Por un proceso de la ‘parapolítica’ que también está en el despacho del magistrado de la Sala Penal Gustavo Malo, el exsenador conservador Julio Manzur Abdala estuvo preso dos años y medio, entre enero del 2015 y julio del 2017.
El próximo lunes, ante la Corte Suprema de Justicia ese político de Córdoba y sus allegados revelarán que hacia mediados del 2014 fueron contactados por el entonces abogado Luis Gustavo Moreno, quien se ofreció a ayudar con el proceso que estaba en curso en la Sala Penal del mismo tribunal.
Moreno, quien dos años después llegaría a ser jefe de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía y ahora está preso por corrupto y a punto de ser extraditado a Estados Unidos, “anticipó” la orden de captura meses antes de que ocurriera.
“Estamos dispuestos a contarle a la justicia lo que nos tocó vivir”, le dijo a EL TIEMPO Wadith Manzur Imbetth, hijo del excongresista.
Moreno, quien nació en la Costa, conocía a Wadith y fue a través de esa vía que se produjo la exigencia de dinero, según la versión que conocerá la justicia. “Hay muchas coincidencias en la forma de proceder con lo que reveló este martes el senador Musa. Las fechas y el modus operandi es el mismo”, señaló el hijo del excongresista Manzur.
El dinero que se pidió, cuyo monto por ahora está en reserva, fue mucho menor al exigido a Musa Besaile. Además, agrega la fuente, desde un primer momento el político se negó a la extorsión, y poco después se produjo la orden de captura en su contra. “El caso estuvo en preliminares por casi ocho años, y de un momento a otro ordenaron la captura que el señor Luis Gustavo Moreno ya nos había anticipado y que se ofreció a evitar”, señaló.
La defensa del exsenador, que sostiene que en el expediente no hay pruebas de ninguna relación con los paramilitares de Salvatore Mancuso, afirma que no tienen reparos frente a la actuación de los actuales magistrados, pero sí sobre el manejo del proceso en la etapa investigativa.
Creemos que nosotros fuimos la carnada para demostrarle al senador Besaile que podían lograr una orden de captura en la Corte
Las mismas fuentes dicen que en sus contactos Moreno nunca mencionó al magistrado Ricaurte, pero que reiteradamente hacía mención de “su papá” en la Corte Suprema, en referencia al magistrado de la Sala Penal Leonidas Bustos.
“Nosotros tenemos la convicción de que el caso de Julio Manzur no era tan importante para ellos; total, él ya llevaba más de seis años por fuera del Congreso –dijo Wadith Manzur– (...). Lo que pensamos, y así se lo diremos a la Corte Suprema y a la Fiscalía, es que nosotros fuimos la carnada para lograr que el senador Musa, que era mucho más poderoso en ese momento, se diera cuenta de que podían mandarlo a prisión si no accedía”.
La Corte Suprema ya está investigando el trámite del caso Manzur, así como el de otros, especialmente por casos de ‘parapolítica’, los cuales o no despegaron o se mantuvieron abiertos por largo tiempo.
La tesis de las investigaciones, que serán a su vez el sustento de los procesos que lleguen a la Comisión de Acusaciones en contra de los exmagistrados Bustos y Ricaurte, es que la red no tenía el alcance suficiente para vender un fallo, pero sí movía hilos frente a decisiones de trámite e incluso de capturas, que no decide la Corte en pleno.
En el caso de Ricaurte, su situación podría complicarse mucho más pronto, porque para la época de los hechos (2014 y 2015) ya no era magistrado y, por lo tanto, no tenía fuero.
Esto lo pone en la órbita de la Fiscalía. Precisamente, el martes, los magistrados de la Sala de Instrucción compulsaron copias para que el ente investigador determine si Ricaurte es responsable de varias conductas penales, entre ellas la de constreñimiento.
Lo propio se hizo en el caso de Leonidas Bustos, pero ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes.
JUSTICIA
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