Sanas y salvas regresaron a sus hogares la ciudadana brasileña Silvia Helena Hatfield y la colombiana Claudia Restrepo Salazar, hermana de Juan Camilo Restrepo, jefe negociador con la guerrilla del Eln.
Las dos estuvieron 24 horas secuestradas por un grupo de delincuentes que pretendían el pago de 50 millones de pesos. Una operación del Gaula de la Policía presionó la liberación.
De acuerdo con las autoridades, el plagio ocurrió en la vereda La Palma, del turístico municipio de Guarne (Antioquia), a las 8 de la noche del martes.
La señora Restrepo Salazar fue a recoger a su amiga Silvia a una finca cercana a la suya y se encontró con un asalto en plena marcha. Tres delincuentes amenazaban con llevarse al hijo de Hatfield porque no encontraron el botín que pretendían. “Ella entonces dijo que se la llevaran a ella, a cambio de su hijo”, contó Restrepo.
En ese momento, Claudia decidió acompañar a su amiga, que había llegado al país varios días atrás por invitación suya.
Los secuestradores dejaron en el sitio al esposo de Hatfield y le exigieron el pago de 50 millones para liberarla. Varios kilómetros más adelante, en la zona boscosa, los plagiarios decidieron liberar a Restrepo y se llevaron a la ciudadana extranjera.
De inmediato, la señora Restrepo Salazar estableció contacto con el Gaula. Minutos después llamó a su hermano, el exministro Restrepo, y él le dijo que “no les creyera a los hampones” y que siguiera al pie de la letra las instrucciones que le diera la Policía.
Así lo hizo, y con la información que entregó se diseñó el operativo que trajo de vuelta a su amiga.
“Se estableció un dispositivo en los alrededores del municipio de Rionegro. Allí es cuando los delincuentes tomaron la decisión de dejar en libertad a Silvia Hatfield, después de observar la presión que ejerció la Policía”, aseguró el general Óscar Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
Agregó el oficial que los delincuentes fueron en principio a la finca a robar, pero que decidieron secuestrar a la ciudadana brasileña al no encontrar objetos de mayor valor. “También planeaban apoderarse del dinero que tenían en sus cuentas. Hay una exigencia de esos dineros, pero gracias a la confianza que tuvieron en nosotros las víctimas, de informar oportunamente, se logró un buen final”, añadió el general Gómez Heredia.
Un equipo del Gaula continuará con la investigación “para dar con el paradero de los responsables del hecho”, según la Policía. En este momento se trabaja en la elaboración de los retratos hablados de los tres hombres y hay en marcha operaciones para dar con su paradero.
Los secuestradores, según la Policía, son delincuentes comunes que ni siquiera conocían la identidad de sus víctimas.
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