Dos toneladas de marihuana compradas en Toribió, Cauca, por 110 millones de pesos se convertirían en 880 millones de pesos distribuidos en dosis en ollas establecidas en Bogotá, Villavicencio, Bucaramanga, Tunja, Cucuta y Arauca.
Así lo documentaron investigadores de la Fiscalía que se infiltraron en la red conocida como ‘Gato Negro’, señalada de tener tentáculos en al menos siete departamentos del país y de mover por carretera la droga. Incluso, según la Fiscalía, lleva alucinógenos a Valencia en Venezuela. La red, afirma el ente acusador, les pagaba a disidentes de las Farc para que les diera protección.
La Fiscalía y el Ejército capturaron a 22 integrantes de ‘Gato Negro’, entre ellos a Eidé Alexis Castro Blanco, alias Boyaco, considerado el jefe del grupo y quien salió el año pasado de prisión, desde donde habría mantenido el control de la organización.
La operación forma parte de una ofensiva de las autoridades contra redes de tráfico de droga en todo el país y que llevó a la captura de 328 integrantes que se dedicaban a la venta de la droga en los alrededores de 68 colegios y nueve universidades del país.
El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, dijo que en la primera fase de la operación contra organizaciones de tráfico de droga en los alrededores de centros educativos, fueron capturadas 160 personas.
“Tenemos que lograr que los centros educativos del país estén libres de droga y evitar que las organizaciones criminales induzcan a los niños al consumo”, anotó el jefe del ente acusador.
Tenemos que lograr que los centros educativos del país estén libres de droga y evitar que las organizaciones criminales induzcan a los niños al consumo
Mediante el uso de agentes infiltrados, los investigadores lograron ser contratados para mover droga desde el Cauca hacia varias ciudades y documentar así el movimiento de la marihuana.
Según la investigación, desde Tunja, el ‘Boyaco’ controlaría al menos unas 50 personas dedicadas a mover la droga a sitios de expendio en varias ciudades.
“Son 100 libras (de cocaína) en Bogotá; esas las dejamos en Bogotá (sic.), y ya las otras libras van: 211 las dejamos para allá abajo, dejamos 50 en Duitama, le damos 10 a esta otra señora y otras 50 para Bucaramanga”, se escucha decir al ‘Boyaco’ en una de las grabaciones efectuadas por un agente encubierto de la Fiscalía.
En Bogotá fueron dispuestos 21 agentes encubiertos que lograron poner en evidencia las redes de distribución de droga en el centro de la ciudad, una de las cuales llevaba 10 años en funcionamiento.
Los operativos llegaron también a expendios en Barranquilla, Atlántico, donde fueron capturadas cinco personas señaladas de alquilar casas de familia para que ingresaran consumidores a comprar marihuana y cocaína.
En el municipio de Soledad, aledaño a Barranquilla, fueron capturadas cuatro operarios que, según dijo el fiscal Martínez Neira, “camuflaban cocaína entre cajas utilizadas para empacar hamburguesas. El estupefaciente iba escondido entre papeletas que simulaban ser la sal del producto alimenticio y de esta manera era entregado a domicilio a través de vehículos y mototaxis”.
Igualmente señaló que otras nueve personas fueron capturadas por estar presuntamente vinculadas a expendios de droga en los alrededores de la Universidad de los Llanos, en Villavicencio, Meta. Pertenecerían a un red “de la que hacían parte personas externas al centro educativo y algunos estudiantes”.
Así mismo fue intervenida una zona abandonada cercana a la Universidad del Quindío, la ‘Cueva del Humo’, en Armenia, donde se expendían alucinógenos.
Tras ocho meses de seguimientos electrónicos, la Fiscalía capturó a Héctor Jaime Espinosa Vélez, alias James, considerado el jefe de una red de microtráfico establecida hace una década en el centro de Bogotá, en un local bajo la fachada de una miscelánea.
Allí, según la Fiscalía, se almacenaba marihuana, cocaína y drogas sintéticas que se encontraron en empaques de productos legales, como dulces. La Fiscalía tiene evidencia de que hacía envíos de droga a domicilio. ‘James’, aunque no tuvo que ver con el atentado contra la Escuela General Santander, del 17 de enero, sí estaría involucrado en negocios ilegales con Ricardo Carvajal, capturado por este hecho perpetrado por el Eln.
REDACCIÓN JUSTICIA