"Se pusieron violentos, uno me empujó y el otro me golpeó en la cara con su credencial diciendo 'ahí está su identificación'", contó Juan Grabois, activista argentino y miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, a quién no le permitieron ingresar a Colombia. También se refirió a los señalamientos sobre el estado de su pasaporte.
Migración Colombia emitió, en su momento, un comunicado en el que señalaba las razones por las que se impedía el acceso al país a Grabois. Una de estas era que su pasaporte estaba vencido. Ante esto, el argentino afirmó "toda mi documentación está al día, ese asunto del pasaporte es una cosa que inventaron".
El activista dijo que no se permitió el ingreso por el artículo 7 y 15 del decreto 1727 del 2020, en los que respectivamente señalaban que el ciudadano argentino tenía un mal comportamiento con el personal de Migración y que representaba un riesgo para la seguridad del Estado o la convivencia ciudadana.
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Para demostrar que sus afirmaciones son ciertas Juan Grabois envió a EL TIEMPO la documentación que demuestra que su pasaporte no estaba vencido.

Este es el pasaporte vigente de Juan Grabois, contrario a lo que señaló Migración, su fecha de vencimiento es en 2031.
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El activista argentino narró que al llegar al país hizo fila como todas las personas que iban con él, es decir los demás Miembros de la Misión Internacional Solidaridad y Observación de Derechos Humanos, quienes tienen como finalidad hacer una revisión de la situación de derechos humanos en Colombia.
Cuenta Grabois que, al hablar con la primera funcionaria de la entidad, esta le indicó que había una anotación en su registro y que no sabía si lo podían admitir en el país. Así que lo remitió a la supervisora de Migración.
"Ella me informó de manera inmediata que se me negaba acceso al país por razones de soberanía, y agregó 'si se siente intimidado, nosotros tenemos la soberanía'", relató el ciudadano argentino. Este hecho quedó registrado en un vídeo que miembros de la Misión Internacional filmaron.
Detenido y agredido nuevamente por un gobierno autoritario. Ahora en un cuartito. Esperando. Mis compañeros argentinos y colombianos intentando resolver afuera ¡no tenemos miedo! La Patria Grande está de pie.@MisionIntCol #SOSColombia pic.twitter.com/4xQRwLqEpB
— Juan Grabois (@JuanGrabois) May 25, 2021
"Cuando la supervisora me informó la situación, le pedí que me explicara las razones de la denegatoria y si me podía informar su nombre. Esto le pareció ofensivo, pero para mí no constituye una causal de falta de respeto", dijo.
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Después de esta situación, dos hombres del personal de la entidad se llevaron al activista argentino a un pasillo en dirección contraria a la de sus compañeros de la delegación. "En este momento volví a solicitar la presencia del abogado, pero me lo negaron", contó el activista. Y agregó que estos hombres no tenían identificación.
Al llevarlo al pasillo abrieron una puerta. “Ahí me preocupé porque me querían ingresar solo a mí, así que pedí con vehemencia que quería un abogado que me representara, porque ya estaba siendo detenido” relató Grabois.
Dijo que cuando solicitó la presencia de su abogado, uno de los funcionarios lo agredió con su identificación en la cara. El activista señaló que en el sitio habían unas cámaras que posiblemente registraron la escena.
Indicó que luego dos nuevos funcionarios, con "mejor actitud", se acercaron y le pidieron a los otros dos que se fueran del sitio. Posteriormente condujeron a Grabois y al abogado de la delegación a una sala de espera.
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"En esa sala de espera se me solicitó más información de la visita. Uno de los oficiales de migración me pidió que le enviara la carta que anteriormente habíamos recibido por parte de diputados invitándonos a Colombia", explicó.

Juan Grabois se negó a firmar dicha acta por ser violentado por algunos funcionarios de Migración Colombia.
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Para finalizar el trámite, se le pidió al activista firmar dos actas: una en la que estaban las causales de su imposibilidad de entrar al país y la otra que era una constancia de buen trato. Ante esto, el extranjero le dijo a Ochoa, uno de los funcionario de Migración: "discúlpame Ochoa, pero no puedo firmar esto, yo sí fui agredido".
Así escribió en dicho certificado. Posteriormente, sus documentos fueron entregados a otro personal de Migración y fue enviado en un avión hacía Perú. "Estaba angustiado porque no sabía a dónde iba a ir, me estaban devolviendo a un país que no era el mío", señaló frente a lo sucedido.
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Al llegar a Lima le entregaron sus documentos y lo enviaron devuelta a Argentina. El embajador de Colombia en Argentina le confirmó al canciller argentino que el motivo de la denegatoria eran unas declaraciones que Grabois hizo a un medio Argentino en el que decía que “iba a poner el cuerpo”.
El canciller de Argentina Felipe Solá expresó, mediante Twitter, su descontento con lo sucedido con Grabois. Afirmó que lamentaba que autoridades migratorias de Colombia impidieran el ingreso del ciudadano argentino.
Lamento que autoridades migratorias de Colombia hayan impedido el ingreso del ciudadano argentino y miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede @JuanGrabois, que integraba la delegación de observadores de derechos humanos @misionIntCol.
— Felipe Solá (@felipe_sola) May 26, 2021
Ante esto, el activista explicó que la expresión fue usada para afirmar que la delegación iba en solidaridad con las víctimas en Colombia.
Juan Grabois considera que la razón por las que no se le dejó entrar a Colombia fue quitar visibilidad a la delegación internacional.
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Agregó: “De la delegación soy la figura que tiene más exposición pública, así que el objetivo era hacer menos visible la delegación"
Además, afirmó que su objetivo al ingresar al país era presentar un informe detallado de la situación en Colombia al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, hablando con víctimas y haciendo trabajo de campo.
Señaló también que el hecho de no ser aceptado en Colombia es un síntoma de la actitud del Gobierno de Duque frente a los derechos humanos.
LEIDY JULIANA PEÑA SOLANO
ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO
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