En 165 páginas, la vicefiscal general, María Paulina Riveros, revalidó la decisión de un fiscal delegado ante la Corte Suprema que el año pasado llamó a juicio al ganadero Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe, como presunto cerebro del grupo paramilitar los '12 Apóstoles', responsable de decenas de asesinatos y desapariciones en el norte de Antioquia entre 1993 y 1994.
En el extenso documento, conocido por ELTIEMPO.COM, la vicefiscal asegura: "Se puede establecer como un hecho cierto y probado que el señor (Santiago) Uribe Vélez ejercía la dirección y coordinación del grupo de los '12 Apóstoles' (...). A partir de las directrices que trazaba con los otros líderes de la organización al margen de la ley, se diseñaban las estrategias para lograr el asesinato de las personas que aparecían en la famosa lista".
En esa 'lista negra' figuraba el nombre de Camilo Barrientos Durán, asesinado por la banda el 25 de febrero de 1994 en la vía Yarumal-Campamento y cuyo caso sustenta el cargo de homicidio agravado en contra del ganadero, que está preso desde el año pasado en una instalación policial.
Al verificar las pruebas e indicios de ese cargo, la vicefiscal Riveros concluyó lo siguiente:
1. "Existe prueba que demuestra que había un grupo criminal denominado 'los 12 Apóstoles' cuyo propósito era asesinar a auxiliadores de la guerrilla o 'indeseables sociales'".
2. "Existe prueba que sostiene que Santiago Uribe Vélez era una de las personas que lideraba la agrupación criminal y daba las directrices para la realización de actividades por parte de sus miembros".
3. "Aparece prueba que acredita la existencia de un documento en el que se incluían personas que serían asesinadas por esa agrupación criminal".
4. "Existe prueba de que dentro del listado estaba, entre otros, el nombre de Camilo Barrientos Durán por ser auxiliador de la guerrilla".
5. "Existe prueba sobre la muerte violenta de Camilo Barrientos por parte de dos sicarios que subieron al bus que conducía, para darle muerte con un disparo en la cabeza".
6. "Existe evidencia de que los sicarios que ejecutaron el homicidio fueron identificados como integrantes de 'los 12 Apóstoles'".
7. "Existe prueba de que Camilo Barrientos, días antes de su muerte, había puesto en conocimiento de las autoridades la amenaza que tenía de ser asesinado por esa agrupación".
Se puede establecer como un hecho cierto y probado que el señor (Santiago) Uribe Vélez ejercía la dirección y coordinación del grupo de los '12 Apóstoles'
La vicefiscal, al decidir la apelación contra la acusación, les da plena validez a las pruebas recolectadas por los fiscales en la administración de Eduardo Montealegre.
La ratificación del llamado a juicio es, de hecho, la segunda decisión de la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez que avala ese proceso, que en su momento fue señalado por el expresidente Álvaro Uribe y sus copartidarios del Centro Democrático como producto de una supuesta persecusión política de Montealegre.
Lo que dice el documento es que desde mediados de los 90 había denuncias ante la Fiscalía que señalaban que la finca La Carolina, de propiedad de la familia Uribe Vélez en Yarumal, norte de Antioquia, era un centro de operaciones de un grupo de 'limpieza social' que actuaba con complicidad de las autoridades policiales de la región: los comandantes Pedro Manuel Benavides Rivera y el polémico mayor Juan Carlos Meneses, hoy convertido en uno de los principales testigos contra Santiago Uribe.
La Procuraduría (en la administración de Alejandro Ordóñez) y la defensa de Santiago Uribe, liderada por el abogado Jaime Granados, pidieron desechar los señalamientos y cuestionaron la veracidad de los testigos en contra del ganadero, empezando por Meneses y por el campesino Eunicio Alfonso Pinedo Luján, que fue trabajador en la zona y que asegura que fue víctima de torturas e intento de asesinato porque conoció de primera mano que Uribe Vélez y el también ganadero Álvaro Vásquez Arroyave, eran las cabezas de los '12 Apóstoles'. La defensa incluso planteó dudas sobre el estado mental del campesino, que hoy vive refugiado en Europa.
Sobre Meneses, la Vicefiscal dice: "Se puede concluir que sus manifestaciones no son descabelladas, fantasiosas o inverosímiles: por el contrario, su relato guarda coherencia argumentativa en sus exposiciones, tanto al ser interrogado, como contrainterrogado. Ninguno de los señalamientos en contra del señor Santiago Uribe Vélez puede interpretarse, ubicándonos en el contexto histórico en el que se gestó y perpetró el homicidio del señor Camilo Barrientos Durán, como un acontecimiento alejado de la realidad, pues tal como aquí se ha acreditado, su homicidio fue uno más de los muchos que se presentaron en esa región; todos ocurridos sobre personas que figuraban en una lista de auxiliadores de grupos subversivos e 'indeseables sociales'”.
