Este miércoles, el magistrado de la Corte Suprema de Justicia Gustavo Malo anunciará a sus compañeros en el alto tribunal su decisión sobre su continuidad en el cargo.
Tal como lo reveló este diario el martes, los magistrados de la Corte le pidieron a Malo que se margine de su cargo ante los graves señalamientos que se han hecho en su contra. Malo asumió en el cargo en noviembre del 2012 y estaría en el cargo hasta el 2019.
Analistas señalan que el magistrado debería dejar su cargo por varias razones:
Por la gravedad de los señalamientos en su contra y que lo vinculan con el entramado de corrupción del exfiscal Luis Gustavo Moreno y el supuesto pago de sobornos para favorecer a políticos en procesos judiciales en el alto tribunal.
Sumado a ello aparece la decisión de la Fiscalía de imputarle cargos a su hija Yara Malo Benítez por la exigencia de dinero a una fiscal por su nombramiento en el ente acusador. EL TIEMPO reveló que Yara fue sorprendida con un carné de una investigadora del CTI adscrita a la Fiscalía para ingresar a la sede del edificio Manuel Gaona de la Fiscalía, ubicado en el sector de Paloquemao, para reclamar el 20 por ciento del salario de la fiscal.
Y la tercera razón, y una de las más importantes, porque perdió la confianza de sus pares en la Corte y cualquier decisión que tome su despacho estará bajo sospecha. Incluso, los magistrados podrían pedir que de su despacho salgan importantes casos para evitar cuestionamientos a las investigaciones.
Si por el contrario Malo decide quedarse, garantiza que se mantenga su blindaje como aforado y su caso seguiría en la Comisión de acusación e investigación de la Cámara de Representantes, que tradicionalmente ha demostrado lentitud en los casos que adelanta.
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