Además de la conocida conversación grabada por autoridades norteamericanas (en la cual quedó consignado un encuentro entre el exfiscal Anticorrupción Luis Gustavo Moreno, el abogado Leonardo Pinilla, conocido como 'Porcino', y el exgobernador Alejandro Lyons), en la que se los escucha hablando de una supuesta red de corrupción dentro de la Corte Suprema de Justicia, hay otros elementos por los que la Cámara de Representantes aceptó la acusación contra el expresidente del alto tribunal Leonidas Bustos.
La Cámara aprobó anoche la acusación contra Bustos por su presunta participación en el 'cartel de la toga'. La acusación recibió 127 votos por el sí y ninguno por el no, por lo que de forma unánime se aceptó la acusación contra el exmagistrado por los delitos de concierto para delinquir, tráfico de influencias de servidor público y cohecho propio, en calidad de coautor impropio.
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En el expediente, la Comisión de Acusación asegura que aunque no hay medios de prueba que permitan afirmar sin lugar a dudas que Bustos recibió dinero directamente de personas que eran investigadas por la Corte Suprema de Justicia (para archivar, precluir, impedir órdenes de captura o dilatar sus procesos), sí hay pruebas para afirmar que hubo una organización criminal bien estructurada que les exigía dinero a los aforados a cambio de beneficios procesales, y que de esa red “hacía parte activa el doctor Leonidas Bustos”.
Así, si bien no hay prueba directa de que Bustos recibió dinero de los 2.000 millones de pesos que se le habían exigido a Musa Besaile, y de los 600 millones que se le exigieron a Álvaro Ashton para beneficiarlos en sus casos en la Corte, la Comisión afirma que esos pagos sí existieron y está probado que esos casos los tenía el despacho del magistrado Gustavo Malo, quien hoy está en juicio en la Corte por su participación en el denominado 'Cartel de la Toga'.
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La Comisión asegura que es normal que en estos casos no haya pruebas directas de los pagos, pues estas negociaciones se suelen hacer “con el mayor sigilo, en medio de la clandestinidad, cuidando al máximo de no dejar evidencia alguna”.
Según las declaraciones del exfiscal Luis Gustavo Moreno, quien hoy está detenido en Estados Unidos, él mismo le entregó 200 millones de pesos al exmagistrado Leonidas Bustos en su residencia, en Ciudad Salitre.
Supuestamente, el dinero lo entregó en una visita que le hizo a altas horas de la noche, cuando los escoltas del exmagistrado ya no se encontraban. Ese dinero, de acuerdo con Moreno, fue un anticipo de los 600 millones que se le exigieron a Álvaro Ashton.
Ese encuentro, dice la acusación, fue confirmado por un testigo que, aunque no subió al apartamento de Bustos, sí acompañó a Moreno hasta Ciudad Salitre.
En su declaración, la Procuraduría aseguró que el exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons dijo que el exmagistrado Camilo Tarquino le solicitó 20 millones para bajarles la presión a los temas del departamento de Córdoba cuyos destinatarios supuestamente eran el exmagistrado Francisco Javier Ricaurte, el exfiscal Luis Gustavo Moreno y José Leonidas Bustos.
Otra de las sospechas recae sobre dos carros de Bustos. Las primeras dudas vienen por la compra de un vehículo Dodge Journey, que le habría sido regalado a su esposa, Martha Cristina Pineda Céspedes, y en la que está relacionado Luis Gustavo Moreno.
La segunda, por la compra de un carro BMW 523, que fue puesto a nombre de Luis Raúl Acero Pinto, un exfiscal que tenía cáncer y cuyas cuotas pagaba Bustos. Bustos dijo que para no afectar su capacidad de endeudamiento le solicitó a Luis Raúl Acero gestionar un crédito del vehículo a su nombre en el Banco Helm, separando el carro con una cuota inicial y unos cheques de su cuenta corriente. Ese automóvil fue vendido por Moreno a Bustos, a un precio de 110 millones de pesos, el cual se canceló en dos cuotas: una de 50 y otra de 60 millones.
Sobre la camioneta Journey, Bustos dijo que en noviembre del 2012 estaba en la feria del automóvil con su esposa y se encontró con Luis Gustavo Moreno Rivera. En ese momento, según Bustos, Moreno le ofreció la camioneta que negociaron en 40 millones de pesos, con un primer pago de 20 millones y el saldo fue cancelado en el traspaso.
En el proceso, la delegada de la Procuraduría General señaló que los vehículos mostraban que entre Moreno y Bustos, además de una cercanía, había vínculos comerciales "derivados de la venta de los vehículos BMW y Dodge Journey. Tal sistematicidad y permanencia en el tiempo en una relación van en contravía de situaciones producto de la casualidad", como ha dicho el exmagistrado.

Un reloj Cartier, como este, es el que Luis Gustavo Moreno le habría comprado a Leonidas Bustos.
Archivo particular
En una declaración rendida el 19 de abril del 2018, en un interrogatorio ante la Corte Suprema de Justicia, Luis Gustavo Moreno dijo que los dineros producto de la corrupción no siempre se entregaban en efectivo porque algunas veces se hacían compras “para distribuir las utilidades”.
Así, Moreno aseguró que en una ocasión el exmagistrado Bustos “le pidió un reloj de marca Rolex, que no le compró debido a que lo persuadió diciéndole que ese reloj no le quedaba bien como magistrado”.
Por eso, dice Moreno, más bien, el 29 de diciembre del 2012 asistieron a una tienda de Cartier, en el centro comercial Andino, para adquirir un reloj que costó 42,9 millones de pesos y que pagó en efectivo. A la hora de hacer la factura del reloj Cartier ‘Ballon Bleu’, en oro rojo y pulsera de cuero, Moreno dio el nombre de un familiar suyo y un número de cédula inventado.
En el proceso está la declaración de un empleado de la joyería que asegura que Moreno era cliente habitual de esa tienda y que quien lo acompañó en la compra del reloj era un señor “calvo y gordo”, a quien se refería como “el profe”. El empleado de la joyería identificó a Bustos como la persona que acompañó a Moreno a comprar el reloj.
En la acusación, la Comisión tuvo en cuenta 38 testimonios, además de pruebas documentales y otros hechos que la llevaron a inferir "que el doctor José Leonidas Bustos sí participó en la organización criminal que buscaba constreñir a aforados, para que, previo pago de coimas, recibieran beneficios contrarios a derecho, dentro de los procesos de única instancia que cursaban en su contra en la Corte Suprema de Justicia".
Sin embargo, en el proceso, el exmagistrado Leonidas Bustos siempre ha reiterado que el testimonio del exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno es falso.
Sobre los audios en los que Moreno y 'Porcino' lo relacionan con el supuesto ‘cartel de la toga’, dice que son “muestras descontextualizadas de conversaciones largas, de muchas horas, que sostuvieron Lyons Muskus, Moreno Rivera y Pinilla Gómez, las cuales rayan en el chisme, en la suposición y en la charlatanería”.
Bustos siempre ha dicho que nunca intercedió a favor de nadie en el alto tribunal y ha negado haber tenido algún tipo de relación con Álvaro Ashton, Musa Besaile, Hernán Andrade, Julio Alberto Manzur, Luis Alfredo Ramos, Nilton Córdoba, Argenis Velázquez, Zulema Jattin, Martín Emilio Moralez Diz, Lucas Segundo Gnecco, y ha dicho que no fue el ponente dentro de sus procesos en la Corte Suprema de Justicia.
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