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Delitos

Ex-Eln que evadió a la justicia 9 años responde por 14 ‘falsos positivos’

Luis Jhon Castro, alias el Zarco, llegó al país en la noche del lunes y fue reseñado y puesto a disposición de la Fiscalía.

Luis Jhon Castro, alias el Zarco, llegó al país en la noche del lunes y fue reseñado y puesto a disposición de la Fiscalía.

Foto:Policía

Luis Jhon Castro Ramírez se escapó de una cárcel en 2011. Terminó en España y fue extraditado.

Redacción Justicia
El 16 de abril de 2008, Luis Jhon Castro Ramírez, alias el Zarco, se presentó voluntariamente al Batallón de Artillería Número 8 con sede en Pereira, Risaralda, y empezó su proceso de desmovilización como supuesto exintegrante del Frente Bolcheviques del Eln, que delinque en el Tolima.
Dos meses antes, según la investigación de la Dirección contra las Violaciones de Derechos Humanos de la Fiscalía, Castro Ramírez, que logró eludir la acción de la justicia colombiana durante una década, habría reclutado a ocho personas que fueron asesinadas por hombres del Ejército y presentadas como integrantes de grupos ilegales muertos en combate. Y dos meses después, a pesar de estar recibiendo los beneficios de la desmovilización, incluyendo aportes económicos, fue protagonista de otra operación ilegal en la que fueron asesinadas dos personas.
Castro Ramírez, según el expediente de la Fiscalía, se escapó de la cárcel de Buga, en donde estaba preso por el delito de porte ilegal de armas, en el año 2011, y desde ese momento se perdió su rastro durante tres años.
En el 2014, Migración Colombia estableció que ingresó a Colombia desde Argentina con un documento de identidad de Chile y se inició su cacería. El exguerrillero reapareció en España, en donde fue capturado el año pasado y en donde quedó en libertad en medio de la pandemia.

Su labor era ubicar a las víctimas, convencerlas y trasladarlas al lugar de los hechos

Fue recapturado en febrero y, finalmente, fue entregado a la Policía colombiana, que lo trasladó al país en un vuelo comercial a Bogotá el lunes en la noche para empezar a responder por su presunta responsabilidad en tres casos de ‘falsos positivos’ en los que fueron asesinadas 14 personas.
“Su labor era ubicar a las víctimas, convencerlas y trasladarlas al lugar de los hechos para que posteriormente fueran ejecutadas en un aparente combate”, señaló el fiscal 63.

Se declaró inocente

Tras su llegada al país fue puesto a disposición de un juez de control de garantías de Ibagué, que legalizó su captura. La Fiscalía alcanzó a imputarle cargos por concierto para delinquir y homicidio en persona protegida, los cuales no fueron aceptados, pero el procesado manifestó que se sometía a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y pidió en una carta que el proceso en su contra fuera enviado a esa jurisdicción.
Castro Ramírez, según la investigación de la fiscalía 63 contra las violaciones de los derechos humanos, hizo parte de una alianza ilegal con un grupo de militares del Batallón Jaime Rooke de Ibagué y un agente del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) para cometer ejecuciones extrajudiciales.
En un primer hecho, perpetrado el 28 de febrero de 2008 en la vereda Potrerito, de la capital del Tolima, se realizó una supuesta operación militar contra una banda de delincuentes que iba a secuestrar a un empresario de la zona.
En realidad, dijo la Fiscalía, ‘el Zarco’ habría reclutado a seis personas en Cali para ir por una guaca en la finca Los Mangos y luego de que el procesado las llevó al lugar fueron asesinadas por una patrulla conformada por ocho soldados y un suboficial. El ente acusador señala en su investigación que las víctimas presentan varios impactos de bala a corta distancia y que no hay evidencia de que ellas hubieran disparado.
Llegada de Luis John Castro Ramírez, alias el Zarco, a Colombia.

Llegada de Luis John Castro Ramírez, alias el Zarco, a Colombia.

