A través de una videoconferencia, visiblemente más delgado, con el cabello corto y portando un chaleco antibalas, siempre custodiado por dos guardianes del Grupo de Reacción Inmediata del Inpec, Rafael Uribe Noguera pidió el miércoles perdón por el crimen de la pequeña Yuliana Samboni.
La audiencia en la que se le imputaron cargos por secuestro, violación y feminicidio se cumplió a puerta cerrada ante el juez 35 de Conocimiento del complejo de Paloquemao, en Bogotá.
El confeso asesino no asistió a la diligencia por razones de seguridad. Pero a través de video escuchó cómo la Fiscalía reconstruyó minuto a minuto su crimen, que conmovió al país por la crueldad de los hechos y porque la víctima, una niña de 7 años, era integrante de una humilde familia, víctima de desplazamiento forzado que vivía en un deprimido barrio de los cerros de Bogotá.
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La Fiscalía describió los movimientos de Uribe Noguera desde cuando salió de su apartamento, aproximadamente a las 9:12 de la mañana de ese domingo, hasta cuando las autoridades descubrieron el cuerpo sin vida de la niña, oculto en la maquinaria de un jacuzzi en el apartamento 603 del edificio Equus 66.
En la sala solo estuvieron como testigos del crudo relato los padres de la niña, Juvencio Samboni y Nelly Muñoz; el abogado de los familiares del vigilante del edificio, Fernando Merchán Murillo, quien fue hallado muerto en su apartamento en el sur de Bogotá, y otras dos personas.
Como ya lo había informado este diario, la Fiscalía logró establecer que el primer lugar al que Uribe Noguera intentó llevar a su víctima fue a su vivienda actual, en el edificio Equus 64. De allí salió a las 9 de la mañana en la camioneta en la que secuestró a la niña 12 minutos después. Y a ese lugar regresó, según las cámaras, a la media hora. Al final, sin embargo, decidió llevar a su víctima al otro apartamento, donde contó, según la Fiscalía, con la complicidad del vigilante. Esta versión fue negada por el abogado de la familia del celador fallecido.
Transcurridos 40 minutos de la audiencia, cuando la fiscal desglosaba el protocolo de necropsia de Medicina Legal , la madre de la niña lanzó un grito y se desvaneció.
Esto llevó a la suspensión de la diligencia por unos 12 minutos, tiempo en que tardaron los paramédicos en llegar a la sala 508 del Bloque C del Complejo Judicial. La señora está en los últimos meses de embarazo, y a pesar de que le sugirieron que se retirara de la audiencia, por lo crudo del relato, ella decidió quedarse. “Quería ver la cara del asesino de su niña”, dijo uno de los asistentes.
Uribe Noguera permaneció la mayor parte del tiempo en silencio, balanceándose en su silla. Solo se le vio inclinar la cabeza cuando la fiscal le recordó que se exponía a pagar una pena de 60 años de prisión por los tres crímenes cometidos. Cuando le dieron la oportunidad de hablar pidió perdón y aseguró que su intención no era matar a la niña.
Su abogado presentó entonces un documento en el que el acusado reconoce expresamente su responsabilidad en los hechos y da su propia versión de lo ocurrido. “No entiendo como lo hice, no era yo al momento de hacer lo que hice. Ese día estaba borracho y bajo los efectos de alucinógenos”, aseguró.
A pesar de que admitió el crimen, Uribe Noguera no tendrá ningún beneficio penal por la confesión. Su responsabilidad quedó plenamente establecida por los videos, las declaraciones de más de 20 testigos y, sobre todo, por las pruebas biológicas recabadas por Medicina Legal.
“Fue el perpetrador de estos hechos, pues así lo acredita el informe pericial fundado en el ADN encontrado en el cuerpo de la menor, que corresponde con el del acusado”, dijo la Fiscalía. Y agregó que “las evidencias lo ubican con la camioneta cuando sustrae a la niña, luego entrando al edificio y al apartamento donde fue hallado el cadáver”.
El juez convocó para el próximo 29 de marzo la nueva audiencia, en la que se conocerá el monto de la condena que pagará el asesino de Yuliana. Como en esta oportunidad, no se prevé que Rafael Uribe salga de la celda de aislamiento en la que ha estado confinado desde el martes siguiente a los hechos.
En la diligencia de este jueves Uribe Noguera solo contó con la presencia de su abogado. Sus hermanos Catalina y Francisco Uribe Noguera, terminaron enredados por el caso porque la Fiscalía considera que habrían intentado favorecer al responsable del crimen.
El caso de los hermanosCatalina y Francisco Uribe Noguera, quienes tienen vigente una restricción para salir del país, enfrentan un proceso por el delito favorecimiento. La Fiscalía les reprochó que no llamaran al Gaula apenas encontraron a su hermano, aun cuando sabían que las autoridades lo estaban buscando a él y al vehículo en el que había raptado a la niña. (Además: Juez impone prohibición para salir del país a hermanos Uribe Noguera).
El miércoles se conoció que la defensa de los hermanos Uribe Noguera solicitó una nueva audiencia para pedir que se les levante la medida cautelar que les impide viajar al exterior, manifestando que ellos tienen toda la intención de colaborar con la justicia.
JUSTICIA
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