El magistrado Gustavo Malo reiteró en un comunicado que seguirá en el cargo en la Corte Suprema de Justicia y negó, nuevamente, los señalamientos que lo involucran en el escándalo de corrupción judicial.
"Quiero reiterar mi absoluta ajenidad frente a los actos de corrupción y a cualquier otra clase de actividad delictiva, con los que se ha querido vincular mi nombre; además que soy un funcionario que ha ejercido la labor judicial durante toda mi vida profesional en el marco de la legalidad, de la imparcialidad, la independencia, del decoro", indicó.
Los magistrados del alto tribunal le habían pedido a Malo el martes que se marginara de su cargo ante los graves señalamientos que se han hecho en su contra y que lo involucran en la supuesta venta de fallos judiciales a políticos involucrados en procesos de corrupción y otros delitos.
Malo asumió en el cargo en noviembre del 2012 y estaría en el cargo hasta el 2019.
En el comunicado reafirmó lo dicho el jueves sobre declararse impedido en los procesos que lleva contra Musa Besaile y Julio Manzur, por presuntos vínculos con grupos armados al margen de la ley.
También negó que la investigación que llevaba contra el senador Besaile haya sido "engavetada" o que haya estado "inactiva" y dijo que ha estado en "permanente recolección de pruebas".
"En la actualidad, se adelantaba un estudio pormenorizada del expediente, el cual valga advertir conlleva mucho tiempo por su volumen considerable, para establecer si procedía o el archivo o la apertura de la instrucción", indicó Malo.
En el comunicado emitido este viernes también explicó que nunca se había reunido con los exmagistrados Francisco Ricaurte y Leonidas Bustos "ni con ninguna otra persona para conversar o tratar lo concerniente lo concerniente a la investigación seguida contra el senador Musa Besaile o a otra actuación judicial a mi cargo", dijo Malo.
Dijo que con Ricaurte "tiene una amistad" y con Bustos "solo el trato cordial de compañeros de sala".
"Ante los magistrados auxiliares, profesionales y demás empleados de mi despacho, nunca he demostrado interés ilícito ni de ninguna otra manera indebido obre los asuntos a mi cargo. La atención que he prestado a todas las actuaciones procesales ha sido, estrictamente, la que me corresponde como responsable de las mimas, sin inclinarme a una más que a las demás, salvo que, por mandato legal, tuviera algún tipo de prioridad", indicó el magistrado.
Por último, se refirió al caso que se le sigue a su hija Yara Malo, quien fue sorprendida con un carné de una investigadora del CTI adscrita a la Fiscalía para ingresar a la sede del edificio Manuel Gaona de la Fiscalía, ubicado en el sector de Paloquemao, en Bogotá, una de las más custodiadas de la Fiscalía.
La Fiscalía le realizó imputación de extorsión agravada a la mujer por estar relacionada "con la presunta solicitud de dineros a una Fiscal adscrita a la seccional Bogotá bajo la amenaza de que, de no acceder a esos pagos, utilizaría sus influencias para que ésta fuese desvinculada de la entidad o trasladada a sitios distantes y con problemas de orden público".
El futuro de Malo queda en manos de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes que tendrá que proyectar una ponencia de acuerdo a los testimonios del exmagistrado José Reyes, el exgobernador Alejandro Lyons, el senador Musa Besaile y una investigadora del CTI asignada al despacho de Malo.
UNIDAD INVESTIGATIVA y JUSTICIA
Comentar