También avala como prueba la famosa grabación subrepticia que Meneses hizo en el 2009 de una conversación con Benavides, quien siempre ha negado que él o Santiago Uribe tuvieran nexo con la banda, y dice que Meneses le ofreció 500 millones de pesos de 'los Comba' para enlodar al ganadero, supuestamente dentro de un plan para afectar la imagen del expresidente Uribe Vélez.
Sobre esa grabación, que la defensa considera ilegal y producto de una conversación direccionada, el CTI de la Fiscalía concluyó que en esta el coronel retirado Benavides "reconoce el accionar delincuencial de los '12 Apóstoles”, así como su permanente colaboración con su líder Santiago Uribe Vélez (....) En la referida grabación se puede verificar que ambos oficiales recibieron dinero del aquí procesado (Uribe) para omitir el cumplimiento de las funciones que legalmente les correspondían, permitiendo, en consecuencia, que se presentara una serie de homicidios selectivos en la región".
A Benavides, que está investigado por los crímenes de los '12 Apóstoles', lo enredan varios testimonios. Incluso, Carlos Enrique Serna Areiza, que fue mayordomo de La Carolina desde 1994, habló de un hecho que en Yarumal se convirtió en el símbolo del poder violento que imperaba en la zona. Serna Areíza negó que su patrón, Santiago Uribe, tuviera nexo alguno con delincuentes y aseguró que la eventual presencia de hombres armados en la finca correspondía a unidades militares. Pero confirmó que estuvo presente "en el momento que se dio muerte al señor de apellido Varelas al interior de la hacienda La Carolina, y que efectivamente luego de realizado el levantamiento del cadáver su cuerpo fue trasladado amarrado en el bómper de un vehículo de marca Toyota utilizado por la Policía Nacional".
La vicefiscal dice que incluso si se decidiera desechar el testimonio de Meneses y el del también policía Alexánder Amaya Vargas (condenado por los crímenes de los '12 Apóstoles) "existe suficiente prueba en el sumario que vincula a Santiago Uribe Vélez con la muerte de Camilo Barrientos y que lo señalan como uno de sus autores (...). En otras palabras, podríamos excluir estas declaraciones y aun así existe suficiente evidencia que sostiene la acusación en su contra".
Entre la evidencia, la vicefiscal avaló los documentos de la empresa de comunicaciones Unicom Ltda, que certifican que en una red de comunicación cerrada "figuran como usuarios Álvaro Vásquez, Santiago Uribe Vélez y Salvatore Mancuso Gómez".
En lo que respecta al testimonio del mayor (r) Juan Carlos Meneses Quintero, precisa la defensa de Uribe Vélez que se trata de un falso testigo o testigo mentiroso que buscó a través de un espectáculo mediático, patrocinado por contradictores políticos, enlodar la imagen de la familia Uribe Vélez.
Frente a la supuesta amistad o conocimiento que se tenía de alias Rodrigo, señalado como el presunto jefe rural de la banda 'los 12 Apóstoles”, dice que no existe ningún elemento de prueba que así lo señale, más allá de las mentirosas afirmaciones del señor Meneses Quintero, pues inclusive, precisa, el cuarto allanado, al lado de la Estación de Policía, donde al parecer encontraron elementos utilizados por esta banda criminal, en nada compromete al señor Santiago Uribe Vélez, pues ese cuarto fue tomado por el señor Álvaro Vásquez Arroyave, quien aparece firmando el correspondiente contrato de arrendamiento.
Afirma que está probado dentro de la acusación que Meneses Quintero intentó comprar la declaración del coronel (r) Pedro Manuel Benavides Rivera, haciéndole ofrecimientos para que declarara en contra de la familia Uribe Vélez, auspiciado por carteles de droga.
Además, añadió: "La Fiscalía se equivoca nuevamente al restarle credibilidad a las declaraciones que laboran o laboraron en la hacienda La Carolina y que negaron la existencia de reuniones en el lugar entre el ganadero y testigos como el mayor Juan Carlos Meneses".
También cuestionó al testigo Aunicio Alfonso Pineda Luján, cuya declaración calificó de "inverosímil y fantasiosa" e insistió en que sufre una patología de esquizofrenia.
"Santiago Uribe no ha pertenecido a grupos al margen de la ley, ni mucho menos ha tenido acceso a listas negras de personas que debían ser asesinadas (...). La Fiscalía ha pretendido desconocer las verdaderas causas del homicidio, las cuales no fueron otras que la enemistad que se cernió entre el occiso y el confeso asesino Alexánder de Jesús Amaya Vargas", aseguró la defensa de Uribe Vélez.
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