A la investigación por los presuntos sobornos de 11 millones de dólares que la firma brasileña Odebrecht aseguró haber pagado en Colombia para recibir contratos de infraestructura se suman las irregularidades detectadas en un millonario negocio que suscribió hace dos años con Cormagdalena para mejorar la navegabilidad del río Magdalena. (Lea también: Expresidente Uribe se pronunció sobre los sobornos de Odebrecht)
La Contraloría reveló que en ese contrato que se firmó el 13 de septiembre del 2014, y que incluyó la inversión privada de más de 2.000 millones de dólares, el contratista Navelena, que hace parte del grupo Odebrecht, cambió sin explicación el material que se usaría en las obras por uno de menor calidad. Aunque el proyecto contemplaba el uso de material rocoso, Navelena usará uno geosintético, “arriesgando la estabilidad y sostenibilidad de las obras civiles”.
Así, en el plan para el desarrollo de las obras no cumplió con el enrocado prometido, sino que usará, en un 100 por ciento, geobolsas, geotextiles y geotubos “fácilmente perforables por objetos cortantes, troncos y desechos arrastrados por la corriente”, señalan.
El cambio de materiales se dio, dice la Contraloría, sin tener en cuenta que “la estructura de enrocado tiene más estabilidad, mejores propiedades mecánicas, mayor capacidad de adsorción de esfuerzos y deformaciones, mayor capacidad al desgaste por fricción, al empuje del agua y del oleaje”. (Además: Este es el delator que tiene temblando a los clientes de Odebrecht)
De estas obras, que tendrían que entregarse en el 2027, depende que se mantenga la navegación por el río entre Barrancabermeja y Barranquilla, además de restablecer la ruta hasta Puerto Salgar.
El proyecto busca generarle regalías al Estado por la explotación de carbón metalúrgico del altiplano cundiboyacense, conectando a la costa Caribe con el interior del país con costos cuatro veces menores a los de las carreteras.
La investigación resalta que no está claro cuál será el sistema de drenaje en el río para evitar que se infiltren y se desestabilicen los taludes que se pondrán. También se encontró que el fondo del río podría fallar y generar un colapso de la estructura, por faltas de planeación. Y aunque se han hecho aportes por más de 71.957 millones de pesos, Navelena S.A. no ha cumplido con el cierre financiero de la etapa de preconstrucción, que debía haber terminado en julio, pues su plazo era de 18 meses contados desde la suscripción del contrato.
Así, la Contraloría afirma que esa empresa ha incumplido con 11 de las obligaciones que estaban establecidas en la etapa precontractual, por lo que no se ha podido iniciar la construcción del proyecto. Aunque Cormagdalena hizo tres contratos para vigilar y hacer seguimiento al contrato, ninguno surtió efecto, por las irregularidades.
Concesiones, frenadas
Otra de las irregularidades de Cormagdalena, asegún la Contraloría, está relacionada con incumplimientos de las concesiones portuarias que administra esa corporación regional.
Al menos el 53 por ciento de esas concesiones (de 45 realizadas) hoy no están operando por incumplimientos de los contratistas. La investigación asegura que entre los concesionarios el 55 por ciento incumple con sus obligaciones, pues se limitan al pago de una contraprestación por el uso de playa y bajamar, “sin realizar inversiones previstas ni explotación de la actividad fluvial por el río Magdalena”. (Además: Empiezan indagaciones a sobornos de compañía Odebrecht en el país)
Las concesiones que están frenadas traen como efecto el menor movimiento de carga por el río, afectando las proyecciones de Cormagdalena. Además, los concesionarios no están pagando oportunamente los dineros por el uso del río y hoy deben más de 7.000 millones de pesos a la CAR.
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