"No me cabe la menor duda de que el pecado original, lo que en el fondo dio pie para estas atrocidades (los 'falsos positivos'), fue la presión para producir bajas y todo lo que se tejió alrededor de lo que muchos han llamado 'la doctrina Vietnam' ".
Esta fue una de las aseveraciones que el expresidente Juan Manuel Santos expresó este viernes en su paso por la Comisión de la Verdad, en referencia a las causas de las ejecuciones extrajudiciales que se cometieron durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez, del cual él formó parte como ministro de Defensa entre 2006 y 2009.
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Por solicitud del propio Santos, su contribución a la verdad fue sobre un tema controversial en el país: las muertes de civiles ilegítimamente presentados como delincuentes dados de baja en combate por las Fuerzas Militares, práctica conocida en Colombia como 'falsos positivos'.
Dejó en claro que Uribe "no se opuso al cambio de esa nefasta doctrina que él mismo había estimulado", pero hizo fuertes críticas sobre la visión del expresidente en cuanto a la resolución de la guerra.
Según Santos, la alertas de fuentes confiables que lo llevaron a "investigar, denunciar y actuar" le llegaron de funcionarios internacionales como el representante encargado de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Javier Hernández, junto con Christian Salazar, quien luego asumió como representante de esa Oficina, y de la representante del Comité Internacional de la Cruz Roja, Bárbara Hintermann.
Su viceministro, Sergio Jaramillo, también le le lanzó advertencias de que la macabra historia de los falsos positivos podía ser cierta tras obtener mucha información por su lado. Jaramillo, dijo Santos, se apoyó en un "gran equipo" del que destacó a tres funcionarias: Mónica Cifuentes, Elena Ambrosi y Juanita Goebertus.
"Muy diferente –pero comprensible, dada su cultura y formación como hijo y yerno de militar– la actitud de mi otro viceministro, Juan Carlos Pinzón, que jalonaba hacia el lado contrario, es decir, a mantener la negación", añadió.
Pinzón, tras ser una de sus manos derechas durante más de una década, también fue embajador de su gobierno en los Estados Unidos. Sin embargo, terminó alejado de su mentor político y alineado con el sector crítico al proceso de paz con las Farc encabezado por el expresidente Uribe.
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Lo que dijo en la Comisión de la VerdadEL TIEMPO recoge los principales puntos expresados por el exmandatario Santos durante su contribución de verdad en la Comisión.
"Les quiero compartir mi verdad –como yo vi las cosas– sobre los problemas que enfrentamos y las medidas que tomamos en el Ministerio de Defensa en materia de derechos humanos en general, y en particular cómo investigamos y detuvimos esa macabra modalidad conocida como falsos positivos, que tanto daño les hicieron a miles de familias inocentes y a nuestras propias Fuerzas Armadas, para vergüenza nacional", dijo Santos al comenzar su aporte.
El expresidente señaló que cuando asumió las riendas de la cartera de Defensa, el 20 de julio de 2006, compartía con el presidente Uribe el objetivo de derrotar a las Farc, pero tenían una diferencia en cómo lograrlo.
"Uribe en realidad pretendía acabar militarmente a las Farc, quería una derrota total. Nunca quiso ni siquiera reconocer la existencia de un conflicto armado; los guerrilleros para él eran unos simples narcotraficantes y terroristas. En mi caso, consideraba más viable y conveniente, más rápido y menos costoso, una derrota estratégica –debilitarlos psicológica y militarmente– y llevarlos a una mesa de negociación", contó Santos a la Comisión de la Verdad.
Durante su intervención, el nobel de Paz señaló que el objetivo del Ministerio y sus Fuerzas era asegurar la seguridad con estricto apego a las normas y con el apoyo de la ciudadanía: "La política de derechos humanos tenía por eso una doble función: cumplir con la ley y ganarnos el apoyo de la población".
Santos detalló que en varios de sus discursos y directivas a los uniformados se hizo énfasis en que el "nuevo plan de guerra" implicaba el respeto de los derechos humanos y la aplicación del Derecho Internacional Humanitario.
"A lo largo y ancho del país en cada división, en cada brigada, en cada batallón, repetí una y otra vez ese mismo mensaje: Hay que combatir con un fusil en la mano y la Constitución en la otra. Nunca podemos olvidar que el respeto por la ley y los derechos humanos es lo que nos diferencia y nos da superioridad moral sobre el enemigo al que tenemos que vencer y vamos a vencer”, dijo el exmandatario, y resaltó que bajo su ministerio se formuló e implementó la Política Integral de Derechos Humanos.
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El expresidente habló de los 'falsos positivos'Según Santos, comenzó a escuchar historias sobre posibles actuaciones irregulares al poco tiempo de haber asumido como ministro de Defensa.
"Confieso que en mis primeros meses en el ministerio oí los rumores sobre la posible existencia de los falsos positivos, pero como entonces no pasaban de ser rumores sin evidencia que los sustentara, no les di credibilidad. No me cabía en la cabeza que algo así pudiera estar ocurriendo", dijo el exmandatario.

