La Fiscalía ya citó a dos personas vinculadas al Mint Social Club, el amanecedero de la calle 84 con carrera 14 de donde María Andrea Cabrera salió con síntomas de una intoxicación de trago y éxtasis.
La razón: al menos tres de los siete acompañantes de la joven, que murió horas después en la casa de una de sus amigas, coinciden en que aparentes socios del lugar estuvieron con ellos en la mesa.
Según dijeron, personas del club conocían a Mauricio Ladino, el hombre de más de 30 años que se unió a la fiesta de muchachos.
“Antes de que María Andrea y sus amigas entraran, se toman varias fotos y uno de los muchachos les presenta afuera a los socios del sitio”, le dijo a la Fiscalía uno de los testigos.
La versión fue confirmada por Jaime Esparza, uno de los del grupo, cuyo testimonio fue revelado en exclusiva por EL TIEMPO.
“Lina León ingirió un poco de whisky. Ese lo estaban tomando con los administradores y conocidos de Mauricio Ladino”, aseguró Esparza, quien admitió haber consumido éxtasis y quien contrató como abogado al exfiscal Mario Iguarán.
Los dueños del club han optado por guardar silencio, por tratarse de un caso bajo investigación. Sin embargo, sus abogados han acudido incluso a acciones de tutela para evitar que la policía cierre el lugar por infringir las normas de horarios de rumba.
En papeles aparecen ligados al lugar Néstor Felipe Quintero Tabares, vinculado a otros dos sitios: Le Mint Restaurante Bar e Inversiones CCEW, que maneja un local conocido como El Fabuloso, también ubicado en la zona rosa de Bogotá.
Por ahora, Esparza le entregó a la Fiscalía su celular, en el que quedó grabado el audio en que Lina León, amiga de María Andrea, le dice antes de su encuentro: “‘Bueno, ya tengo las pepas. ¿Qué es lo que hay?’ ”
Alejandro Cadena, defensor de Lina León y de María Carolina Daza, otra de las amigas de María Andrea, calificó de canallada que se esté usando ese audio.
“Lina era la mejor amiga de María Andrea, la que nunca bebe, la que cuidaba al grupo. Se trató de una chanza nada más”, aseguró Cadena, que amenazó con denunciar a Esparza por fraude procesal si pretende usar ese audio como supuesta evidencia de que las jóvenes llevaban el éxtasis.
Lina León sí admitió que las personas que parecían ser socias del club le ofrecieron whisky.
“Tomé un sorbo y luego hice el amague. Ellos saben que yo soy así”, le dijo la joven a la fiscal del caso y también le explicó la “chanza” con el audio de las pepas.
El penalista Cadena, que se constituyó en víctima dentro del proceso a nombre de Lina León y María Carolina Daza, asegura que las tres jóvenes eran como hermanas y descarta de plano que hubieran consumido.
“Lina y María Andrea decían que eran las twins, las gemelas, se cuidaban mutuamente. Fue Lina la que insistió en sacarla del amanecedero para buscar ayuda”, señala el abogado.
También fue escuchada Johana Cano, de 37 años, a quien el grupo conocía porque tiene un local de ropa cerca de un negocio de María Carolina.
De ella se sabe que sale con frecuencia con Mauricio Ladino, que llegó en un Mercedes CLA-180 blanco al restaurante Primi y prestó su casa para guardar el Ford Fiesta de María Andrea. El grupo llegó al amanecedero en una Nissan Patrol King color gris, de Esparza, y en un Mazda 3 blanco, de Luis Miguel Flórez.
Al grupo lo siguió un conductor que llevaba el carro de Mauricio Ladino, un Ford Fusion color blanco.
Varios de los abogados que participaron en el caso por el crimen de Luis Andrés Colmenares fueron contratados por implicados en el episodio en el que murió María Andrea Cabrera. Su padre, el general Fabricio Cabrera, contrató al penalista Jaime Granados, quien en el caso Colmenares había defendido a Laura Moreno. Mientras que Jaime Esparza firmó con el exfiscal Mario Iguarán, que había defendido a Carlos Cárdenas. Y Alejandro Cadena, abogado de Lina León y de Carolina Daza, estaba en la oficina del penalista Jaime Lombana, abogado de la familia Colmenares.
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