Este viernes comenzó la puesta en marcha del primer acuerdo colectivo de erradicación de cultivos ilícitos con comunidades del departamento de Vichada, suscrito con la oficina del Alto Consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo.
El acuerdo cobija tres inspecciones del municipio de Cumaribo, en ese departamento de la Orinoquía: Puerto Príncipe, Güerima y Chupave. Además, cuenta con el apoyo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, así como de la Oficina para la Atención Integral de la Lucha Contra las Drogas, de la Alcaldía de Cumaribo y de la Gobernación de Vichada.
Las familias participantes de la erradicación recibirán, hasta por 12 meses, un apoyo mensual de 750 mil pesos “que se empiezan a pagar una vez se verifique que la coca esté tumbada”, indicó Pardo.
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Según el alto funcionario, la idea es convertir la región en un “triángulo del cacao”. Entre la Fuerza Aérea y las comunidades determinaron que este es el producto adecuado para la zona.
En este punto, el sector privado también tendrá participación, pues el cacao producido en Cumaribo será comprado por Casa Luker.
En caso de que algunas familias no cumplan con la erradicación y sustitución pactada, el Gobierno procederá a erradicar de forma forzosa con ayuda de la Fuerza Pública. Además, estas quedarán excluidas del programa.
En el debate que sostiene el Consejo Nacional de Estupefacientes por la propuesta del fiscal general, Néstor Humberto Martínez, de regresar a la aspersión aérea, pactos como el suscrito en Vichada hacen parte de los argumentos del Gobierno para no volver a fumigar desde el aire.
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En departamentos como Vichada, Guaviare y Caquetá, hay al menos 13.800 hectáreas de coca y varios procesos de concertación y acuerdos con comunidades para llevar a cabo erradicación voluntaria de cultivos ilícitos.
El consejero Pardo señaló que la meta de este tipo de acuerdos colectivos es cobijar 10 mil hectáreas sembradas con cultivos de uso ilícito este año. Para 2017, se buscará que 40 mil hectáreas más hagan parte del Pacto de Erradicación Voluntaria.
Para que haya una paz sostenible, señaló el Alto Consejero, “tiene que haber una erradicación o sustitución de cultivos ilícitos. Eso es parte de la construcción de paz”.
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