El expresidente Santos habló de cómo, desde el Ministerio de Defensa, se trabajó para acabar con los 'falsos positivos'.
Comisión de la Verdad
Según su testimonio, fue a principios de 2007 cuando "se quitó el velo" en esta materia, después de recibir alertas confidenciales de organismos internacionales y tras una investigación de su entonces viceministro Sergio Jaramillo.
En ese año, dijo Santos, se comenzó a actuar en forma contra la práctica de los 'falsos positivos'. "Más de la mitad de las directivas ministeriales que produjimos ese año estaban dirigidas a atacar ese horripilante fenómeno", aseguró.
Y también mencionó casos como el del coronel Hernán Mejía, comandante del batallón La Popa, de Valledupar, a quien relevaron de su cargo y denunciaron por las conductas en su contra.
Luego de ese hecho, el entonces ministro Santos hizo una declaración en la base de militar de Tolemaida, en la que dejó en claro que habría tolerancia cero frente a esos casos, con lo que se reconoció por primera vez el fenómeno de los 'falsos positivos'.
Tras esto, las denuncias sobre las ejecuciones extrajudiciales crecieron en el país. Organismos internacionales documentaron en detalle varios casos y le entregaron informes al Ministerio de Defensa, que expidió directivas para frenar el delito y tumbó otras que suponían irregularidades.
"Se revocó la Disposición No. 29 de 2005 y se derogó el Decreto 1400 de 2006, que habían sido interpretados como incentivos para producir bajas", dijo Santos.
En el año 2008, se conocieron casos como los de jóvenes de Soacha, población vecina a Bogotá, que habían sido reportados como desaparecidos y cuyos cadáveres fueron encontrados en municipios de Norte de Santander. Habían sido asesinados y reportados por batallones como guerrilleros dados de baja en combate.
El 3 de octubre de ese año, se creó una comisión encargada de investigar y desenmascarar los 'falsos positivos', que presentó un informe luego de visitas a campo.
"Las pruebas de negligencia por parte de los comandantes de esas unidades ante la evidencia de procedimientos que rompían con la doctrina y la instrucción en todos los aspectos –en operaciones, en inteligencia, en logística– era tan fuerte, y el cúmulo de resultados operacionales irregulares tan aterrador, que decidimos que había que separar a 20 oficiales y 7 suboficiales de las filas, incluyendo a tres generales y cuatro coroneles, por fallas ocurridas bajo su mando. (Trece oficiales más salieron en noviembre y otros once en enero de 2009)", contó el expresidente Santos.
Un tema central mencionado en la contribución de verdad fue el papel del expresidente Álvaro Uribe en el fenómeno de las ejecuciones extrajudiciales.
"No me cabe la menor duda de que el pecado original, lo que en el fondo dio pie para estas atrocidades, fue la presión para producir bajas y todo lo que se tejió alrededor de lo que muchos han llamado 'la doctrina Vietnam'. Pero al mismo tiempo, en honor a la verdad, tengo que decir que el presidente Uribe no se opuso al cambio de esa nefasta doctrina, que él mismo había estimulado. Nunca recibí una contraorden, ni fui desautorizado", aclaró Santos.
Al cierre de su intervención de más de una hora, el expresidente les envió un sentido mensaje a las víctimas de los 'falsos positivos'.
"Me queda el remordimiento y el hondo pesar de que durante mi ministerio muchas, muchísimas madres, incluidas las de Soacha, perdieron a sus hijos por esta práctica tan despiadada, unos jóvenes inocentes que hoy deberían estar vivos. Eso nunca ha debido pasar. Lo reconozco y les pido perdón a todas las madres y a todas sus familias, víctimas de este horror, desde lo más profundo de mi alma".
HOY | La Comisión de la Verdad conversará con el expresidente y exministro de la Defensa @JuanManSantos sobre las ejecuciones extrajudiciales.
— Comisión de la Verdad (@ComisionVerdadC) June 11, 2021
11 de junio | 2:00 p.m. | Por Youtube y Facebook Live de la @ComisionVerdadC
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"El expresidente será interpelado por la Comisión sobre las dimensiones de estos hechos, con el fin de aportar en el esclarecimiento de la verdad y brindar un contexto explicativo para el país, pero sobre todo para las víctimas, que ayude a comprender las causas y los impactos de este fenómeno que afectó a miles de familias", adelantó la entidad, que hace parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.
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Desde varios sectores se había pedido que el exjefe de Estado entregue su testimonio sobre los 'falsos positivos', toda vez que mientras lideró la cartera de Defensa se registraron cientos de denuncias por este crimen.
De hecho, según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) –que tiene un macrocaso enfocado en investigar dichas ejecuciones extrajudiciales–, el periodo de mayor persistencia de este fenómeno fue entre 2002 y 2008, cuando se habrían registrado al menos 6.402 casos.
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Vale la pena recordar que la Comisión de la Verdad, al ser un mecanismo extrajudicial, se centra en recoger los testimonios, pero estos no pueden ser usados en organismos de la justicia.
justicia@eltiempo.com
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