El regreso de Pablo Armero a la Selección Colombia, jugando como titular contra Bolivia el pasado jueves, generó rechazo entre organizaciones de mujeres que le reclaman que antes de seguir en el equipo debe dar una explicación al país por lo que hizo.
En mayo del año pasado, el jugador agredió a María Elena Bazán, la mamá de sus hijos, en un hotel de Miami (EE. UU.), luego de que ella se negara a tener relaciones sexuales. Armero, en estado de alicoramiento, le cortó una parte del cabello con una máquina de afeitar. Días después, obtuvo la libertad al pagar una fianza de 1.500 dólares.
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La periodista Jineth Bedoya Lima, directora de la campaña ‘No es hora de callar’, señala que la Selección está enviando un “mal mensaje a la sociedad”.
“Él (Armero) tiene derecho a la reivindicación y a seguir jugando fútbol, pero antes de hacerlo tiene que darle una explicación al país, porque esto no es solo del ámbito personal: él es una figura pública y está representando al país”, dijo.
Bedoya agregó: “La Selección Colombia debe fortalecer el mensaje de cero tolerancia frente a cualquier forma de violencia contra las mujeres”.
La Selección Colombia debe fortalecer el mensaje de cero tolerancia frente a cualquier forma de violencia contra las mujeres
La periodista recordó que la Federación Colombiana de Fútbol está comprometida y hace parte de una campaña nacional de erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas, y exige “ser consecuentes con eso”.
El pasado 17 de febrero, la División Mayor del Fútbol –Dimayor–, ONU Mujeres Colombia y EL TIEMPO Casa Editorial ratificaron un acuerdo de voluntades para impulsar acciones que, usando el fútbol como herramienta de sensibilización, contribuyan a posicionar un mensaje claro frente a la sociedad.
En un comunicado conjunto de la campaña ‘No es hora de callar’, iniciativa apoyada por este diario, y ONU Mujeres, manifestaron su preocupación por la integridad de la periodista Andrea Guerrero, quien ha recibido mensajes que atentan contra ella, tras expresar su desacuerdo con que Armero haga parte de la Selección. Guerrero recibió amenazas que reportó a las autoridades. “El fútbol, como deporte, y los futbolistas, como personajes públicos, debido al gran impacto social que tienen en Colombia, pueden apoyar la difusión de mensajes que contribuyan a la transformación de imaginarios que reproducen y justifican la violencia contra las mujeres. Consideramos que es necesario que se comprometan con hechos concretos. La violencia contra las mujeres siempre es intolerable, y nunca un asunto privado”, puntualiza el comunicado.
Para Luz Piedad Caicedo, subdirectora de la Corporación Humanas, el comportamiento de Armero es cuestionable: “No tiene derecho de representar al país. No se trató solo de un asunto privado y vemos con mucha preocupación que se haga caso omiso”.
“Vestir la camiseta de un país tiene un éxito y una responsabilidad social. Él asumió un comportamiento violento criminal porque golpear a la mujer es un delito y es un mal ejemplo”, señaló Caicedo.
La activista afirmó que si el país está comprometido en erradicar la violencia contra las mujeres debe pensar quién está representándola. “La Selección es la imagen y referente del país. Los jugadores son modelos a seguir para los niños que sueñan ser como ellos cuando crezcan”, dijo.
La misma posición comparte Lilibeth Cortés, abogada de la organización Sisma Mujer dedicada a la defensa de los derechos humanos de las mujeres: “Armero no debió ser convocado a la Selección. Los implicados en casos de violencia contra la mujer deben responder por sanciones penales y sociales. Se envía un mensaje de que solo es un problema privado, cuando es claro que es un problema público”, dijo.
“El Estado debe promover la sanción social como mecanismo de represión. La sensación que entrega la Selección es que se puede agredir a las mujeres y que no va a haber ninguna consecuencia. Se debe implementar la sanción de que quienes estén involucrados en cualquier delito y actos de violación contra las mujeres no puedan ser convocados”, agregó.
‘No es hora de callar’ puntualiza que, según cifras del Instituto de Medicina Legal, el número de casos de violencia de pareja contra mujeres en el país durante el 2016 fue de 43.083. Un incremento del 5,2 por ciento frente al 2015.
“Las cifras de violencia contra las mujeres siguen siendo muy preocupantes en todo el país y, en gran medida, están asociadas a la prevalencia de imaginarios sociales que contribuyen a reproducir la desigualdad entre mujeres y hombres, y en última instancia, perpetuar las violencias contra las mujeres”, dijo la campaña.
La periodista deportiva Andrea Guerrero, del canal RCN, denunció que ha sido víctima de continuas amenazas y agresiones luego de afirmar públicamente que no compartía que Pablo Armero hiciera parte de la Selección.
“Me parece una falta de respeto. Un futbolista tiene que ser íntegro, no podemos ser doble moral”, dijo Guerrero el pasado miércoles.
La periodista dijo que no minimiza ninguna de las amenazas y que analiza las acciones por seguir con su abogado.
Guerrero señaló que Pablo Armero, como reparación al daño que causó, “debe pedir perdón a las mujeres y prometerse a no volver a agredir a una mujer”. “No soy quién para cerrar las puertas de alguien, pero manifesté mi desacuerdo. Él está en deuda de una disculpa con las mujeres y el país”, agregó Guerrero.
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