Con acompañamiento del CTI de la Fiscalía, de hombres del Ejército y agentes dela Policía, funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) adelantaron un operativo contra 31 curtiembres en Villapinzón y Chocontá (Cundinamarca) para evitar que estas fábricas de cuero siguieran vertiendo productos contaminantes en la cuenca alta del río Bogotá.
El operativo contra estas industrias se ordenó a raíz de una orden judicial del Tribunal Administrativo de Cundinamarca que ordenó el cierre a las empresas que no contaran con los permisos de vertimientos por parte de la autoridad ambiental.
Asimismo, el Tribunal ordenó realizar el decomiso de insumos, materias primas y maquinaria que fuera usada en estas industrias ilegales. En la operación se decomisó de manera definitiva 40 bultos de ácido sulfúrico, 15 motores eléctricos, 12 cuñetes de ácido fórmico, dos motobombas y 6 canecas de polizing.
El problema ambiental es provocado por la generación de contaminación difusa, originada por los vertimientos residuales producidos a partir del proceso de curtido de cueros, lo cual afecta la calidad de las aguas del río Bogotá y de los humedales.
Clara Patricia Álvarez Medina, de la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental de la CAR, dijo que “este tipo de operativos y todos los seguimientos que realiza la CAR, procuran que toda la inversión que ha hecho la autoridad ambiental en Cundinamarca, frente a la recuperación del río, no quede en vano y que se pueda seguir cumpliendo con el saneamiento de este importante afluente”.
El director de la CAR, Néstor Franco, informó por su parte que “se evidenció que a pesar de los seguimientos realizados por la CAR Cundinamarca en el territorio, algunos de los curtidores de cueros insisten en continuar con la generación de vertimientos al río, por lo cual la Corporación seguirá realizando controles”.
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