El rastro más fresco que se tiene del Movimiento Revolucionario del Pueblo (Mrp), señalado la noche de este sábado por el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, y el director de la Policía Nacional, general Jorge Hernando Nieto, de la explosión en el centro comercial Andino, norte de Bogotá, es una página web que uno de sus militantes modificó cinco días después del atentado.
Allí insiste en que su movimiento es netamente político y en que los 10 petardos panfletarios que han estallado desde el 2015 han generado simpatía entre la población porque no afectan a civiles. De hecho, dice que atacan políticas gubernamentales que golpean al pueblo como el cobro de impuestos y las fallas del sistema de salud.
Esa información fue incorporada de manera apresurada a las 2:14 de la madrugada del 22 de junio, luego de convertirse ese grupo en uno de los potenciales responsables de la explosión en uno de los baños del centro comercial que dejó tres mujeres muertas hace ya ocho días.
Un video y dos documentos que el propio Mrp subió a la web han sido analizados por expertos en inteligencia, quienes ya establecieron que ese movimiento es un residuo de las milicias que conformó Gustavo Aníbal Giraldo Quinchía, alias Pablito, en el 2008.
Se trata de un jefe guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (Eln) que ha empezado a extender sus tentáculos por todo el país después de tomar distancia del llamado Comando Central de esa guerrilla (Coce), tras este haber aceptado tener diálogos exploratorios de paz con el gobierno Santos.
Aunque alias Pablito tiene su fortín en Arauca, en 2008 se había trasladado a Bogotá a impulsar las milicias urbanas del Eln en compañía de alias Chucho.
“En esa época fue capturado y enviado a prisión, dejando varias ruedas sueltas que hoy parecieran no tener línea directa de mando con el Eln. Meses después, ‘Pablito’ se escapó de la cárcel y volvió a Arauca”, dijo un investigador.
Las células urbanas dependían inicialmente del frente urbano ‘Óscar Fernando Serrano’, perteneciente al llamado frente de guerra oriental. De hecho, a través de ese frente se trabajó en la habilitación de grupos de milicianos en otras ciudades.
Ellos mismos reclaman acciones en Bogotá, Cúcuta, Palmira, Medellín y Pereira. En efecto, en esta última ciudad estalló una bomba panfletaria, el 16 de mayo pasado, en la sede de Cafesalud de la avenida 30 de Agosto con calle 46.
“Ese atentado no se les adjudicó porque el panfleto quedó destruido. Pero, en esa ocasión se encontró una tarjeta de circuitos, una pila y dos kilos de explosivos. Usando el mismo 'modus operandi' pusieron la carga explosiva en el baño de mujeres y la activaron en la madrugada”, explicó un investigador.
También instalaron, en baños de damas, petardos panfletarios que estallaron en Bogotá: uno de estos, en una sucursal de la Dian y otro más, a mediados de enero, en una oficina de Cafesalud en el 2016.
Y aunque el Eln tomó distancia del atentado en el Andino, no se descarta que aún haya vasos comunicantes con ‘Pablito’ que les permiten a los guerrilleros urbanos acceder a explosivos y a entrenamiento.
En Bogotá se coptó a un grupo anarquista que hacía presencia en universidades públicas y se autodenominaba Llamarada. Supuestamente fue desmantelado, pero resultó ser la génesis del Mrp.
Aunque se autoproclaman como una organización política, funcionan como guerrilla urbana, al mejor estilo del M-19. Compartimentan la información, las identidades y las comunicaciones. Para no mostrar sus rostros, los líderes les dejan instrucciones a los militantes en casilleros. Y como ya se ha dicho, funcionan en triadas o grupos de operación de tres integrantes: el que planea, el que ejecuta y un intermediario, que es el único que conoce las identidades de los otros.
Las autoridades tienen identificadas en Bogotá cuatro triadas. Se cree que están compuestas por entre 16 y 20 personas en total. Sus militantes tienen entre 26 y 30 años. “La ideología es de izquierda, populista y radical. Usan especialmente dos lemas: ‘Ni Santos ni Uribe son opción para el pueblo’ y ‘La paz de los ricos no es la paz del pueblo’ ”, explica un investigador.
Después de la explosión en el Andino, supuestos voceros del Mrp sacaron un comunicado en el cual advertían que no eran los autores y repudiaban “ese acto criminal contra personas inocentes”. Pocas horas después, alguien entró a modificar la página web cuya dirección IP ya estaba siendo rastreada por autoridades para establecer desde qué computador se introdujeron los datos.
El tipo de explosivo que se ha usado en acciones del Movimiento Revolucionario del Pueblo (Mrp) fue otra de las pistas que siguieron las autoridades. Se trata de nitrato de amonio, el más usado por terroristas. “Se encontró una concentración superior al 28 por ciento. Se conoce como amonal o R1. La guerrilla lo usa en balones, morteros y cilindros bomba”, explicó un experto. Y agregó que la clave está en el dispositivo de iniciación. Si era por movimiento o controlado.
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