín por Iván Márquez?
Esa parte no la conozco.
Usted dice que Iván Márquez se está retirando solo del partido. ¿Ve alguna posibilidad de que regrese?
Yo tengo confianza y esperanza. Uno sabe que la condición humana es muy compleja, y en esta situación tan complicada cada uno es dueño de sus propios miedos. Yo hago la reflexión para que retome el camino, es una responsabilidad con todos esos muchachos y muchachas que confiaron en nosotros en la guerra. En la confrontación, los convencíamos incluso de dar la vida, y los condujimos a este proceso con argumentos. Él mismo (Iván Márquez) ayudó. Recuerdo que en una entrevista le preguntaron sobre el plan B y él dijo: ‘El plan, desde la A hasta la Z, es la paz’.
Cuando afirma que cada quien es dueño de sus propios miedos, ¿tiene idea de lo que puede estar pasando con Iván Márquez?
Creo que él tiene el miedo que tenemos todos: que nos maten o nos extraditen. Sectores muy poderosos están trabajando en eso y tenemos que impedirlo.
En lo personal, no como jefe del partido, ¿qué tan bravo está con Márquez?
Bravo, no. Me da dolor, siento tristeza, pesar. Pero rabia, no.
¿De los antiguos comandantes de las Farc, son más los que están con usted que con la posición de Márquez?
Claro. Y también hay compañeros que jugaron un papel importante como mandos y no están participando activamente en política, pero tampoco están haciendo campaña contra el acuerdo.
¿Cree que lo que pase con Santrich va a ser determinante para el futuro del partido?
Sí. Y tengo la confianza de que, si se actúa en derecho, Santrich quedará libre.
¿Usted confía en Santrich?
No tengo elementos para no confiar en él.
Supongamos que llega a ser extraditado. ¿Qué puede pasar dentro del partido?
Si se llega a extraditar a Santrich, nos dejan en una situación sumamente compleja en la implementación de los acuerdos. Pero yo parto de la tesis contraria.
Pero supongo que ha pensado en los dos escenarios...
Lo que yo pienso es cómo dar la pelea para que ese segundo escenario no se vaya a dar, porque tenemos de nuestro lado la razón, la verdad y el derecho.
Ustedes le pidieron una cita al presidente Iván Duque. ¿Qué ha pasado con eso?
No ha habido ninguna respuesta. Seguimos insistiendo. Estamos tocando todas las puertas, porque queremos una conversación, con el protocolo y las condiciones que el Presidente quiera, pero lo importante es que nos sentemos a conversar con tranquilidad. Sé que esto va a ser para bien del proceso. Uno sabe que él tiene presiones y lo entiendo, pero están de por medio el interés del país y la paz. Lo que quiero no es salir en una foto con él. Es más, si el Presidente quiere, que no haya fotos, pero que haya conversación, y que tengamos todo el tiempo para resolverle todas las inquietudes y preguntas que él tenga.
¿Usted hace una diferenciación entre Duque y el Centro Democrático?
Él es el Presidente de Colombia y tiene que gobernar para los colombianos. También un actor político, y hay muchos actores políticos que quieren incidir sobre él. Uno sabe que quien está en el poder tiene presiones, como las tuvo en su momento (Juan Manuel) Santos. Construir esto no fue fácil, y para él no fue fácil. Él también tuvo que darse la pela en varias cosas. Yo espero que después de una conversación, el presidente Duque quede convencido de que estamos por la paz de Colombia y de que es necesario aunar esfuerzos. No lo estamos llamando para convencerlo de que se vuelva militante del partido de la rosa, sino para decirle que tenemos que unir esfuerzos para sacar adelante este proceso.
¿Qué opina de la intención del Presidente de hacerle cambios a la JEP?
La reunión sería la oportunidad de responderle todas las inquietudes que tenga, porque lo han engañado.

Nombre del partido podría cambiar

¿Han pensado en cambiar el nombre del partido, con el que usted no estuvo de acuerdo?
Ese puede ser un tema de la próxima asamblea que vamos a realizar este año. Seguro se va a discutir y se va a decidir si continuamos con ese nombre o lo cambiamos.
¿Cree que ese nombre le ha hecho daño al partido?
La gente sabe cuál fue mi opinión y que democráticamente se definió otra cosa. Yo la he acatado, jamás he renegado del nombre. Perdí, y listo. Viene otro escenario y vuelvo y lo planteo. Algún día conseguiré mayoría, y si no, pues quiere decir que no convenzo.

Las tensiones dentro de la Farc

Iván Márquez, quien encabezó el equipo negociador de las Farc durante el proceso de paz de La Habana, y que debía ocupar una curul del partido político de la exguerrilla en el Senado, dejó Bogotá y se fue a la zona de reincorporación de San Vicente del Caguán, Caquetá, poco después de la captura de Jesús Santrich, que ocurrió el 9 de abril del año pasado.
Ya a mediados del 2018, Márquez y el ‘Paisa’ abandonaron la zona de reincorporación y partieron con rumbo desconocido argumentando que había operaciones para capturarlos y extraditarlos, y que no había condiciones para mantenerse en el proceso de paz.
Dentro del partido Farc, Márquez ha encabezado un ala radical que siempre ve el vaso medio vacío frente a la implementación de los acuerdos de paz y eso lo ha llevado a renegar de haber entregado las armas.
Desde su paradero desconocido, la semana pasada dirigió una carta a los espacios de reincorporación, en nombre de varios excomandantes, en la que les dijo a los exguerrilleros que “había sido un error entregar las armas” porque, “como lo decía” el jefe histórico de las Farc, Manuel Marulanda, las armas eran la única garantía que tenían para que les cumplieran los acuerdos de paz.
Como Márquez y el ‘Paisa’, tras la captura de Santrich por supuesta conspiración para enviar cocaína a Estados Unidos, otros exjefes guerrilleros abandonaron las zonas de reincorporación. Romaña, entre ellos.
MARISOL GÓMEZ GIRALDO
EDITORA DE JUSTICIA Y DE PAZ
EL TIEMPO
En Twitter: @MariGomezGirald
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