Cuatro personas, según las autoridades, miembros de una banda criminal que delinquía en la llamada zona T de Bogotá, fueron capturadas por ser presuntamente responsables del secuestro y posterior muerte del médico Carlos Fabián Herrera Merchán.
Son acusadas de otros seis casos bajo la misma modalidad de la que resultó víctima Herrera, entre ellos el de un ciudadano austriaco. Estas otras personas fueron quienes a través de álbumes fotográficos identificaron a los integrantes de la organización criminal.
Los capturados fueron identificados como John Fredy Pérez Bustos, Estefanía Rodríguez Tejada, Edwin Alberto Jiménez Rodríguez y Laura Maritza Nieto Orjuela, a quienes acusan de los delitos de secuestro extorsivo agravado y concierto para delinquir.
Herrera Merchán fue hallado sin vida en un predio desolado del sector de Usme, en el sur de la ciudad, después de que sus familiares lo declararan desaparecido desde 29 de mayo del 2017. Su cuerpo fue abandonado y cubierto por un material plástico, el mismo con el que fabrican los costales de ese material. No tenía ninguna de sus pertenencias.
Para la Fiscalía, los capturados fueron las personas que captaron las cámaras de seguridad en el momento en que abordaban al médico a la salida de una discoteca.
En el seguimiento realizado a estas imágenes se pudo observar cómo en la esquina de la calle 82 con carrera 11, en el norte de Bogotá, tres personas se le acercan, entre ellas dos mujeres. Según la Fiscalía, fueron varios meses de seguimiento a la banda y varias interceptaciones telefónicas en las que se demuestra la participación de los capturados en los hechos delictivos.
Allí, en las imágenes se observa cómo un hombre de aproximadamente 1,70 metros de estatura, que llevaba puesto anteojos, lo toma del brazo y lo conduce hacia otro sector. Se pudo establecer que se trató de la última persona con la que dialogó el médico y que hace parte de la estructura criminal que le suministró una sustancia alucinógena, la cual minutos después le provocó la muerte.
A Herrera Merchán lo subieron en un vehículo con el que cruzaron la ciudad de norte a sur. En una casa muy cercana al sitio en donde fue hallado muerto lo tuvieron varias horas, esperando que despertara, hecho que no ocurrió.
El modus operandi de esta banda es suministrarles sustancias en el trago a sus víctimas para doblegarlas y luego llevarlas a otro lado para robarlas.
Para fortalecer esta conjetura, la Fiscalía se apoyó en el dictamen de Medicina Legal, el cual señaló que la muerte del médico se produjo por la mezcla de alcohol, que es un depresor del sistema nervioso, con el clonazepam, otro depresor.
De los más recientes casos existe una denuncia de octubre del 2017, pero de acuerdo con la Fiscalía, hay más víctimas que no han denunciado.
“El peligro para la sociedad es evidente por la manera irresponsable como suministran a sus víctimas sustancias cuyas consecuencias muchas veces son nefastas, como en el caso del médico Herrera”, dijo la fiscal.
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