Este jueves se reanudó la audiencia en contra de los hermanos Catalina y Francisco Uribe Noguera por el supuesto ocultamiento de información en los hechos que rodearon el asesinato de la menor Yuliana Samboní, por el que su hermano Rafael cumple una condena de 58 años de prisión.
En horas de la mañana del viernes, los hermanos Uribe Noguera serán testigos en su propio juicio.
Este jueves, Laura Arboleda, esposa de Francisco y dueña de la camioneta que manejaba Rafael el día de los hechos y en el que secuestró a la víctima, fue la segunda testigo presentada por la defensa de los hermanos.
De acuerdo con el relato, el día de los hechos sobre la una de la tarde estaban saliendo de un bazar en el Gimnasio Moderno al que habían asistido con su hija. "Allá nos encontramos con Catalina", afirma.
Y añade: "Me doy cuenta que tengo tres llamadas perdidas de un número que no conozco". Dice que luego de atender el teléfono le habla una persona que se identifica como agente del Gaula, quien le dice que su carro estaba involucrado en la desaparición de una menor.
"Yo inmediatamente dije esto es una llamada millonaria", relata Arboleda.
Este fue el primer contacto de las autoridades con alguien cercano a Rafael. La mujer dice que le pasó el teléfono a su esposo y que este le preguntó por las placas de la camioneta gris que manejaba Rafael. "Cuando Francisco cuelga me dice que por qué no mejor me voy para la casa con las niñas", contó y afirmó que le entregó el celular a su esposo porque a ese número era al que estaban llamando los uniformados.
Arboleda dice que vivía cerca al edificio Equus 64 y que le preguntó al vigilante por Rafael y por la camioneta y que este le dijo que había salido desde por la mañana en el vehículo.
Luego, relata la mujer, se encontró con Catalina y fueron a buscar a Rafael a Equus 66 a ver si el carro estaba parqueado. "Ese era un apartamento en el que antes vivía Rafael", dijo.
Hasta allí llegó a preguntar por su cuñado y asegura que el vigilante le dijo que no estaba. "Yo le dije 'Cati ya fui y el portero timbró varias veces, pero dijo que no estaba'".
Luego, cuenta Laura Arboleda, su esposo le ratifica que "el carro no aparece y parece que está metido en un tema de una niña chiquita que no aparece".
Afirma que fuera de su casa estaba ella con sus suegros y tres agentes del Gaula de la Policía. Entre ellas la teniente Carolina Correa, testigo de la Fiscalía y quien participó en la investigación desde el momento del secuestro de la menor.
"Empezábamos a ver y dijimos 'este tipo no aparece'. Mi suegro estaba pálido sin poderse mover", cuenta, y recuerda que tuvo varias conversaciones con la teniente Correa. "Me dice ¿qué ha pasado? Y me dijo que qué había pasado con Francisco, y le dije no sé, ¿no está con ustedes?"
"Le dije: 'si quiere le doy el número para que lo llame'", indica la testigo tras señalar que para ese momento Francisco ya le había devuelto el celular.
"Hubo varias llamadas en las que a veces podíamos hablar y a veces no (con Francisco). En una de esas conversaciones él me llama y me dice 'consígueme el dato de Juan David Riveros tu amigo', es abogado” dice Laura.
En otra de las conversaciones que tuvo con su esposo, él le dijo que ya se encontró con su hermano Rafael y que le dijo que "la niña se bajó del carro”. Ella dice que le entregó esa información a la teniente Correa.
Luego dice que se volvió a reunir con la teniente Correa y que ella la tomó de las manos y le dijo que el caso era muy grave y que involucraba a una menor de edad. Luego de esto se enteró de que llevaban a Rafael a un centro asistencial.
Jorge Luis Helo Sarmiento, esposo de Catalina y quien también fue llamado como testigo en el juicio contra los hermanos Uribe Noguera, relató que vio como Laura (la esposa de Francisco) sus hijas y Catalina se bajaron de un taxi en el Equus 64 a preguntar por Rafael.
"Luego, Catalina le dijo a Laura que preguntara en el Equus 66. Ella se subió y la dejamos (...) la acercamos al Equus 66", dijo Helo.
Tras dejar a Laura en el edificio, cuenta, se fue con Catalina a un almuerzo familiar que tenían programado. "Catalina se fue sobre las tres de la tarde porque iba a acompañar a la mamá", añadió.
"Hacía las 4:30 Catalina me llama y me dice que está en frente del Equus 66, esta angustiada, gritaba, llorando", contó Helo y añade que en ese momento estaba con Francisco.
El siguiente contacto con su esposa fue a las 5:10 p. m.: "Me dice que si quiere que me recoja y que el papá estaba muy preocupado (...) Más tarde ella me dijo que estaba en la casa de sus padres", contó Helo.
Según relató, al llegar a la casa de sus suegros, donde estaba su esposa, "Me dijeron: 'a Rafael se lo llevan a la clínica Monserrat porque estaba muy drogado' (...) En ese momento no sabía nada de la niña".
De acuerdo con su testimonio, sobre los 8:20 p. m. Catalina le pidió que lo acompañara a la Clínica Monserrat y le empieza a "dar más detalles de lo que estaba pasando". En ese momento, contó Helo, él preguntó por la menor y su esposa le manifiesta que "Rafael había dicho que la había bajado del carro".
Estando en la Clínica un agente del Gaula les dijo que la niña había aparecido. "En ese momento Catalina dijo 'gracias a Dios'". Sin embargo, relató Helo, luego les dijo que al parecer estaba sin vida.
"A mí se me fue al piso todo. Catalina entraba y salía y solo me manifestaba que él le decía: 'me quiero morir, me quiero morir, me quiero morir", contó.
Helo contó que fue sobre las once de la noche de ese día, estando en la Clínica Vascular Navarra, que Catalina recibió una llamada de su hermano Francisco en la que le contó que "fue Rafael el que mató a la niña".
Y, fue al día siguiente y por lo medios de comunicación, que se enteraron de los detalles del asesinato de Yuliana Samboní.
Durante la diligencia de este jueves, declaró también Martha Yolanda Rojas, esposa del vigilante Fernando Merchán, que se encontraba de turno en uno de los edificios en los que era buscado Rafael por sus hermanos y por la Policía.
Ella relató que su esposo le contó que Rafael salió temprano en la mañana y que lo único extraño fue que no parqueó la camioneta donde siempre.
"Él (Rafael) le dijo a Fernando que no quería ser molestado en su apartamento", dijo la mujer.
Merchán apareció muerto en su casa en el sur de Bogotá, días después del crimen de Samboní, y Medicina Legal dictaminó que el hombre se suicidó.
Por su parte, Nini Johana Ruíz, quien trabaja como independiente frente al edificio Equss 66, dio su versión sobre lo sucedido el día del crimen.
Dijo que hubo una discusión cuando Catalina llegó a hablar con el vigilante porque él no la dejaba entrar al edificio.
"Ella estuvo como 20 minutos (...) le dijo que ella también era dueña del apartamento y que no se buscara problemas con los hermanos que eran abogados", relató la testigo.
Luego, finalmente, pudo entrar al edificio y aclaró que en ese momento Catalina se veía "desesperada".
Añadió que conoció a Rafael porque era cliente de su local y que vio cuando él se asomó al balcón "como si se fuera a tirar".
El juicio continuará este viernes con la declaración de los hermanos Francisco y Catalina.
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