El McLaren 650 S Spider, el Mercedes-AMG GT y el Porsche Boxster que protagonizaron la aparatosa estrellada en la vía Bogotá-Tunja reposan hoy en un cementerio de chatarra de Villapinzón, Cundinamarca, al lado de carros oxidados y abandonados.
Tras las versiones entre los involucrados en el choque que dejó a una mujer mayor en cuidados intensivos, la polémica ahora es entre los abogados de los choferes de los lujosos bólidos y las aseguradoras, enfrentados por evitar que la responsabilidad por los daños de los cinco vehículos afectados, que asciende a más de 2.600 millones de pesos, recaiga en sus correspondientes clientes.
Néstor Lozano, conductor del Mercedes, completa 11 días tratando de que su nave azul, que fue declarada en pérdida total, salga de los patios.
Según le dijo a EL TIEMPO, necesita con urgencia que la casa matriz conecte los restos de su vehículo a un computador y envíe los datos a Alemania para que los analicen y determinen con exactitud a qué velocidad iba. Él sostiene que no hubo exceso de su parte, además de que no chocó al McLaren.
También Lozano, estudiante de derecho de 19 años, busca que el seguro de una camioneta Toyota Prado implicada en el siniestro, responda por la pérdida total de su lujoso carro, cuyo costo son 480 millones de pesos. Aunque tenía los papeles en orden, incluido el Soat, el joven no tenía seguro contra terceros.
Abelardo de la Espriella, el abogado de Bojanini, anunció por su parte que evalúan demandar a McLaren porque los airbags no se activaron y el médico sufrió una fractura de clavícula.
“Él perdió el control porque otro carro lo tocó por atrás. Y las bolsas de aire no se abrieron. Estamos estudiando si se demanda en Estados Unidos. Esto es un tema reputacional para McLaren”, explicó el penalista.
La acción jurídica se adelantaría en Estados Unidos, donde Bojanini compró el auto deportivo, avaluado en más de 1.000 millones de pesos.
Hace apenas unos meses, dijo de la Espriella, Bojanini envió el McLaren a Miami en barco para que le hicieran mantenimiento.
Aunque de la Espriella no se quiso referir al conductor que supuestamente chocó a su cliente, insiste en que Bojanini no es el responsable.
En el choque múltiple también sufrió daños severos el Porsche Boxster que iba manejando Javier Manolo Soler, quien le dijo a este periódico que su seguro ya se había activado.
“Mi aseguradora está haciendo el acompañamiento jurídico. Tomaron versiones, registro fotográfico, y el abogado está haciendo seguimiento para que se determine quién tendrá que pagar qué”, declaró.
Otro de los vehículos impactado fue un bus intermunicipal de la Flota Los Libertadores. Su conductor, Danilo Jiménez, le dijo a este diario que aunque estaba asegurado, el vehículo sufrió graves daños en la parte trasera, donde se aloja el intercooler. Estima que los costos sobrepasan los 30 millones de pesos.
Sin embargo, el vehículo que llevó la peor parte fue la Toyota Prado blanca, que recibió el impacto de frente del McLaren de Bojanini y saltó al carril contrario de la carretera antes de terminar en una zanja.
En la costosa camioneta iban cinco miembros de una familia que se dirigía a un sepelio en Bogotá. Dos de las pasajeras, de 69 y 73 años, tuvieron que ser hospitalizadas después del accidente.
La compañía aseguradora del conductor Carlos Rincón también está analizando los detalles, pues la camioneta de más de 180 millones de pesos estaría en pérdida total.
Aunque hay videos, numerosos testimonios y las autoridades determinaron que Bojanini sobrepasó los límites de velocidad, tanto aseguradoras como abogados están a la espera de poder extraer datos de los computadores de los vehículos, que podrían dar una respuesta definitiva sobre quién responde por los millonarios daños.
UNIDAD INVESTIGATIVA
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