Desde su elección en el Congreso el jueves, Carrillo ha dejado claro que se distanciará por completo de algunas de las posiciones más polémicas de su antecesor, Alejandro Ordóñez.
En declaraciones para 'La W Radio', Carrillo reiteró, como lo hizo en su discurso tras imponerse en la votación en el Congreso con 92 de 95 votos, que “abrirá la puerta” a los sectores minoritarios, como comunidades Lgbti e indígenas, para lograr “un consenso de fuerzas sociales fundamental” y que se mantendrá alejado de “fanatismos y exageraciones”.
Igualmente, dejó claro que buscará que la Procuraduría, la Fiscalía y la Contraloría dejen de “producirle miedo” a los funcionarios y “miren hacia la misma dirección”. “No puede haber paralelismo ni intereses particulares, sino que debemos sumar esfuerzos”, afirmó.
Las declaraciones apuntan a zanjar de tajo el ambiente tenso que dejaron los constantes choques, la mayoría por diferencias de tipo ideológico en temas como el proceso de paz, entre Ordóñez y el anterior fiscal, Eduardo Montealegre.
Carrillo no se quiso pronunciar de fondo frente a temas como la penalización al consumo de drogas y la aspersión aérea de cultivos ilícitos, pero dejó claro que tan pronto se posesione, en enero del 2017, fijará una posición clara, teniendo en cuenta que su prioridad será “la lucha contra el narcotráfico y combatir el incremento de cultivos de coca en el país".
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