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Samper sostiene que 'conspiración' contra su gobierno no se investigó
Samper en la Comisión de la Verdad

Por segunda vez, Samper da una declaración pública a la Comisión de la Verdad. En la pasada habló del papel de EE. UU. en la política antidrogas de Colombia.

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Mauricio Moreno / EL TIEMPO.

Samper sostiene que 'conspiración' contra su gobierno no se investigó

Alfonso Valdivieso respondió. Dijo que su Fiscalía no encontró méritos para indagar. 

Recuerdo que Valdivieso tajantemente dijo que no abriría ningún proceso contra la conspiración. Quizás si se hubiera abierto, en este momento, no sé, de golpe Álvaro Gómez estaría vivo”. Esta afirmación del expresidente Ernesto Samper hizo parte, este jueves, de su segunda sesión ante la Comisión de la Verdad. En esta oportunidad se concentró en el proceso 8.000, así como en lo que llamó la “conspiración” contra su gobierno y el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado.

#En vivo: Samper hablará de sus casos más polémicos ante Comisión de la VerdadEl proceso 8.000 y el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado son los temas de su segunda contribución.

El expresidente –el único que ocupó ese cargo que ha acudido voluntariamente ante la Comisión de la Verdad– recordó varios episodios, como el intento de secuestro contra su abogado en el proceso por infiltraciones de dineros del narcotráfico a la campaña presidencial de 1994, Antonio José Cancino. En ese hecho, ocurrido el 27 de septiembre de 1995, murieron dos escoltas y Cancino quedó herido.

“Horacio (Serpa) –para entonces ministro de Gobierno– me dijo: ‘tengo información de inteligencia de que la DEA estaba metida en el secuestro de Antonio José Cancino’. Era una revelación muy preocupante. Nosotros le pedimos entonces al fiscal Valdivieso que abriera un proceso sobre la conspiración y ya con el secuestro de Cancino estaba claro que la conspiración no era simplemente un juego de niños”, aseguró Samper al presidente de la Comisión de la Verdad, Francisco de Roux.

Tengo información de inteligencia de que la DEA estaba metida en el secuestro de Antonio José Cancino

EL TIEMPO se comunicó con Serpa, quien no negó ese episodio, pero dijo que debido a sus problemas de salud prefiere no dar declaraciones al respecto.

Tras ese atentado contra Cancino, periodistas le preguntaron a Serpa por la versión de que la agencia antidrogas de Estados Unidos tuviera alguna relación, a lo que el exministro respondió: “Me suena”. Esa expresión fue recordada por Samper, quien tanto en esta sesión como en la pasada, en octubre del 2019, se ha referido a las difíciles relaciones que tuvo durante su gobierno con el de EE. UU.

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Por otro lado, el exfiscal Alfonso Valdivieso, quien ocupó ese cargo entre 1994 y 1997, dijo, consultado por este diario, que lo que dijo Samper “no fue así”. Aseguró que el Gobierno nunca pidió investigar la “conspiración” y que los fiscales de ese momento no encontraron indicios para hacerlo. “Ellos, Samper y su gente, tratan de explicar todo sobre la base de que la conspiración fue el origen de muchas de las situaciones que vienen después”, aseguró el exfiscal. Y agregó que la versión de Samper “de ninguna forma corresponde a la realidad”.

Además, también desvirtuó la sugerencia de Samper de que Álvaro Gómez Hurtado estaría vivo si tal investigación se hubiera adelantado.

Samper aseguró que la “conspiración” –que también usó para explicar parte del proceso 8.000– “se hizo mucho más evidente cuando, en el mes de septiembre del año 1995, este grupo de personas que se reunían ordinariamente en Bucaramanga, en la cual participaban militares activos, militares retirados y algunos de esos conspiradores ideológicos, trataron de secuestrar a mi abogado”.

Según el expresidente, se trató de una “estrategia” contra su gobierno y que tras esta estuvo “el propósito” de Estados Unidos de mantener su estrategia de “diplomacia coercitiva”. Explicó que de esa “conspiración” hicieron parte “conspiradores sociales” –entre los que había periodistas y académicos–, “conspiradores ideológicos” que se reunían con frecuencia a hablar de un “golpe de Estado” y unos “conspiradores de sangre”.

Incluso, Samper aseguró que estas personas buscaron al entonces embajador de Estados Unidos en Colombia, Myles Frechette, para que su país apoyara abiertamente un golpe de Estado.

Según Samper, Frechette no estuvo de acuerdo porque su país no iría en contra de un gobierno elegido popularmente, pero que tampoco lo informó.

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Durante la sesión, el expresidente le pidió a la Comisión de la Verdad que solicitara los documentos desclasificados de aquella época para contrastar estas versiones con la mirada de EE. UU. A esto, el sacerdote De Roux respondió que, desde el inicio de la Comisión, él se acercó a ese gobierno para hacer esa petición.

Sobre el proceso 8.000, el expresidente aseguró que “jamás hubo un acuerdo formal de nadie de la campaña con el cartel de Cali” y que en un primer momento “no existía conocimiento sobre la infiltración de los dineros del narcotráfico”. Aseguró que los responsables fueron las personas frente a la campaña, como Fernando Botero: “Los administradores de la campaña montaron un lavadero de pesos”, dijo.

Samper invitó a los demás expresidentes vivos a la Comisión de la Verdad y recordó que tendrá dos sesiones más, en las que hablará, entre otros temas, de sus políticas de paz.

JUSTICIA
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