Foto:Migración Colombia

El segundo hecho, en el que fueron asesinadas dos personas, se registró el 30 marzo de 2008, a las 10 de la mañana, en la vereda Pringamosal de El Guamo, Tolima. Ese día, el grupo Depredador, integrado por siete soldados y un sargento, se desplazó a la zona por cuenta de supuesta información de inteligencia que hablaba de la presencia de una banda criminal.
Aunque en el papel figura información de inteligencia sobre el hecho y la supuesta existencia de un combate, la Fiscalía señala que un militar identificado como Rubiel Bustos le pidió al ‘Zarco’ que consiguiera otras víctimas y que él, a través de una mujer, consiguió a tres personas, pero una de ellas alcanzó a escapar. En la supuesta operación, los uniformados dispararon en 77 ocasiones.
En el tercer caso por el que la Fiscalía imputó cargos al capturado fueron asesinadas seis personas el 23 junio de 2008 en el municipio de Coyaima, Tolima.
En el papel se señalaba que había sido una operación de una patrulla de siete soldados y un sargento, que entraron en combate con un grupo ilegal. Según la Fiscalía, los hombres fueron llevados con engaños al sitio por el ‘Zarco’ y una mujer, para luego ser presentados como integrantes de una red ilegal.

Había reconocido delitos

Aunque en octubre de 2010, en una declaración a la Fiscalía, ‘el Zarco’ dio detalles de su participación en los crímenes, en la audiencia imputación de cargos esta semana se declaró inocente.
En su momento, Castro reconoció que en el primer caso él llevó de Cali a Tolima a seis personas que conocía y con las que había delinquido en el pasado y que tenía la instrucción de entrar por una portería a la finca y al llegar a una pesebrera se tenía que lanzar al piso.
Le relató a la Fiscalía que así lo hizo, y que cuando tocó tierra empezó a escuchar disparos que duraron cerca de tres minutos. Cuando volvió el silencio, las seis personas que estaban con él ya estaban muertas.
Luego, dijo el ‘Zarco’, vio cómo los militares le ponían un arma en la mano a uno de los muertos y luego la disparaban.
Señaló también que en uno de los ‘falsos positivos’ resultó herido y que fue trasladado a Ibagué, luego a Bogotá y a Cali. Añadió que recibió atención médica, fue cuidado por los militares y movilizado todo el tiempo en vehículos oficiales.

A los cinco muchachos que cogieron vivos los separaron. A uno lo llevan al morro, lo paran; él les decía que no lo mataran, que tenía hijos. Lo matan, yo no vi quién.

“A los cinco muchachos que cogieron vivos los separaron. A uno lo llevan al morro, lo paran; él les decía que no lo mataran, que tenía hijos. Lo matan, yo no vi quién. Al otro lo bajan de la camioneta y lo matan, y a los otros se los llevan por el río más arriba y escucho los disparos de fusil. A uno que está más cerca de mí se lo llevaron más adelante y lo mataron”, le dijo el capturado a la Fiscalía.
En el expediente también está la declaración del sargento Rubiel Bustos Escárraga, vinculado a la investigación, quien reconoció que ‘el Zarco’ era informante de las autoridades en Cali y que cuando lo trasladaron a Ibagué retomaron el contacto y empezaron a organizar ‘operaciones especiales’, con la participación de agentes del DAS.
Dijo que en una de las operaciones los militares incluso se ubicaron un día antes del combate en el sitio al que llegarían las personas que serían asesinadas y allí las esperaron. Y añadió que Castro Ramírez conseguía la gente a la que “se le ponía un cebo” para que se movieran al sitio en donde las tropas los esperaban.
La Fiscalía enfatizó que esos combates no fueron reales y que las víctimas fueron llevadas con engaños al sitio en el que serían asesinadas. Cada operación contaba con soporte escrito, reportes de inteligencia y hasta referencias de informantes secretos a los que supuestamente se habían hecho pagos para obtener información confidencial. El ente acusador aseguró que todo fue un entramado para ocultar las operaciones ilegales.
Tras la petición del capturado de que su caso pase a la JEP, el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, señaló que esperan la autonomía judicial existente en el país, y que si es aceptado en esa jurisdicción, Castro Ramírez diga toda la verdad de lo que sabe, garantice la reparación de las víctimas y pague su pena.
justicia@eltiempo.com
En Twitter: @JusticiaET

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