El 47 por ciento de las personas que las autoridades capturaron el año pasado ya habían sido detenidas por algún delito.
La afirmación se desprende de un informe de la Fiscalía que señala que, de los 215.590 ciudadanos capturados en 2018, el 2 por ciento ya había sido detenido por homicidio, el 1 por ciento por delitos sexuales, 5 por ciento por lesiones personales, 19 por ciento por hurto y el 22 por ciento por tráfico de estupefacientes.
Estos datos fueron conocidos a través de una herramienta nueva que tiene el ente acusador para anticipar el riesgo de reincidencia de las personas capturadas y pedir a los jueces de control de garantías que mantengan privados de su libertad a quienes tengan alta posibilidad de volver a delinquir.
La herramienta se denomina Perfil de Riesgo de Reincidencia para la Solicitud de Medidas de Aseguramiento (Prisma), y en ella se agrupan datos de la Fiscalía, la Policía y el Inpec sobre 5,7 millones de personas.
El informe señala igualmente que entre 2004 y marzo de 2019 se detectan similares patrones de criminalidad en temas de reincidencia. De los 1.971.609 ciudadanos capturados en ese período, el 75 por ciento fue detenido una sola vez, el 14 por ciento dos veces y el cinco por ciento fueron detenidos tres veces.
Hay casos particulares de 99 personas que registran entre 31 y 40 capturas, 32 personas entre 41 y 50 detenciones y 11 personas con más de 50 capturas.
Por ciudades se detectaron patrones particulares. Por ejemplo en Bogotá el 49 por ciento de los detenidos son reincidentes, en Medellín la cifra llega al 53 por ciento, en Cali es del 43 por ciento y en Barranquilla del 49 por ciento.
La Fiscalía señaló que la herramienta Prisma usa algoritmos y técnicas
de aprendizaje automático para determinar "patrones de comportamiento, que
permiten predecir riesgos con un nivel muy importante de precisión".
Añadieron que la herramienta, que ya se aplica en diez despachos de la Fiscalía en cinco seccionales, sería clave para reducir el nivel de reincidencia y bajar las cifras de delitos cometidos en el país.
El exdirector de la Policía Nacional general Luis Ernesto Gillibert dijo que la reincidencia es la muestra mas clara de que en las cárceles no hay resocialización.
“Hay que empezar por solucionar el problema carcelario. En Colombia hacen falta cárceles; si tuviéramos suficientes penales, no habría necesidad de sacar a la gente a extramuros y se podrían desarrollar un montón de actividades tenientes a resocializar”, afirmó el oficial en retiro.
Germán Pabón, delegado de asuntos penitenciarios de la Defensoría del Pueblo, coincide en que esa problemática está asociada a la falta de espacios para la reintegración de las personas que cumplen condena por algún delito.
“No es posible hablar de resocialización en el interior de un patio o un pabellón hacinado. Se necesitan inversiones reales para que los pospenados tengan programas de desarrollo para que puedan avanzar en regreso a la vida en sociedad. Estas inversiones no se dan por falta de voluntad política”, sostuvo Pabón.
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