A la pena máxima contemplada en Colombia, 60 años de cárcel, se expone Gloria Aideé Huertas Riaño, quien, tras un inesperado giro, es acusada por la Fiscalía de no solo haber asesinado a su esposo, el patrullero de la Policía, Iván Arturo Zorro Penagos, sino de los hijos de ambos, dos menores de 7 y 10 años de edad.
El triple homicidio ocurrió en la noche del pasado domingo 24 de marzo, las víctimas fueron asesinadas en su vivienda ubicada en la localidad de Puente Aranda, en Bogotá.
Aunque al principio se encontraron audios en los que se demostraría que la mujer asesinó a su esposo porque, según dijo en las grabaciones, este habría matado a sus dos hijos, el ente investigador tiene pruebas de que en realidad fue ella quien, mientras estaban dormidos, atacó con cuchillos a los tres, ocasionándoles la muerte.
A la mujer se le imputó el delito de homicidio agravado, cargo que no aceptó.
Según explicó el abogado penalista Camilo Burbano, individualmente, es decir, por cada uno de los tres homicidios, la pena podría llegar hasta los 50 años de cárcel, esto porque es un homicidio agravado por el parentesco entre las víctimas y la presunta agresora.
"Este un homicidio agravado por el parentesco que individualmente puede llegar hasta a 50 años de prisión. Como hay (homicidio) en concurso, puede llegar hasta 60 años de prisión", explicó Burbano.
En Colombia las penas no se suman matemáticamente, sino que se calculan y aumentan de acuerdo con la gravedad de los crímenes imputados.
De otro lado, la mujer no tendría derecho a rebaja de pena, explicó Burbano. La razón: en los casos de delitos cometidos contra menores de edad, como es el caso, la ley no permite conceder este tipo de beneficios penales.
Por cada uno de los tres homicidios, la pena podría llegar hasta los 50 años de cárcel, esto porque es un homicidio agravado por el parentesco entre las víctimas y la presunta agresora
Sumado a esto, que le quita la posibilidad de descontar años de prisión, como no aceptó los cargos imputados tampoco tendría acceso a la rebaja de pena contemplada en la ley para quienes reconocen su responsabilidad durante la imputación de cargos.
Pese a los argumentos de la Fiscalía en contra de Huertas, como por ejemplo que la mujer fue hallada por una familiar suya sentada sobre un cuchillo con sangre, que su esposo no tenía sangre en los pies por lo que no podía haber asesinado a sus hijos, y que por la dirección de las heridas que la mujer tenía en sus manos todo indica que fueron autoinflingidas entre otros, la defensa de la mujer sostuvo que como la inspección fue realizada por la Policia Judicial, un ente administrativo no judicial, lo hallado no puede ser un indicio que señale fuente de responsabilidad.
Además, recordó que entre los audios que envió Huertas a sus familiares al momento de la tragedia, ella solo habló de haber matado a su esposo y por defensa propia.
El abogado puso otra duda sobre la mesa: el hecho de que Iván Zorro no tuviera sangre en los pies, según él, no es una prueba suficiente para argumentar que el hombre no mató a sus hijos. Y defiende que no hay un análisis de la sangre encontrada en los brazos de los adultos, pista que habría ayudado a esclarecer la responsabilidad de los hechos.
JUSTICIA
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