La Corte Suprema de Justicia confirmó la condena contra José Rodrigo de la Trinidad Tamayo Gallego y Mario de Jesús Valderrama Gómez, exdirigentes del Deportivo Independiente Medellín (DIM).
Al revisar un recurso de casación interpuesto por la defensa de los dos exdirigentes, la Corte confirmó la condena de casi 10 años contra Tamayo y de 8 contra Valderrama, por el delito de lavado de activos.
La decisión se tomó no obstante los extensos argumentos de la Procuraduría y un magistrado que tuvo el caso –cuya ponencia fue derrotada por la Sala Penal– que pedían la absolución de los acusados.
La mayoría del tribunal consideró que los elementos que fueron presentados como pruebas en el proceso en primera y segunda instancia contra los exdirectivos del DIM demuestran que permitieron la entrada de sumas de dinero que venían del narcotráfico para legalizar esos capitales, a través de pagarés falsos.
La Corte le dio credibilidad al testimonio de Juan Bautista Ávalos Salgar, revisor fiscal del DIM entre el 2000 y el 2005, quien aseguró que ese club fue usado para legalizar dineros del narcotráfico.
Así, descartó los argumentos de la defensa de Tamayo Gallego y Valderrama, quienes afirmaban que las cuentas que aparecían eran préstamos que terceros le hicieron al equipo.
Ese dinero, según el expediente, primero apareció como deudas y luego salió del DIM, por los supuestos pagos que se habían realizado. Se trata de pagarés que aparecían a nombre de familiares y trabajadores que dependían de Javier Tamayo, entre ellos dos de sus conductores y escoltas. Ellos aparecieron con pagarés por 400 millones, mientras que la esposa de Tamayo tenía a su favor otro documento por 100 millones.
Pedían absolución
En un extenso documento, la Procuraduría General había solicitado que se absolviera a los exdirectivos. De acuerdo con el Ministerio Público, no existían pruebas directas de que los dineros cuestionados hubieran provenido del narcotráfico.
Para la delegada de la Procuraduría, la suma que representaban los diferentes pagarés podía tener un origen lícito. Además, aseguraba que había “incertidumbre” sobre el supuesto vínculo entre Tamayo Gallego y el desaparecido narcotraficante Pablo Escobar.